Me considero alma libre. De ninguna manera me ciño a los convencionalismos. Evito los clichés, la rigidez, el estereotipo. Por estas razones que, en verdad me son muy importantes, fue que me atrajo sobremanera Atlantic International University.
El hecho que AIU “sacrifique” la incorporación a instituciones tradicionales con programas de estudio esquematizados, rechazando la “receta académica” (como si esta pudiera solucionar las inquietudes de aprendizaje de todos los estudiantes), es encomiable.
Aplaudo su sistema de educación personalizada. Me resultó muy significativo que se valorara mi expertise en determinados temas que ya dominaba, además, en su momento, tuve ocasión de diseñar el temario de estudios de acuerdo a mis requerimientos y objetivos; las conversaciones con mi asesor en turno fueron, aparte de amistosas y relajadas, de mucha sinergia y riqueza compartida. Y no se diga el acompañamiento serio, dedicado, profesional y comprensivo de la licenciada Perla Sánchez, pilar fundamental desde mi inscripción hasta la obtención de mi título y de la continuación de mi futuro universitario.
Me enorgullece formar parte de AIU. Eventualmente imparto cursos, seminarios, ponencias, asisto a congresos y siempre, además de mencionar a mi alma mater, hago el sincero esfuerzo por poner su nombre en alto. Naturalmente que esta huella ha dejado una impronta positiva, al grado tal que estoy conformando un instituto virtual de desarrollo humano y espiritualidad, y la filosofía de AIU me ha servido como fuente de inspiración.
Siempre agradecido, saludo a todas y cada una de las personas que conforman Atlantic International University: desde quienes trabajan en intendencia hasta los más altos directivos.
F Fernando Ruiz-Torres.