Publicaciones de Estudiantes


Calos G. Ramos Viteri
Titulo: Los Diez Mandamientos

Area: Filosofía / Teología
Pais: Estados Unios
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  Sin el antiguo testamento no conoceríamos la estructura exacta de la ley real de Dios. Sin el antiguo Testamento ni siquiera sabríamos que el número total es 10. ¿Cómo sabemos que los mandamientos son 10? Lo sabemos porque la Biblia hebrea emplea en dos ocasiones la expresión “Los diez mandamientos” (Deuteronomio 4:13 y 10 : 4 ) .
¿Porqué son 10? ¿Cuál es el significado de este número?.
El número 10 expresa los conceptos de orden completo, de plenitud de ciclo.
Según las sagradas escrituras cayeron sobre la Tierra de Egipto 10 plagas que completaron el juicio de Dios sobre esa nación. Noé fue el décimo desde Adán y con su generación terminó la era antediluviano. Diez naciones o grupos de naciones componen el último renacimiento del Imperio Romano en estas generaciones. Diez vírgenes representan la totalidad de la iglesia del Nuevo Testamento a lo largo de los siglos.
Diez es un número que indica perfección espiritual. El décimo mandamiento en sí mismo es, por así decirlo, un mandamiento “ abierto “ : “ No codiciarán... cosa alguna de tu prójimo”.
Por su misma naturaleza, incluye cualquier punto que nos pueda parecer que Dios omitió. Este mandamiento, el décimo y último lleva su plenitud la perfección espiritual porque tiene que ver antes todo con los procesos del pensamiento . Pensamos y luego actuamos, codiciamos y luego hurtamos antes de referirnos al orden de los mandamientos, debemos considerar su origen. E. Preámbulo de cualquier documento que rige el comportamiento humano reviste suma importancia.
El preámbulo del Decálogo define sin origen al decir: “ y hablo Dios todas estás palabras, diciendo” EXODO 20; 1). La carta magna fue escrita por un grupo de nobles ingleses. La redacción de la Declaración de Independencias norteamericana se debe principalmente a Tomás Jefferson. Más recientemente la Declaración de Lima fue redactadas por los delegados a la octava conferencia Interamericana. Todos estos documentos son productos de hombres. En cambio los 10 mandamientos fueron pronunciados por la boca de Dios (Deuteronomio 10:1-4). He allí la diferencia. Luego viene el prólogo “Yo soy el Eterno, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto de casa de servidumbre (EXODO 20:2.)
Los 10 mandamientos son para toda la humanidad, Empero, el prólogo define la condición del pueblo al cuál se dirigieron inicialmente. La antigua Israel pertenecía a Dios por lo que Él habría hecho por ella: Librarla de la esclavitud, y la Israel espiritual (La Iglesia del Nuevo Testamento) pertenecía a Dios porque él la ha sacado de la esclavitud espiritual.
La nación de Israel recibió los 10 mandamientos en medio de un despliegue majestuoso. Según la tradición, el dios fue la fiesta de las primicias que era para los hebreos el equivalente de la fiesta de Pentecostés en el Nuevo Testamento. El mandamiento número uno se completa en estas pocas palabras: “no tendrás dioses ajenos delante de mí (EXODO 20:2) . La lealtad de Dios es antes que todo. Esto debe ser obvio. Los mandamientos dos o cuatro definen la naturaleza de esta lealtad. El orden general de los 10 mandamientos es natural. Los cuatro primeros nos enseñan a amar a Dios, los seis últimos a amar al prójimo. Una y otra cosa es esencial, pero Jesús explica que amar a nuestro creador “ es el primero y grande mandamiento”. Mateo 22:36-40).
El número cuatro sirve de puente entre Dios y el hombre. Debemos recordar el dios de reposo sábado para santificarlo nuevamente fue Jesucristo quién explicó que “el dios de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del dios de reposo”. (Marcos 2:27).
El número cinco es “Honra a tu padre y a tu madre”. Es fácil reconocer porqué antecede a los otros cinco. El apóstol Pablo lo llamo “el primer mandamiento con promesa” (Efesios 6:2). La consecuencia de realmente honrar al padre y a la madre seria una larga vida. Este mandamiento es básico para la lealtad en la familia. Como que une fuertemente a las generaciones. Si se guarda con el espíritu correcto, la observación de los cinco mandamientos que siguen será casi cuestión de hábito.
Es cierto sentido los cinco últimos son absolutamente necesario porque los seres humanos no suelen honrar a su padre y madre. Como explicó el apóstol Pablo al joven evangelista Timoteo “la ley no fue dada para el justo sino para los transgresores y desobedientes. Para los limpios y pecadores, para los parricidas y matricidas” (1º Timoteo 1:9).
El mandamiento número seis, que prohíbe el homicidio, sé contra en la preservación de la vida misma. Las naciones, así como los individuos, pueden quebrantar este mandamiento, y lo hacen. Los hombres reunidos en naciones, sean capitalistas o marxistas, amenazan hoy todo la vida humana por medio de la guerra nuclear. Pero Dios dice a las naciones “no mataras”.
El número siete se asienta hacia la familia. Su observancia une el padre y a la madre estrechamente. Prohíbe en principio toda forma de licencia sexual, no solamente el adulterio.
Por quebrantarlo, la humanidad esta en peligro, no nos equivoquemos: El herpes, el SIDA y demás enfermedades transmitidas por vía sexual se propagan como consecuencia directa de quebrantar este mandamiento.
¿Quiere Dios que Ud. Guarde el “espíritu” o la “letra de sus mandamientos?
¿O quiere el que Ud. Guarde ambos, el “espíritu “ y la “letra” de su ley?
Algunos CREEN que el cumplimiento de los DIEZ mandamientos de Dios es innecesario para la salvación. Muchos cristianos profesos creen que deben guardar nueve de los mandamientos, constituyendo la excepción el mandamiento concerniente al sábado.
Otros más profesan creer en el “DECÁLOGO” pero quebrantan los mandamientos primero y segundo reverenciando imágenes transgreden los cuanto mandamientos mediante la sustitución de un día de reposo falto hollomido y pisoteando otro de “ los diez por sus creencias o su proceder inadecuados.
La Biblia revela que Satanás ha engañado “al mundo entero”. Y el fundador del cristianismo previno: “Mirad que nadie os engañe” (Mateo 24:4) más aún, El mismo predijo: muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos” Mateo 24:411. Pablo también dio la voz de alarma al decir “más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor engañando y siendo engañados” 2º. Timoteo 3:15)
El apóstol Juan también escribió que en ese día había surgido “mucho anticristo” (1º Juan 2:18). Por ello exhortó: Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos faltos profetas han salido por el mundo” (1º Juan 4:1).
Pedro también predijo grande apostasías “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras” (2ª de Pedro 2:1).
¿Lograrían su objetivo de arrastrar multitudes al error? Y muchos seguirían sus desolaciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemada ( 2º Pedro 2: 2) Los falsos maestros con sus engaños sutiles, llegarían a ser tan diabólicamente efectivos que engañarían según dijo: Cristo mismo “si fuere posible aún a los escogidos” Mateo 24:24). Ya algunos de “los escogidos” han escuchado a los falsos maestros y han quedado en situación critica.
¿Es necesario para la salvación la obediencia a los DIEZ MANDAMIENTOS? ¿Qué dijo Jesús respecto a esto? Cuando un joven pregunto qué debía hacer para recibir la vida eterna, Jesús le dijo: “guarda los mandamientos” Mateo 19: 16-17): Marcos 10:17-19).
Cristo mencionó cinco de los Diez mandamientos (Mateo 19:18-19) y a continuación citó uno de los dos grandes mandamientos (Véase Mateo 22:36-40) “Amaras a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19:19). Por supuesto, los otros cinco mandamientos eran tan realmente obligatorios, como los cinco que Cristo específicamente enumeró.
Además Jesús sabía que algunos falsamente enseñarían que Él había venido “abolir” los mandamientos de Dios por tanto añadió. “No penséis que he venido abrogar la ley o los profetas, no he venido para abrogar sino para cumplir” ( Mateo 5:17). Entonces él previno. “De manera que cualquier que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; más cualquiera que los haga y los enseña, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (Mateo 5:19).
¿Cuál de los mandamientos supondría usted que es “el más pequeño” ¿El cuarto mandamiento? ¿El segundo? ¿El tercero? Cristo no abroga la ley de Dios antes bien le magnifico y la hizo gloriosa: El Eterno (Cristo) se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla “ (Isaías 42:21).
Pero ¿Cómo magnifica Él la ley de Dios? Advierta usted como magnificó Cristo el sexto mandamiento: Oísteis dijo Jesús “que fue dicho a los antiguos, no matarás. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio Mateo 5:21-22) “Todo aquel que aborrece a su hermano”, dijo Juan, es homicida (1 Juan 3:15).
He aquí cómo Cristo magnificó el séptimo mandamiento” Oísteis que fue dicho: no cometerás adulterio, Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya adultero con ella en su corazón” Matero 5:27-28). Ahora bien ¿Cuál ley o cuales leyes”) fue lo que Cristo vino a magnificar? ¿ Vino él a engrandecer o magnificar las prescripciones “ Ceremoniales” “Sacrifícales” o “Ritualisticas” establecidas en la ley de Moisés” ¿O vino él a magnificar los Diez Mandamientos, o sea la ley “espiritual comúnmente llamada la ley “moral” Romano 7:14?
Es verdad que la “ley de Moisés” completas, como fue duda en el Antiguo Testamento, no es totalmente aplicable actualmente a los cristianos. Pero esto no significa que todos las leyes enumeradas en los libros que escribió Moisés , carezcan actualmente de sentido. Cristo hizo los dos grandes mandamientos de levítico 19;18 y Deuteronomio 6:5 tan obligatorios a los cristianos en el Nuevo Testamento, como lo fueron a quienes estaban bajo la ley de Moisés: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo (Lucas 10;27-28).
La ley de Dios se halla confirmada en todas formas desde el Génesis hasta el Apocalipsis” oyó Abraham mi voz y guardó y precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes (Génesis 26:5).
Abraham complementa su fe (su creencia con obras, con obediencia activa: ¿no fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No-vez que la fe se perfeccionó por las obras? (Santiago 2:21-22).
Y todavía hay quienes piensan que los cristianos necesitan únicamente “fe” o “creencias” sin obras. La palabra de Dios dice que necesita amabas cosas, en conjunto, la fe y las obras (Santiago 2:14-22). Así no permita Ud. Que alguien lo persuade de que “Las obras” no son ne3cesarias a los cristianos. El Nuevo
Testamento revela que un creyente no necesita guardias toda la “La ley de Moisés”. Pero eso no significa que ninguno de los mandamientos de Moisés sea obligatorio al cristianismo.
Un concilio de la Iglesia del Nuevo Testamento (49 E.C.) determinó, entre otras cosas, que ya no se requería guardar toda la ley de Moisés. En aquel entonces, algunos propagaban la enseñanza de que los cristianos debían ser circuncidados. “Conforme al rito de Moisés , para poder ser salvos. (Hechos 15:1).
Estos insistían en que se debe guardar íntegramente la “la ley de Moisés”. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo.
Es necesario circuncí ovarlas y mandar los que guarden (todas) la ley de Moisés” Versículo 5).
Los apóstoles, bajo inspiración divina, decidieron que ya no era necesario practicar la circuncisión, que era parte de la ley mosaica. Entonces escribieron cartas a todas las Iglesias, explicándoles este asunto. Por cuanto hemos Ohio que algunos que han salido de nosotros a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas mandando circuncidaros y guardar la ley (de Moisés) Versículo 5 Versículo 24). A continuación los gentiles convertidos fueron instruidos en lo que ellos debían hacer para agradar a Dios (versículo 28-29). En este concilio no se debatí (no estaba puesta en telas de juicio) la cuestión de la obediencia a los Diez Mandamientos de Dios.
La discusión se refería a la observancia de la ley de Moisés con todos sus laboratorios rituales prescripciones carnales, sacrificios etc.
Posteriormente. Pablo explica que las ofrendas y sacrificios no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia a la que practica ese culto. Ya que consiste sólo de comidas y debidas de diversas obligaciones y ordenanzas acerca de la carne, impuestos hasta el tiempo de reformar las cosas “Hebreos 9:9-10 Jesús enseño a los hombres a adorar a Dios con el corazón “ Dios es espíritu [ y lo que le adoran, es espíritu y en verdad es necesario que adoren ( 5 Juan 4:24).
Mucha gente está confusa en lo que respecta al significado de la palabra “ley”.
Él termino “ley” es demasiado amplio y puede significar cosas muy diferentes. Se puede referir a la palabra de Dios a los cinco libros de Moisés, a los Diez Mandamientos o puede referirse a las “leyes” de sacrificios que ceremoniales, rituales o carnales dependiendo, en cada caso, de su contexto.
Cuando Cristo dijo que el no había venido “para abogar la ley2 se estaba refiriendo a la terna ley “espiritual” (o Moral) de Dios no a las leyes ceremoniales, de sacrificios ritualísticas o carnales contenidas en “ la ley de Moisés”. Así mismo, cuando Pablo habló de la “ley” unas veces se refirió a los Diez Mandamientos, y en otras ocasiones se refirió claramente a las leyes “menores” contenidas en la ley de Moisés.
Advierta ud como él alude a los Diez Mandamientos en el contexto de Romanos 7:1-25: “No conocí el pecado” Pablo escribió, “sino por la ley, porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciaras (versículo 7). “La ley” mencionada aquí es obviamente la de los Diez Mandamientos de esta ley Pablo dice. “De manera que la ley a la verdad es santa y el mandamiento santo justo y bueno” (versículo 12) Además el allanamiento dice “Porque sabemos que la ley es espiritual (versículo 14.
Si la ley de los Diez Mandamientos es “espiritual” y es “santo” “justo” y “bueno”.
Aquí Pablo no esta hablando de las leyes ritualisticas, ceremoniales de sacrificios o carnales contenidas en la ley de Moisés. Antes bien, claramente se refiere a los Diez Mandamientos (versículo 7). Las “leyes menores” contenidas en la ley de Moisés fueron un “yugo”. No así los Diez Mandamientos. Antes bien, éstos son llamados la “perfecta ley, la ley de la libertad” Santiago 1:25 ) Santiago o también se refiere al segundo gran mandamiento como a una “ley real” Santiago 2:8).
En los capítulos primeros y segundo de su epístola. Santiago alude con toda claridad a la ley “espiritual” de Dios expresada en los dos grandes mandamientos y magnificados en los Diez Mandamientos ¿Pensó Santiago que algunos de los Diez fueron “abolidos2 “porque cualquiera que guardase toda la ley pero ofendiese (transgredidse) en un punto, se hace culpable a todos”. (Santiago 2:10). Los Diez Mandamientos son como una cadena de 10 eslabones. Si es roto un eslabón (o un punto toda la cadena es rota.
¿Cuántos puntos hay en esta ley de la que habla Santiago? Él menciona explícitamente los mandamientos contra el adulterio y el asesinato (versículo 11) y añade que esta “ley de la libertad” es la ley por la cual seremos juzgados (versículo 12).
La Biblia claramente ordena al pueblo de Dios Mandamientos. Muchos cristianos” al menos profesan guardan nueve de los diez, pero el cuarto mandamiento es el que causa que muchos tropiecen. Y esto, a pesar del hecho de que tanto Jesucristo como sus apóstoles guardaron el sábado. Cristo dijo con toda claridad. “El sábado fue hecho por causa del hombre (Marcos 2:27).
Jesús tuvo por costumbre guardar el sábado, aunque no según las tradiciones fanáticas de los fariseos (Lucas 4:16;6; 13:10-1714:1-6) Sabemos que los apóstoles también guardaron el sábado y destacándose entre todos. Pablo el apóstol de los gentiles guardó el sábado (Hecho 13:14,42,44;17:2:18:4).
¿Fue cambiado el día de reposo del séptimo al primer día de la semana como afirman algunos? Tanto la Escritura como la historia secular demuestran que los cristianos primitivos del Nuevo Testamento guardaban el sábado. Las observancias del Domingo llegaron a ser costumbre popular, por la influencia de grupos que profesaban ser cristianos, siglos después de que cristo y sus apóstoles murieron. Finalmente el Emperador Constantino hizo al “Domingo” el DIA oficial de adoración en 321-323 EC.
Otros predicadores que profesan ser cristianos tratan de convertir el cuarto mandamiento en algo etéreo , “espiritualizado” proclaman que guardan el sábado cada día de la semana. Observe Ud. cómo es explicado esto por uno de los proponentes de estas falsas doctrinas. Enfoquemos ahora nuestra atención en el sábado, séptimo día semanal. El sábado es una hermosa, institución ..... Pero a través de Cristo, el sábado físico ha sido reemplazado por un (sábado) perpetuo, que Cristo nos ha dado para que la guardemos. Ahora estamos experimentando el sábado de Dios cada día de nuestras vidas, en un sentido espiritual”. Ahora bien, este predicador no aporta pruebas escritura algunas de que Dios haya hecho santos los siete días de la semana. Carece totalmente de autoridad bíblica para estas aseveraciones antiescriturales. Sólo hace dogmáticas aseveraciones humanas sin validez bíblicas alguna inclusive este predicador antisabático añade. “El Cristiano tiene cada día como un descanso espiritual u observancias sabáticas , y no le es necesario retornar a la observancia de un día a la semana que Israel, bajo la ley de Moisés, estaba competido de observar”.
Pero este predicador tiene que demostrar la invalidez de numerosos Escrituras, pues Dios dice que el sábado es el día séptimo “ Él afirma que el sábado fue hecho “por causa del hombre”” no sólo para el pueblo judío. Dios declara que este día fue dado como un día de descanso y relajamiento físico a la vez que como un día de rejuvenecimiento espiritual mediante la adoración a nuestro propio creador.
Aquellos cuya enseñanza es contraria a guardar el sábado de Dios ignoran los ejemplos de Cristo y de Pablo. Vanamente suponen que se puede “guardar” los otros seis días “santos”cuando Dios cuando dios no los ha hecho santos. Recuerde Ud. no puede guardar agua caliente o fría a menos que el agua haya sido hecha previamente caliente o fría. De manera análoga Ud. no puede “guardar santo” aquello que no ha sido previamente hecho santo, y el hombre carece de poder para hacer Santos cosa alguna. Sólo Dios puede hacer algo santo, incluyendo al tiempo.
Algunos han concluido que necesitamos guardar únicamente el espíritu de la ley, pero no la letra. ¿Qué decir acerca de esto? ¿Debe un cristiano observar la ley de Dios que cuanto a la “letra o en cuanto al espíritu o en ambos sentidos?
La Biblia establece con bastante claridad que ahora hemos de “adorar a Dios en espíritu y en Verdad” lo cual no significa que hemos de ignorar el mandamiento literal – violando flagrantemente la letra de la ley.
Cristo enseño que no solamente debemos no asesinar (físicamente) sino aprender a guardar el “espíritu” de este mandamiento – debemos no odiar debemos no asesinar en nuestro pensamiento y en nuestros corazones.
No solamente estamos obligados a no cometer adulterio (físicamente), sino que también debemos aprender a guardar este mandamiento en cuanto a su finalidad – evitando aún “codiciar” en nuestros corazones. Cuando nosotros codiciamos a una mujer, cometemos adulterio espiritual. Y cuando “odiamos” a alguno en nuestros corazones estamos cometiendo asesinato espiritual (1; Juan 3:15).
Para que guardemos los mandamientos en nuestro pensamiento y en nuestros corazones (según la real finalidad y el verdadero propósito inherentes a la ley). También debemos guardar la ley en lo que respecta a su letra ¿O ocaso podemos cometer adulterio o asesinato físico , y a pesar de ello obedecer la finalidad espiritual de estos mandamientos? Por supuesto que no.
Y esto mismo tiene aplicación respecto al cuarto mandamiento. Realmente hemos de guardar el sábado en el Espíritu. No haciendo nuestras propias cosas” en dicho día. Hemos de abstenerse de nuestras labores físicas. Como lo hizo Dios después de sus seis días de creación Génesis 2:1-3;Hebreos 4:4.
En otras palabras debemos aprender a guardar el sábado en el espíritu según el propósito original de dios pero también hemos de guardar literalmente el séptimo día. No podemos guardar el sábado en nuestros corazones, si continuamos en nuestras ocupaciones o negocios habituales, en nuestros pasatiempos mudanzar o en otras actividades similares, y no en la observancia acorde al espíritu y finalidad de este día santo.
Por supuesto puede haber ocasiones en que uno se vea precisado a “quebrantar” el texto literal del sábado de “no trabajar” para guardar “el espíritu” o finalidad de este día. Los ejemplos podrían incluir emergencias o la salvación de una vida humana en tal dios . Aún cuando ello requiera trabajo extraordinario.
Ningún acopio de buenas obras o de observancia de los mandamientos ni clase alguna de cumplimientos legales (sea de los Diez Mandamientos , o de leyes ceremoniales, de sacrificios o de ritualistas) puede ni aun remotamente justificarnos. La observancia de cualquiera ley no puede de sí mismo perdonar nuestros pecados pasados (las violaciones de la ley de Dios que hemos cometidos.
Aquí es donde tiene aplicación el sacrificio de Cristo. La muerte de Cristo fue suficiente para pagar la pena merecida por todos los pecados cometidos o por cometer de todo la humanidad. Por ello verdaderamente “por gracias sois salvos” Efesios 2:5.
Gracias significa algo que es dado gratuitamente. Nuestro pasado pecaminoso es hecho limpio por el perdón que constituye un don gratuito de Dios. Por medio del Espíritu Santo, que es u don gratuito, recibimos fuerza y poder para vivir en lo sucesivo una vida divina.
Es así que por su gracia (su don gratuito) somos salvo y no por nuestras propias obras.
Pero muchas. Escrituras muestran que debemos obedecer a Dios que debemos tener buenas obras: “Porque por gracias sois salvas por medio de la fe; y esto no de vosotros pues de don de Dios; No por obras para que nadie sea glorié. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellos “efesios 2:8-10.
Aunque ningún cúmulo de acentos de obediencia a los mandamientos sobrará a persona alguna, Dios empero exige obediencia .
Nosotros somos mandados a guardar sus mandamientos.
Jesucristo inspiró a su siervo Juan para que escribiera “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos si guardamos sus mandamientos . El que dice, yo le conozco y no guarda sus mandamientos, él tal es mentiroso, y la verdad no esta en él” (1º Juan 2:3-4).
Pero el cristiano debe ir más allá de lo que le es mandado yendo más allá del “deber” Lucas 17:10) “y cualquier cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él.” (1º Juan 3:22).
Además el mismo apóstol Juan fue inspirado para revelar que la verdadera Iglesia de Dios sería una iglesia que observa los mandamientos. (Apocalipsis 12:17;14:12).
¿Es importante la observancia de los mandamientos? Determina Dios que guardamos sus mandamientos todos los diez? ¿Seremos bendecidos si guardamos sus mandamientos o bien, como algunos pretenden hacerlo creer al guardarlos estaríamos bajo una terrible maldición? ¿Qué dice Dios al respecto? “Bienaventurados son los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas de la ciudad” (Apo. 22:14, versión Reina- Valero Revisión de 1909). Advierta Ud. que este versículo no dice: “bienaventurados son aquellos que guardan algunos de sus mandamientos”. Cuando Jesús dijo al joven rico “guarda los mandamientos” claramente se refirió a la ley espiritual de Dios comúnmente llamado “moral” (Mateo 19:16-19).
¿Nos arrepentiremos del pecado de haber transgredido la ley espiritual de dios? Dios nos mando arrepentirnos – dejar de quebrantar su ley (1º Juan 3:4) David,. Un hombre según el corazón de Dios, fue inspirado para decir: “OH, cuanto como tu ley – todo el día es ella mi meditación” (Salmo 119:94). Isaías también sabía que la obediencia a la ley de Dios es el único camino a la paz, a la felicidad, a la prosperidad y a la vida eterna, OH, si hubiera atendido a mis mandamientos, fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar Isaías 48:18.
El DECÁLOGO DE DIEZ MANDAMIENTOS reúne las condiciones de un código moral perfecto, contemplar las necesidades de toda la humanidad como sólo puede hacerlo una ley formulada por aquel que sabe de dónde viene el hombre y a dónde va y que “de una sangre ha hecho todo el linaje del hombre para que habitasen sobre la faz de la tierra” como dijo el apóstol pablo a los atenienses. A sido siempre y sigue siendo el fundamento de las leyes de los pueblos cultos del mundo pero siempre las ha superado. Es sencillo, breve y abarcante. En sólo diez preceptos establecen la norma de conductas del hombre en sus relaciones con Dios y con su prójimo. Se aplica a los seres humanos de todas las razas y culturas. El hombre más perfecto nunca supera sus principios, y el más defectuoso puede sentir su responsabilidad de practicarlos. Sirve como norma de conductos en todos los grados de desarrollo del hombre.
Contempla las posibilidades más elevadas del perfeccionamiento humano y provienen todos los delitos. Cuando prohíbe el crimen, el robo, el adulterio prohíbe todos los atentados contra la vida la propiedad y la pureza respectivamente, porque en aquellos delitos que son los mayores de su género, están comprendidos todos los menores.
La ley moral dada por Dios debe ser perfecta desde el principio, y así es el Decálogo. No ha evolucionado ni ha alcanzado la perfección por etapas. Es Consumadamente perfecto desde que se lo conoce. Presenta la santidad ilimitada de la divinidad en un lenguaje comprensible para el hombre. Nunca ha tenido que ser revisada o mejorada. Al referirnos a esta ley, el salinita dijo: “La ley de Jehová es perfecta” y de sus preceptos declaro dirigiéndose a su autor. “Hacen ya muchos que han entendido sus testimonios que para siempre los has establecido”. En el sermón del monte Jesucristo sostuvo la eternidad de la ley moral de Dios cuando afirmó: No penséis que ha venido para abrogar la ley a los profetas:_ no he venido para abrogar sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra ni una gota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. Luego comentó algunos preceptos del decálogo por lo que demostró que se refería a él en las declaraciones anteriores.
Más aún: Cristo magnificó la ley, atribuyendo un gran alcance espiritual. Declaro que el que se enoja contra su hermano o lo insulta vista el mandamiento que prohíbe matar: “ que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla”, adultera en su corazón . Demostró que la ley de Dios es un conjunto indivisible que expresa el carácter y la voluntad del creador y se cumple únicamente cuando se ama a dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerza, y al prójimo como a uno mismo.
Así la resumió en dos grandes preceptos de amor, de los cuales dijo: De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”.
El gran teólogo y apóstol San Pablo afirmó más explícitamente en el capítulo trece de su Epístola a los Romanos, que los dos grandes preceptos de amor abarcan sumariamente todos los mandamientos del Decálogo, sin anular ninguno de ellos. Así se comprenden la declaración del apóstol Santiago, según la cual el que viola un mandamiento de la ley divina transgredí todo la ley; porque no se puede quebrantar un precepto del Decálogo sin quebrantar el principio del amor que, cual hilo de oro, corre a través de todas las inspira y compenetra.
Esta ley de amor es la ley de la vida.
Así lo indicó Jesús. En respuesta al joven príncipe que le pregunto: ¿Qué bien haré para tener la vida eterna?.
El maestro respondió: Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” y para que supiera a cuales se refería, mencionó algunos de los preceptos del decálogo, que se resumen en las palabras: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Es también esta ley moral la norma perfecta de la justicia el fundamento de la paz. Lo afirman de muchas maneras diversas escritores del libro de texto del cristianismo, la Biblia. Declaran que sus mandamientos son juntos. Y el gran legislador Moisés escribe: “Tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado”.
Para comprender la verdadera naturaleza de la ley moral, y la influencia sobre la paz, lo mejor es verla ejemplificada en la vida de Cristo, quién, como lo anuncia el profeta, vino a “magnificar la ley y engrandecerla”: Y de sí mismo declaró hablándole al Padre. “Me complazco en hacer tu voluntad, OH Dios mío, y tu ley está en medio de mi corazón”. Y otra vez conservando con sus discípulos dijo: yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”.
El más autorizado defensor de la ley de Dios fue Jesús, y su mejor alegato a favor de ella y su más valioso comentario de la misma fue su vida. La vida de amor de Jesucristo proclama las excelencias de la ley de dios. Su abnegado servicio al hombre, al más indigno y necesitado del hombre; su respetuosos y solicita consideración de Judíos y samaritanos y gentiles: su benignidad y tolerancia, su espíritu perdonador, su inmaculada pureza y perfección moral; eso magnifica la ley que rigipo su vida, y demuestra que si se la obedeciera hoy día, se establecería la paz ideal.
¿Cómo habría guerra y contiendas si los hombres adoraran verdaderamente al creador en lugar de rendir culto a las riquezas, la gloria a las ambiciones personales, y si respetaran los mandamientos que prohíben codicias, mentir robar y matar?.
Sería difícil establecer la paz si los hombres amaran al prójimo como a sí mismos? ¿Qué principio podría girar con mayor seguridad a la paz con aun heladas al consiguiente bienestar del mundo que el principio del amor que hace de la “regla de oro” la norma del trato mutuo de los individuos y las naciones? Esa “regla de Oro” fue anunciada por Cristo con estas palabras: Como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.
David divinamente inspirado, expuso así la ley como base de la paz , en una oración a dios. Mucho paz tiene los que aman tu ley, y no hay para ellos tropieza” Y Dios mismo, por intermedio de Isaías, hablar a todo hombre y nación diciendo:; OH, si hubieras atendido a mis mandamientos. Fuera entonces tu paz como un rió, y tu justicia como las ondas del mar”. La figura de un río ilustra la movilidad y perpetuidad de la paz verdadera. Que se obtiene obedeciendo la ley de Dios. No es una paz estática que se empeña en la conservación el statu que y depende de ella. No es una paz de cárcel, de tumba o de charco. Es una paz que tiene el movimiento de la vida, del agua corriente, y como está no se corta o interrumpe. No es una tregua. Es un estado permanente de cosas que siempre avanzan de acuerdo con las leyes de la vida.
Aunque no se deben ignorar los hechos las fragilidades humanas, por ejemplo y no se puede prescindir del castigo y de la fuerza para reprimir el mal y defender el buen la justicia se enseña y enaltece mucho más eficazmente, con el ejemplo que con la fuerza, con la verdad que con la espada.
Era sábado Jesús y sus discípulos habían entrado a la sinagoga para adorar. Entre los adoradores Jesús vio a un hombre inválido que tenia una mano deforme e inútil. El hombre reconoció a Jesús. Sabía que era el hombre de Nazaret que hacia milagros, haciendo acopio de valor, le llamó diciendo; Maestro; ¿Quieres sanarme? Los fariseos miraban atentamente ¿Era esta la oportunidad de deshacerse de Jesús? Durante semanas habían estado esperando que Jesús quebrantará alguna de las muchas tradiciones que regían la vida civil y religiosa de Juda. Entonces podrían arrastrarlo a la corte ¿Sanaría aquél hombre? Esto quebrantaría el Santo sábado de dios, según su interpretación de la ley. La Biblia relato lo que sucedió: Y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: es lícito sanar en el día de reposo Mateo 12:10.
La letra con la ley con respecto al sábado era muy clara: “No hagas en la obra alguna” (EXODO20:10). Pero ¿Consideraba Dios la sanidad divina como trabajo?
¿Se ha formulado Ud. alguna vez preguntas como éstas relacionado con el sábado de Dios o acerca de cualquiera de las otras leyes de dios. Seguramente si lo ha hecho. Exceptuando lo poco que aprendieron en la escuela dominical acerca de los Diez Mandamientos, pocos saben algo que respecto al maravilloso sistema de leyes y mandamientos del creador.
Sin embargo, miles están aprendiendo la verdad acerca de la ley de Dios por medio de esta revista otras literaturas publicadas por la iglesia de Dios Universal. Están aprendiendo que las leyes de Dios todo poderoso no son anticuadas. En cambio, constituyen principios eternos inmentables y determinar la forma como operan la naturaleza y la sociedad.
Sin embargo, no es sólo el éxito material lo que esta en juego. Guardar correctamente las leyes de Dios también produce bendiciones espirituales. Por ejemplo , quién guarda los mandamientos empieza a desarrollar el mismo carácter del eterno. A medida que va avanzando en el conocimiento del gran plan de Dios venidero dependerá en gran parte de sí aplicar sabiamente la ley de Dios hoy.
¿Cómo podemos cosechar las bendiciones de la ley de dios? La respuesta: aprendamos a guardar la ley tal como lo hizo Jesucristo. Regresemos, pues, a aquel momento tenso en la sinagoga hace casi dos mil años. Jesús capta inmediatamente la intención de la pregunta de los fariseos: “¿Es lícito sanar en el día de reposo?” Y exclamo disgustado ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una, oveja, y si esta cayera en u hoyo en día de reposo, no le eche mano y la levante? Pues ¿Cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente es lícito hacer el bien en los días de reposo” (Mateo 12:11-12).
Entonces Jesús le dijo al hombre que extendiera su mano, y ésta le fue restaurada ante el asombro de todos. Recordemos las palabras de Jesús antes de realizar aquel milagro: “Es lícito hacer el bien en los días de reposo”: ciertamente esto era una afirmación monumental. ¿Porqué? Porque Jesucristo estaba señalando el espíritu de la ley.
He aquí la clave para poder guardar correctamente las leyes de Dios. Debemos aprender a reconocer el espíritu de la ley, la intención original detrás de cada ley.
Tomemos el sábado como ejemplo. Dios hizo el sábado como una bendición para el hombre. Quería que fuera una pausa refrescante para brindarle al hombre la oportunidad de recuperarse físicamente y a la vez de acercarse al creador en adoración y en amor para el prójimo. Jesús conocía el espíritu del mandamiento del sábado. Por consiguiente. Él sabía que un segundo de esfuerzo divino utilizado para sanar en el día santo era lícito.
Aquel hombre fue librado de su carga porque Jesús conocía la intención divina detrás del sábado. Recibió una bendición que jamás había soñado porque Jesucristo reconoció al espíritu de la ley. Por otra parte, pasar por alto el espíritu de la ley puede traer consecuencias devastadoras. ¿ Recuerde Ud. a los fariseos? Solo veían la letra de la ley, las palabras exactas utilizadas por los siervos humanos de Dios cuando escribieron las instrucciones divinas.
Se preocupaban más por un tecnicismo doctrinal que por ponerle fin al sufrimiento de un ser humano.
Jesús dijo de ellos: “Porque atan cargar pesadas y difíciles de llorar y las ponen sobre los hombres de los hombres. Hoy vosotros escribas y fariseos, hipócritas, Porque .... dejáis lo más importantes de la ley: La justicia la misericordia y la fe “Mateo 23:4-23).
Partes de la divina Comisión de Jesús consistía en señalar que las leyes de Dios eran más que simples rituales: No penséis que he venido para abrogar la ley ... no he venido para abrogar, sino para cumplir (Mateo 5:17). Jesús quería cumplir o complementar la comprensión de la ley. Él demostró que existía un aspecto más importante que las líneas de conducta superficiales basadas en el análisis de la ortografía precisa y redacción de los textos. Él señala el espíritu de la ley.
Cristo recalcó a sus discípulos la importancia del espíritu de la ley Después Pablo escribió. “Así mismo (Dios) nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu” (II corintios 3:6). Los apóstoles siempre consideraban cuidadosamente el espíritu de la ley antes de tomar decisiones en cuestiones doctrinales o de comportamiento cristianos. Era necesario proceder así especialmente en casos como el de la circuncisión, donde la letra de la ley no se aplica directamente el caso en cuestión.
Esto es lo que Dios ve cuando mira desde el cielo. Los males del mundo y los sufrimientos de las personas no ocurren “porque si” ¿Qué es lo que pasa ¿No hay pues, esperanza de un mundo diferente a uno en que abunden las noticias buenas? ¿Qué es lo que más ocupa la mente de Dios el observar estas crisis de un mundo que va de mal en peor?.
Dios es amor(1º Juan 4:8) y el amor es un interés altruista por los demás. A Dios le importa y le interesa la suerte de sus criaturas. No le agrade ver sufrir a la humanidad por causa de los múltiples males en el mundo actual. Dios quiere que seamos prosperados en todas las cosas y que tengamos salud, (III Juan 2) Jesucristo vino para que tuviéramos vida y para que la tuviéramos en abundancia (Juan 10:10). Para impedir el dolor y el sufrimiento Dios instituyó desde el principio una ley inexorable, un camino de vida que garantiza todo resultado bueno y conveniente que se puede desear. El rey David dijo: “la ley del eterno es perfecta que convierte el alma...Los mandamientos del Eterno son sectos que alegran el corazón... tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón” (salmo 19;7-11).
Guardar la ley de Dios producirá y causaría grandes recompensas, <pero la humanidad en general ha hecho someterse a la autoridad de Dios muchos sencillamente hacen caso omiso de Dios: otros dicen adorarlo, pero se niegan a obedecerle, diciendo que su ley fue abolida.
 

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