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Publicaciones de Estudiantes
Calos G. Ramos Viteri
Titulo: Los Diez Mandamientos
Area: Filosofía / Teología
Pais: Estados Unios
Perfil:
Programa:
Available for Download:
Yes
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Sin el
antiguo testamento no conoceríamos
la estructura exacta de la ley real
de Dios. Sin el antiguo Testamento
ni siquiera sabríamos que el número
total es 10. ¿Cómo sabemos que los
mandamientos son 10? Lo sabemos
porque la Biblia hebrea emplea en
dos ocasiones la expresión “Los diez
mandamientos” (Deuteronomio 4:13 y
10 : 4 ) .
¿Porqué son 10? ¿Cuál es el
significado de este número?.
El número 10 expresa los conceptos
de orden completo, de plenitud de
ciclo.
Según las sagradas escrituras
cayeron sobre la Tierra de Egipto 10
plagas que completaron el juicio de
Dios sobre esa nación. Noé fue el
décimo desde Adán y con su
generación terminó la era
antediluviano. Diez naciones o
grupos de naciones componen el
último renacimiento del Imperio
Romano en estas generaciones. Diez
vírgenes representan la totalidad de
la iglesia del Nuevo Testamento a lo
largo de los siglos.
Diez es un número que indica
perfección espiritual. El décimo
mandamiento en sí mismo es, por así
decirlo, un mandamiento “ abierto “
: “ No codiciarán... cosa alguna de
tu prójimo”.
Por su misma naturaleza, incluye
cualquier punto que nos pueda
parecer que Dios omitió. Este
mandamiento, el décimo y último
lleva su plenitud la perfección
espiritual porque tiene que ver
antes todo con los procesos del
pensamiento . Pensamos y luego
actuamos, codiciamos y luego
hurtamos antes de referirnos al
orden de los mandamientos, debemos
considerar su origen. E. Preámbulo
de cualquier documento que rige el
comportamiento humano reviste suma
importancia.
El preámbulo del Decálogo define sin
origen al decir: “ y hablo Dios
todas estás palabras, diciendo”
EXODO 20; 1). La carta magna fue
escrita por un grupo de nobles
ingleses. La redacción de la
Declaración de Independencias
norteamericana se debe
principalmente a Tomás Jefferson.
Más recientemente la Declaración de
Lima fue redactadas por los
delegados a la octava conferencia
Interamericana. Todos estos
documentos son productos de hombres.
En cambio los 10 mandamientos fueron
pronunciados por la boca de Dios (Deuteronomio
10:1-4). He allí la diferencia.
Luego viene el prólogo “Yo soy el
Eterno, tu Dios, que te saqué de la
tierra de Egipto de casa de
servidumbre (EXODO 20:2.)
Los 10 mandamientos son para toda la
humanidad, Empero, el prólogo define
la condición del pueblo al cuál se
dirigieron inicialmente. La antigua
Israel pertenecía a Dios por lo que
Él habría hecho por ella: Librarla
de la esclavitud, y la Israel
espiritual (La Iglesia del Nuevo
Testamento) pertenecía a Dios porque
él la ha sacado de la esclavitud
espiritual.
La nación de Israel recibió los 10
mandamientos en medio de un
despliegue majestuoso. Según la
tradición, el dios fue la fiesta de
las primicias que era para los
hebreos el equivalente de la fiesta
de Pentecostés en el Nuevo
Testamento. El mandamiento número
uno se completa en estas pocas
palabras: “no tendrás dioses ajenos
delante de mí (EXODO 20:2) . La
lealtad de Dios es antes que todo.
Esto debe ser obvio. Los
mandamientos dos o cuatro definen la
naturaleza de esta lealtad. El orden
general de los 10 mandamientos es
natural. Los cuatro primeros nos
enseñan a amar a Dios, los seis
últimos a amar al prójimo. Una y
otra cosa es esencial, pero Jesús
explica que amar a nuestro creador “
es el primero y grande mandamiento”.
Mateo 22:36-40).
El número cuatro sirve de puente
entre Dios y el hombre. Debemos
recordar el dios de reposo sábado
para santificarlo nuevamente fue
Jesucristo quién explicó que “el
dios de reposo fue hecho por causa
del hombre, y no el hombre por causa
del dios de reposo”. (Marcos 2:27).
El número cinco es “Honra a tu padre
y a tu madre”. Es fácil reconocer
porqué antecede a los otros cinco.
El apóstol Pablo lo llamo “el primer
mandamiento con promesa” (Efesios
6:2). La consecuencia de realmente
honrar al padre y a la madre seria
una larga vida. Este mandamiento es
básico para la lealtad en la familia.
Como que une fuertemente a las
generaciones. Si se guarda con el
espíritu correcto, la observación de
los cinco mandamientos que siguen
será casi cuestión de hábito.
Es cierto sentido los cinco últimos
son absolutamente necesario porque
los seres humanos no suelen honrar a
su padre y madre. Como explicó el
apóstol Pablo al joven evangelista
Timoteo “la ley no fue dada para el
justo sino para los transgresores y
desobedientes. Para los limpios y
pecadores, para los parricidas y
matricidas” (1º Timoteo 1:9).
El mandamiento número seis, que
prohíbe el homicidio, sé contra en
la preservación de la vida misma.
Las naciones, así como los
individuos, pueden quebrantar este
mandamiento, y lo hacen. Los hombres
reunidos en naciones, sean
capitalistas o marxistas, amenazan
hoy todo la vida humana por medio de
la guerra nuclear. Pero Dios dice a
las naciones “no mataras”.
El número siete se asienta hacia la
familia. Su observancia une el padre
y a la madre estrechamente. Prohíbe
en principio toda forma de licencia
sexual, no solamente el adulterio.
Por quebrantarlo, la humanidad esta
en peligro, no nos equivoquemos: El
herpes, el SIDA y demás enfermedades
transmitidas por vía sexual se
propagan como consecuencia directa
de quebrantar este mandamiento.
¿Quiere Dios que Ud. Guarde el
“espíritu” o la “letra de sus
mandamientos?
¿O quiere el que Ud. Guarde ambos,
el “espíritu “ y la “letra” de su
ley?
Algunos CREEN que el cumplimiento de
los DIEZ mandamientos de Dios es
innecesario para la salvación.
Muchos cristianos profesos creen que
deben guardar nueve de los
mandamientos, constituyendo la
excepción el mandamiento
concerniente al sábado.
Otros más profesan creer en el
“DECÁLOGO” pero quebrantan los
mandamientos primero y segundo
reverenciando imágenes transgreden
los cuanto mandamientos mediante la
sustitución de un día de reposo
falto hollomido y pisoteando otro de
“ los diez por sus creencias o su
proceder inadecuados.
La Biblia revela que Satanás ha
engañado “al mundo entero”. Y el
fundador del cristianismo previno:
“Mirad que nadie os engañe” (Mateo
24:4) más aún, El mismo predijo:
muchos falsos profetas se levantarán
y engañarán a muchos” Mateo 24:411.
Pablo también dio la voz de alarma
al decir “más los malos hombres y
los engañadores irán de mal en peor
engañando y siendo engañados” 2º.
Timoteo 3:15)
El apóstol Juan también escribió que
en ese día había surgido “mucho
anticristo” (1º Juan 2:18). Por ello
exhortó: Amados, no creáis a todo
espíritu, sino probad los espíritus
si son de Dios, porque muchos faltos
profetas han salido por el mundo”
(1º Juan 4:1).
Pedro también predijo grande
apostasías “Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como habrá
entre vosotros falsos maestros, que
introducirán encubiertamente
herejías destructoras” (2ª de Pedro
2:1).
¿Lograrían su objetivo de arrastrar
multitudes al error? Y muchos
seguirían sus desolaciones, por
causa de los cuales el camino de la
verdad será blasfemada ( 2º Pedro 2:
2) Los falsos maestros con sus
engaños sutiles, llegarían a ser tan
diabólicamente efectivos que
engañarían según dijo: Cristo mismo
“si fuere posible aún a los
escogidos” Mateo 24:24). Ya algunos
de “los escogidos” han escuchado a
los falsos maestros y han quedado en
situación critica.
¿Es necesario para la salvación la
obediencia a los DIEZ MANDAMIENTOS?
¿Qué dijo Jesús respecto a esto?
Cuando un joven pregunto qué debía
hacer para recibir la vida eterna,
Jesús le dijo: “guarda los
mandamientos” Mateo 19: 16-17):
Marcos 10:17-19).
Cristo mencionó cinco de los Diez
mandamientos (Mateo 19:18-19) y a
continuación citó uno de los dos
grandes mandamientos (Véase Mateo
22:36-40) “Amaras a tu prójimo como
a ti mismo” (Mateo 19:19). Por
supuesto, los otros cinco
mandamientos eran tan realmente
obligatorios, como los cinco que
Cristo específicamente enumeró.
Además Jesús sabía que algunos
falsamente enseñarían que Él había
venido “abolir” los mandamientos de
Dios por tanto añadió. “No penséis
que he venido abrogar la ley o los
profetas, no he venido para abrogar
sino para cumplir” ( Mateo 5:17).
Entonces él previno. “De manera que
cualquier que quebrante uno de estos
mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres muy pequeño
será llamado en el reino de los
cielos; más cualquiera que los haga
y los enseña, éste será llamado
grande en el reino de los cielos”
(Mateo 5:19).
¿Cuál de los mandamientos supondría
usted que es “el más pequeño” ¿El
cuarto mandamiento? ¿El segundo? ¿El
tercero? Cristo no abroga la ley de
Dios antes bien le magnifico y la
hizo gloriosa: El Eterno (Cristo) se
complació por amor de su justicia en
magnificar la ley y engrandecerla “
(Isaías 42:21).
Pero ¿Cómo magnifica Él la ley de
Dios? Advierta usted como magnificó
Cristo el sexto mandamiento: Oísteis
dijo Jesús “que fue dicho a los
antiguos, no matarás. Pero yo os
digo que cualquiera que se enoje
contra su hermano, será culpable de
juicio Mateo 5:21-22) “Todo aquel
que aborrece a su hermano”, dijo
Juan, es homicida (1 Juan 3:15).
He aquí cómo Cristo magnificó el
séptimo mandamiento” Oísteis que fue
dicho: no cometerás adulterio, Pero
yo os digo que cualquiera que mira a
una mujer para codiciarla ya
adultero con ella en su corazón”
Matero 5:27-28). Ahora bien ¿Cuál
ley o cuales leyes”) fue lo que
Cristo vino a magnificar? ¿ Vino él
a engrandecer o magnificar las
prescripciones “ Ceremoniales”
“Sacrifícales” o “Ritualisticas”
establecidas en la ley de Moisés” ¿O
vino él a magnificar los Diez
Mandamientos, o sea la ley
“espiritual comúnmente llamada la
ley “moral” Romano 7:14?
Es verdad que la “ley de Moisés”
completas, como fue duda en el
Antiguo Testamento, no es totalmente
aplicable actualmente a los
cristianos. Pero esto no significa
que todos las leyes enumeradas en
los libros que escribió Moisés ,
carezcan actualmente de sentido.
Cristo hizo los dos grandes
mandamientos de levítico 19;18 y
Deuteronomio 6:5 tan obligatorios a
los cristianos en el Nuevo
Testamento, como lo fueron a quienes
estaban bajo la ley de Moisés:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con
todas tus fuerzas, y con toda tu
mente y a tu prójimo como a ti mismo
(Lucas 10;27-28).
La ley de Dios se halla confirmada
en todas formas desde el Génesis
hasta el Apocalipsis” oyó Abraham mi
voz y guardó y precepto, mis
mandamientos, mis estatutos y mis
leyes (Génesis 26:5).
Abraham complementa su fe (su
creencia con obras, con obediencia
activa: ¿no fue justificado por las
obras Abraham nuestro padre, cuando
ofreció a su hijo Isaac sobre el
altar? ¿No-vez que la fe se
perfeccionó por las obras? (Santiago
2:21-22).
Y todavía hay quienes piensan que
los cristianos necesitan únicamente
“fe” o “creencias” sin obras. La
palabra de Dios dice que necesita
amabas cosas, en conjunto, la fe y
las obras (Santiago 2:14-22). Así no
permita Ud. Que alguien lo persuade
de que “Las obras” no son
ne3cesarias a los cristianos. El
Nuevo
Testamento revela que un creyente no
necesita guardias toda la “La ley de
Moisés”. Pero eso no significa que
ninguno de los mandamientos de
Moisés sea obligatorio al
cristianismo.
Un concilio de la Iglesia del Nuevo
Testamento (49 E.C.) determinó,
entre otras cosas, que ya no se
requería guardar toda la ley de
Moisés. En aquel entonces, algunos
propagaban la enseñanza de que los
cristianos debían ser circuncidados.
“Conforme al rito de Moisés , para
poder ser salvos. (Hechos 15:1).
Estos insistían en que se debe
guardar íntegramente la “la ley de
Moisés”. Pero algunos de la secta de
los fariseos, que habían creído, se
levantaron diciendo.
Es necesario circuncí ovarlas y
mandar los que guarden (todas) la
ley de Moisés” Versículo 5).
Los apóstoles, bajo inspiración
divina, decidieron que ya no era
necesario practicar la circuncisión,
que era parte de la ley mosaica.
Entonces escribieron cartas a todas
las Iglesias, explicándoles este
asunto. Por cuanto hemos Ohio que
algunos que han salido de nosotros a
los cuales no dimos orden, os han
inquietado con palabras, perturbando
vuestras almas mandando
circuncidaros y guardar la ley (de
Moisés) Versículo 5 Versículo 24). A
continuación los gentiles
convertidos fueron instruidos en lo
que ellos debían hacer para agradar
a Dios (versículo 28-29). En este
concilio no se debatí (no estaba
puesta en telas de juicio) la
cuestión de la obediencia a los Diez
Mandamientos de Dios.
La discusión se refería a la
observancia de la ley de Moisés con
todos sus laboratorios rituales
prescripciones carnales, sacrificios
etc.
Posteriormente. Pablo explica que
las ofrendas y sacrificios no pueden
hacer perfecto, en cuanto a la
conciencia a la que practica ese
culto. Ya que consiste sólo de
comidas y debidas de diversas
obligaciones y ordenanzas acerca de
la carne, impuestos hasta el tiempo
de reformar las cosas “Hebreos
9:9-10 Jesús enseño a los hombres a
adorar a Dios con el corazón “ Dios
es espíritu [ y lo que le adoran, es
espíritu y en verdad es necesario
que adoren ( 5 Juan 4:24).
Mucha gente está confusa en lo que
respecta al significado de la
palabra “ley”.
Él termino “ley” es demasiado amplio
y puede significar cosas muy
diferentes. Se puede referir a la
palabra de Dios a los cinco libros
de Moisés, a los Diez Mandamientos o
puede referirse a las “leyes” de
sacrificios que ceremoniales,
rituales o carnales dependiendo, en
cada caso, de su contexto.
Cuando Cristo dijo que el no había
venido “para abogar la ley2 se
estaba refiriendo a la terna ley
“espiritual” (o Moral) de Dios no a
las leyes ceremoniales, de
sacrificios ritualísticas o carnales
contenidas en “ la ley de Moisés”.
Así mismo, cuando Pablo habló de la
“ley” unas veces se refirió a los
Diez Mandamientos, y en otras
ocasiones se refirió claramente a
las leyes “menores” contenidas en la
ley de Moisés.
Advierta ud como él alude a los Diez
Mandamientos en el contexto de
Romanos 7:1-25: “No conocí el pecado”
Pablo escribió, “sino por la ley,
porque tampoco conociera la codicia,
si la ley no dijera: No codiciaras (versículo
7). “La ley” mencionada aquí es
obviamente la de los Diez
Mandamientos de esta ley Pablo dice.
“De manera que la ley a la verdad es
santa y el mandamiento santo justo y
bueno” (versículo 12) Además el
allanamiento dice “Porque sabemos
que la ley es espiritual (versículo
14.
Si la ley de los Diez Mandamientos
es “espiritual” y es “santo” “justo”
y “bueno”.
Aquí Pablo no esta hablando de las
leyes ritualisticas, ceremoniales de
sacrificios o carnales contenidas en
la ley de Moisés. Antes bien,
claramente se refiere a los Diez
Mandamientos (versículo 7). Las
“leyes menores” contenidas en la ley
de Moisés fueron un “yugo”. No así
los Diez Mandamientos. Antes bien,
éstos son llamados la “perfecta ley,
la ley de la libertad” Santiago 1:25
) Santiago o también se refiere al
segundo gran mandamiento como a una
“ley real” Santiago 2:8).
En los capítulos primeros y segundo
de su epístola. Santiago alude con
toda claridad a la ley “espiritual”
de Dios expresada en los dos grandes
mandamientos y magnificados en los
Diez Mandamientos ¿Pensó Santiago
que algunos de los Diez fueron
“abolidos2 “porque cualquiera que
guardase toda la ley pero ofendiese
(transgredidse) en un punto, se hace
culpable a todos”. (Santiago 2:10).
Los Diez Mandamientos son como una
cadena de 10 eslabones. Si es roto
un eslabón (o un punto toda la
cadena es rota.
¿Cuántos puntos hay en esta ley de
la que habla Santiago? Él menciona
explícitamente los mandamientos
contra el adulterio y el asesinato
(versículo 11) y añade que esta “ley
de la libertad” es la ley por la
cual seremos juzgados (versículo
12).
La Biblia claramente ordena al
pueblo de Dios Mandamientos. Muchos
cristianos” al menos profesan
guardan nueve de los diez, pero el
cuarto mandamiento es el que causa
que muchos tropiecen. Y esto, a
pesar del hecho de que tanto
Jesucristo como sus apóstoles
guardaron el sábado. Cristo dijo con
toda claridad. “El sábado fue hecho
por causa del hombre (Marcos 2:27).
Jesús tuvo por costumbre guardar el
sábado, aunque no según las
tradiciones fanáticas de los
fariseos (Lucas 4:16;6;
13:10-1714:1-6) Sabemos que los
apóstoles también guardaron el
sábado y destacándose entre todos.
Pablo el apóstol de los gentiles
guardó el sábado (Hecho
13:14,42,44;17:2:18:4).
¿Fue cambiado el día de reposo del
séptimo al primer día de la semana
como afirman algunos? Tanto la
Escritura como la historia secular
demuestran que los cristianos
primitivos del Nuevo Testamento
guardaban el sábado. Las
observancias del Domingo llegaron a
ser costumbre popular, por la
influencia de grupos que profesaban
ser cristianos, siglos después de
que cristo y sus apóstoles murieron.
Finalmente el Emperador Constantino
hizo al “Domingo” el DIA oficial de
adoración en 321-323 EC.
Otros predicadores que profesan ser
cristianos tratan de convertir el
cuarto mandamiento en algo etéreo ,
“espiritualizado” proclaman que
guardan el sábado cada día de la
semana. Observe Ud. cómo es
explicado esto por uno de los
proponentes de estas falsas
doctrinas. Enfoquemos ahora nuestra
atención en el sábado, séptimo día
semanal. El sábado es una hermosa,
institución ..... Pero a través de
Cristo, el sábado físico ha sido
reemplazado por un (sábado)
perpetuo, que Cristo nos ha dado
para que la guardemos. Ahora estamos
experimentando el sábado de Dios
cada día de nuestras vidas, en un
sentido espiritual”. Ahora bien,
este predicador no aporta pruebas
escritura algunas de que Dios haya
hecho santos los siete días de la
semana. Carece totalmente de
autoridad bíblica para estas
aseveraciones antiescriturales. Sólo
hace dogmáticas aseveraciones
humanas sin validez bíblicas alguna
inclusive este predicador
antisabático añade. “El Cristiano
tiene cada día como un descanso
espiritual u observancias sabáticas
, y no le es necesario retornar a la
observancia de un día a la semana
que Israel, bajo la ley de Moisés,
estaba competido de observar”.
Pero este predicador tiene que
demostrar la invalidez de numerosos
Escrituras, pues Dios dice que el
sábado es el día séptimo “ Él afirma
que el sábado fue hecho “por causa
del hombre”” no sólo para el pueblo
judío. Dios declara que este día fue
dado como un día de descanso y
relajamiento físico a la vez que
como un día de rejuvenecimiento
espiritual mediante la adoración a
nuestro propio creador.
Aquellos cuya enseñanza es contraria
a guardar el sábado de Dios ignoran
los ejemplos de Cristo y de Pablo.
Vanamente suponen que se puede
“guardar” los otros seis días
“santos”cuando Dios cuando dios no
los ha hecho santos. Recuerde Ud. no
puede guardar agua caliente o fría a
menos que el agua haya sido hecha
previamente caliente o fría. De
manera análoga Ud. no puede “guardar
santo” aquello que no ha sido
previamente hecho santo, y el hombre
carece de poder para hacer Santos
cosa alguna. Sólo Dios puede hacer
algo santo, incluyendo al tiempo.
Algunos han concluido que
necesitamos guardar únicamente el
espíritu de la ley, pero no la
letra. ¿Qué decir acerca de esto?
¿Debe un cristiano observar la ley
de Dios que cuanto a la “letra o en
cuanto al espíritu o en ambos
sentidos?
La Biblia establece con bastante
claridad que ahora hemos de “adorar
a Dios en espíritu y en Verdad” lo
cual no significa que hemos de
ignorar el mandamiento literal –
violando flagrantemente la letra de
la ley.
Cristo enseño que no solamente
debemos no asesinar (físicamente)
sino aprender a guardar el
“espíritu” de este mandamiento –
debemos no odiar debemos no asesinar
en nuestro pensamiento y en nuestros
corazones.
No solamente estamos obligados a no
cometer adulterio (físicamente),
sino que también debemos aprender a
guardar este mandamiento en cuanto a
su finalidad – evitando aún
“codiciar” en nuestros corazones.
Cuando nosotros codiciamos a una
mujer, cometemos adulterio
espiritual. Y cuando “odiamos” a
alguno en nuestros corazones estamos
cometiendo asesinato espiritual (1;
Juan 3:15).
Para que guardemos los mandamientos
en nuestro pensamiento y en nuestros
corazones (según la real finalidad y
el verdadero propósito inherentes a
la ley). También debemos guardar la
ley en lo que respecta a su letra ¿O
ocaso podemos cometer adulterio o
asesinato físico , y a pesar de ello
obedecer la finalidad espiritual de
estos mandamientos? Por supuesto que
no.
Y esto mismo tiene aplicación
respecto al cuarto mandamiento.
Realmente hemos de guardar el sábado
en el Espíritu. No haciendo nuestras
propias cosas” en dicho día. Hemos
de abstenerse de nuestras labores
físicas. Como lo hizo Dios después
de sus seis días de creación Génesis
2:1-3;Hebreos 4:4.
En otras palabras debemos aprender a
guardar el sábado en el espíritu
según el propósito original de dios
pero también hemos de guardar
literalmente el séptimo día. No
podemos guardar el sábado en
nuestros corazones, si continuamos
en nuestras ocupaciones o negocios
habituales, en nuestros pasatiempos
mudanzar o en otras actividades
similares, y no en la observancia
acorde al espíritu y finalidad de
este día santo.
Por supuesto puede haber ocasiones
en que uno se vea precisado a
“quebrantar” el texto literal del
sábado de “no trabajar” para guardar
“el espíritu” o finalidad de este
día. Los ejemplos podrían incluir
emergencias o la salvación de una
vida humana en tal dios . Aún cuando
ello requiera trabajo
extraordinario.
Ningún acopio de buenas obras o de
observancia de los mandamientos ni
clase alguna de cumplimientos
legales (sea de los Diez
Mandamientos , o de leyes
ceremoniales, de sacrificios o de
ritualistas) puede ni aun
remotamente justificarnos. La
observancia de cualquiera ley no
puede de sí mismo perdonar nuestros
pecados pasados (las violaciones de
la ley de Dios que hemos cometidos.
Aquí es donde tiene aplicación el
sacrificio de Cristo. La muerte de
Cristo fue suficiente para pagar la
pena merecida por todos los pecados
cometidos o por cometer de todo la
humanidad. Por ello verdaderamente
“por gracias sois salvos” Efesios
2:5.
Gracias significa algo que es dado
gratuitamente. Nuestro pasado
pecaminoso es hecho limpio por el
perdón que constituye un don
gratuito de Dios. Por medio del
Espíritu Santo, que es u don
gratuito, recibimos fuerza y poder
para vivir en lo sucesivo una vida
divina.
Es así que por su gracia (su don
gratuito) somos salvo y no por
nuestras propias obras.
Pero muchas. Escrituras muestran que
debemos obedecer a Dios que debemos
tener buenas obras: “Porque por
gracias sois salvas por medio de la
fe; y esto no de vosotros pues de
don de Dios; No por obras para que
nadie sea glorié. Porque somos
hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellos “efesios
2:8-10.
Aunque ningún cúmulo de acentos de
obediencia a los mandamientos
sobrará a persona alguna, Dios
empero exige obediencia .
Nosotros somos mandados a guardar
sus mandamientos.
Jesucristo inspiró a su siervo Juan
para que escribiera “Y en esto
sabemos que nosotros le conocemos si
guardamos sus mandamientos . El que
dice, yo le conozco y no guarda sus
mandamientos, él tal es mentiroso, y
la verdad no esta en él” (1º Juan
2:3-4).
Pero el cristiano debe ir más allá
de lo que le es mandado yendo más
allá del “deber” Lucas 17:10) “y
cualquier cosa que pidiéramos la
recibiremos de él, porque guardamos
sus mandamientos y hacemos las cosas
que son agradables delante de él.”
(1º Juan 3:22).
Además el mismo apóstol Juan fue
inspirado para revelar que la
verdadera Iglesia de Dios sería una
iglesia que observa los
mandamientos. (Apocalipsis
12:17;14:12).
¿Es importante la observancia de los
mandamientos? Determina Dios que
guardamos sus mandamientos todos los
diez? ¿Seremos bendecidos si
guardamos sus mandamientos o bien,
como algunos pretenden hacerlo creer
al guardarlos estaríamos bajo una
terrible maldición? ¿Qué dice Dios
al respecto? “Bienaventurados son
los que guardan sus mandamientos,
para que su potencia sea en el árbol
de la vida, y que entren por las
puertas de la ciudad” (Apo. 22:14,
versión Reina- Valero Revisión de
1909). Advierta Ud. que este
versículo no dice: “bienaventurados
son aquellos que guardan algunos de
sus mandamientos”. Cuando Jesús dijo
al joven rico “guarda los
mandamientos” claramente se refirió
a la ley espiritual de Dios
comúnmente llamado “moral” (Mateo
19:16-19).
¿Nos arrepentiremos del pecado de
haber transgredido la ley espiritual
de dios? Dios nos mando
arrepentirnos – dejar de quebrantar
su ley (1º Juan 3:4) David,. Un
hombre según el corazón de Dios, fue
inspirado para decir: “OH, cuanto
como tu ley – todo el día es ella mi
meditación” (Salmo 119:94). Isaías
también sabía que la obediencia a la
ley de Dios es el único camino a la
paz, a la felicidad, a la
prosperidad y a la vida eterna, OH,
si hubiera atendido a mis
mandamientos, fuera entonces tu paz
como un río, y tu justicia como las
ondas del mar Isaías 48:18.
El DECÁLOGO DE DIEZ MANDAMIENTOS
reúne las condiciones de un código
moral perfecto, contemplar las
necesidades de toda la humanidad
como sólo puede hacerlo una ley
formulada por aquel que sabe de
dónde viene el hombre y a dónde va y
que “de una sangre ha hecho todo el
linaje del hombre para que habitasen
sobre la faz de la tierra” como dijo
el apóstol pablo a los atenienses. A
sido siempre y sigue siendo el
fundamento de las leyes de los
pueblos cultos del mundo pero
siempre las ha superado. Es
sencillo, breve y abarcante. En sólo
diez preceptos establecen la norma
de conductas del hombre en sus
relaciones con Dios y con su
prójimo. Se aplica a los seres
humanos de todas las razas y
culturas. El hombre más perfecto
nunca supera sus principios, y el
más defectuoso puede sentir su
responsabilidad de practicarlos.
Sirve como norma de conductos en
todos los grados de desarrollo del
hombre.
Contempla las posibilidades más
elevadas del perfeccionamiento
humano y provienen todos los
delitos. Cuando prohíbe el crimen,
el robo, el adulterio prohíbe todos
los atentados contra la vida la
propiedad y la pureza
respectivamente, porque en aquellos
delitos que son los mayores de su
género, están comprendidos todos los
menores.
La ley moral dada por Dios debe ser
perfecta desde el principio, y así
es el Decálogo. No ha evolucionado
ni ha alcanzado la perfección por
etapas. Es Consumadamente perfecto
desde que se lo conoce. Presenta la
santidad ilimitada de la divinidad
en un lenguaje comprensible para el
hombre. Nunca ha tenido que ser
revisada o mejorada. Al referirnos a
esta ley, el salinita dijo: “La ley
de Jehová es perfecta” y de sus
preceptos declaro dirigiéndose a su
autor. “Hacen ya muchos que han
entendido sus testimonios que para
siempre los has establecido”. En el
sermón del monte Jesucristo sostuvo
la eternidad de la ley moral de Dios
cuando afirmó: No penséis que ha
venido para abrogar la ley a los
profetas:_ no he venido para abrogar
sino para cumplir. Porque de cierto
os digo que hasta que pasen el cielo
y la tierra ni una gota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se
haya cumplido”. Luego comentó
algunos preceptos del decálogo por
lo que demostró que se refería a él
en las declaraciones anteriores.
Más aún: Cristo magnificó la ley,
atribuyendo un gran alcance
espiritual. Declaro que el que se
enoja contra su hermano o lo insulta
vista el mandamiento que prohíbe
matar: “ que cualquiera que mira a
una mujer para codiciarla”, adultera
en su corazón . Demostró que la ley
de Dios es un conjunto indivisible
que expresa el carácter y la
voluntad del creador y se cumple
únicamente cuando se ama a dios con
todo el corazón, con todo el
entendimiento y con todas las
fuerza, y al prójimo como a uno
mismo.
Así la resumió en dos grandes
preceptos de amor, de los cuales
dijo: De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas”.
El gran teólogo y apóstol San Pablo
afirmó más explícitamente en el
capítulo trece de su Epístola a los
Romanos, que los dos grandes
preceptos de amor abarcan
sumariamente todos los mandamientos
del Decálogo, sin anular ninguno de
ellos. Así se comprenden la
declaración del apóstol Santiago,
según la cual el que viola un
mandamiento de la ley divina
transgredí todo la ley; porque no se
puede quebrantar un precepto del
Decálogo sin quebrantar el principio
del amor que, cual hilo de oro,
corre a través de todas las inspira
y compenetra.
Esta ley de amor es la ley de la
vida.
Así lo indicó Jesús. En respuesta al
joven príncipe que le pregunto: ¿Qué
bien haré para tener la vida
eterna?.
El maestro respondió: Si quieres
entrar en la vida, guarda los
mandamientos” y para que supiera a
cuales se refería, mencionó algunos
de los preceptos del decálogo, que
se resumen en las palabras: “Amarás
a tu prójimo como a ti mismo”.
Es también esta ley moral la norma
perfecta de la justicia el
fundamento de la paz. Lo afirman de
muchas maneras diversas escritores
del libro de texto del cristianismo,
la Biblia. Declaran que sus
mandamientos son juntos. Y el gran
legislador Moisés escribe:
“Tendremos justicia cuando cuidemos
de poner por obra todos estos
mandamientos delante de Jehová
nuestro Dios, como él nos ha
mandado”.
Para comprender la verdadera
naturaleza de la ley moral, y la
influencia sobre la paz, lo mejor es
verla ejemplificada en la vida de
Cristo, quién, como lo anuncia el
profeta, vino a “magnificar la ley y
engrandecerla”: Y de sí mismo
declaró hablándole al Padre. “Me
complazco en hacer tu voluntad, OH
Dios mío, y tu ley está en medio de
mi corazón”. Y otra vez conservando
con sus discípulos dijo: yo he
guardado los mandamientos de mi
Padre, y permanezco en su amor”.
El más autorizado defensor de la ley
de Dios fue Jesús, y su mejor
alegato a favor de ella y su más
valioso comentario de la misma fue
su vida. La vida de amor de
Jesucristo proclama las excelencias
de la ley de dios. Su abnegado
servicio al hombre, al más indigno y
necesitado del hombre; su
respetuosos y solicita consideración
de Judíos y samaritanos y gentiles:
su benignidad y tolerancia, su
espíritu perdonador, su inmaculada
pureza y perfección moral; eso
magnifica la ley que rigipo su vida,
y demuestra que si se la obedeciera
hoy día, se establecería la paz
ideal.
¿Cómo habría guerra y contiendas si
los hombres adoraran verdaderamente
al creador en lugar de rendir culto
a las riquezas, la gloria a las
ambiciones personales, y si
respetaran los mandamientos que
prohíben codicias, mentir robar y
matar?.
Sería difícil establecer la paz si
los hombres amaran al prójimo como a
sí mismos? ¿Qué principio podría
girar con mayor seguridad a la paz
con aun heladas al consiguiente
bienestar del mundo que el principio
del amor que hace de la “regla de
oro” la norma del trato mutuo de los
individuos y las naciones? Esa
“regla de Oro” fue anunciada por
Cristo con estas palabras: Como
queréis que os hagan los hombres,
así hacedles también vosotros.
David divinamente inspirado, expuso
así la ley como base de la paz , en
una oración a dios. Mucho paz tiene
los que aman tu ley, y no hay para
ellos tropieza” Y Dios mismo, por
intermedio de Isaías, hablar a todo
hombre y nación diciendo:; OH, si
hubieras atendido a mis
mandamientos. Fuera entonces tu paz
como un rió, y tu justicia como las
ondas del mar”. La figura de un río
ilustra la movilidad y perpetuidad
de la paz verdadera. Que se obtiene
obedeciendo la ley de Dios. No es
una paz estática que se empeña en la
conservación el statu que y depende
de ella. No es una paz de cárcel, de
tumba o de charco. Es una paz que
tiene el movimiento de la vida, del
agua corriente, y como está no se
corta o interrumpe. No es una
tregua. Es un estado permanente de
cosas que siempre avanzan de acuerdo
con las leyes de la vida.
Aunque no se deben ignorar los
hechos las fragilidades humanas, por
ejemplo y no se puede prescindir del
castigo y de la fuerza para reprimir
el mal y defender el buen la
justicia se enseña y enaltece mucho
más eficazmente, con el ejemplo que
con la fuerza, con la verdad que con
la espada.
Era sábado Jesús y sus discípulos
habían entrado a la sinagoga para
adorar. Entre los adoradores Jesús
vio a un hombre inválido que tenia
una mano deforme e inútil. El hombre
reconoció a Jesús. Sabía que era el
hombre de Nazaret que hacia
milagros, haciendo acopio de valor,
le llamó diciendo; Maestro; ¿Quieres
sanarme? Los fariseos miraban
atentamente ¿Era esta la oportunidad
de deshacerse de Jesús? Durante
semanas habían estado esperando que
Jesús quebrantará alguna de las
muchas tradiciones que regían la
vida civil y religiosa de Juda.
Entonces podrían arrastrarlo a la
corte ¿Sanaría aquél hombre? Esto
quebrantaría el Santo sábado de
dios, según su interpretación de la
ley. La Biblia relato lo que
sucedió: Y preguntaron a Jesús, para
poder acusarle: es lícito sanar en
el día de reposo Mateo 12:10.
La letra con la ley con respecto al
sábado era muy clara: “No hagas en
la obra alguna” (EXODO20:10). Pero
¿Consideraba Dios la sanidad divina
como trabajo?
¿Se ha formulado Ud. alguna vez
preguntas como éstas relacionado con
el sábado de Dios o acerca de
cualquiera de las otras leyes de
dios. Seguramente si lo ha hecho.
Exceptuando lo poco que aprendieron
en la escuela dominical acerca de
los Diez Mandamientos, pocos saben
algo que respecto al maravilloso
sistema de leyes y mandamientos del
creador.
Sin embargo, miles están aprendiendo
la verdad acerca de la ley de Dios
por medio de esta revista otras
literaturas publicadas por la
iglesia de Dios Universal. Están
aprendiendo que las leyes de Dios
todo poderoso no son anticuadas. En
cambio, constituyen principios
eternos inmentables y determinar la
forma como operan la naturaleza y la
sociedad.
Sin embargo, no es sólo el éxito
material lo que esta en juego.
Guardar correctamente las leyes de
Dios también produce bendiciones
espirituales. Por ejemplo , quién
guarda los mandamientos empieza a
desarrollar el mismo carácter del
eterno. A medida que va avanzando en
el conocimiento del gran plan de
Dios venidero dependerá en gran
parte de sí aplicar sabiamente la
ley de Dios hoy.
¿Cómo podemos cosechar las
bendiciones de la ley de dios? La
respuesta: aprendamos a guardar la
ley tal como lo hizo Jesucristo.
Regresemos, pues, a aquel momento
tenso en la sinagoga hace casi dos
mil años. Jesús capta inmediatamente
la intención de la pregunta de los
fariseos: “¿Es lícito sanar en el
día de reposo?” Y exclamo disgustado
¿Qué hombre habrá de vosotros, que
tenga una, oveja, y si esta cayera
en u hoyo en día de reposo, no le
eche mano y la levante? Pues ¿Cuánto
más vale un hombre que una oveja?
Por consiguiente es lícito hacer el
bien en los días de reposo” (Mateo
12:11-12).
Entonces Jesús le dijo al hombre que
extendiera su mano, y ésta le fue
restaurada ante el asombro de todos.
Recordemos las palabras de Jesús
antes de realizar aquel milagro: “Es
lícito hacer el bien en los días de
reposo”: ciertamente esto era una
afirmación monumental. ¿Porqué?
Porque Jesucristo estaba señalando
el espíritu de la ley.
He aquí la clave para poder guardar
correctamente las leyes de Dios.
Debemos aprender a reconocer el
espíritu de la ley, la intención
original detrás de cada ley.
Tomemos el sábado como ejemplo. Dios
hizo el sábado como una bendición
para el hombre. Quería que fuera una
pausa refrescante para brindarle al
hombre la oportunidad de recuperarse
físicamente y a la vez de acercarse
al creador en adoración y en amor
para el prójimo. Jesús conocía el
espíritu del mandamiento del sábado.
Por consiguiente. Él sabía que un
segundo de esfuerzo divino utilizado
para sanar en el día santo era
lícito.
Aquel hombre fue librado de su carga
porque Jesús conocía la intención
divina detrás del sábado. Recibió
una bendición que jamás había soñado
porque Jesucristo reconoció al
espíritu de la ley. Por otra parte,
pasar por alto el espíritu de la ley
puede traer consecuencias
devastadoras. ¿ Recuerde Ud. a los
fariseos? Solo veían la letra de la
ley, las palabras exactas utilizadas
por los siervos humanos de Dios
cuando escribieron las instrucciones
divinas.
Se preocupaban más por un tecnicismo
doctrinal que por ponerle fin al
sufrimiento de un ser humano.
Jesús dijo de ellos: “Porque atan
cargar pesadas y difíciles de llorar
y las ponen sobre los hombres de los
hombres. Hoy vosotros escribas y
fariseos, hipócritas, Porque ....
dejáis lo más importantes de la ley:
La justicia la misericordia y la fe
“Mateo 23:4-23).
Partes de la divina Comisión de
Jesús consistía en señalar que las
leyes de Dios eran más que simples
rituales: No penséis que he venido
para abrogar la ley ... no he venido
para abrogar, sino para cumplir
(Mateo 5:17). Jesús quería cumplir o
complementar la comprensión de la
ley. Él demostró que existía un
aspecto más importante que las
líneas de conducta superficiales
basadas en el análisis de la
ortografía precisa y redacción de
los textos. Él señala el espíritu de
la ley.
Cristo recalcó a sus discípulos la
importancia del espíritu de la ley
Después Pablo escribió. “Así mismo
(Dios) nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de
la letra, sino del espíritu” (II
corintios 3:6). Los apóstoles
siempre consideraban cuidadosamente
el espíritu de la ley antes de tomar
decisiones en cuestiones doctrinales
o de comportamiento cristianos. Era
necesario proceder así especialmente
en casos como el de la circuncisión,
donde la letra de la ley no se
aplica directamente el caso en
cuestión.
Esto es lo que Dios ve cuando mira
desde el cielo. Los males del mundo
y los sufrimientos de las personas
no ocurren “porque si” ¿Qué es lo
que pasa ¿No hay pues, esperanza de
un mundo diferente a uno en que
abunden las noticias buenas? ¿Qué es
lo que más ocupa la mente de Dios el
observar estas crisis de un mundo
que va de mal en peor?.
Dios es amor(1º Juan 4:8) y el amor
es un interés altruista por los
demás. A Dios le importa y le
interesa la suerte de sus criaturas.
No le agrade ver sufrir a la
humanidad por causa de los múltiples
males en el mundo actual. Dios
quiere que seamos prosperados en
todas las cosas y que tengamos
salud, (III Juan 2) Jesucristo vino
para que tuviéramos vida y para que
la tuviéramos en abundancia (Juan
10:10). Para impedir el dolor y el
sufrimiento Dios instituyó desde el
principio una ley inexorable, un
camino de vida que garantiza todo
resultado bueno y conveniente que se
puede desear. El rey David dijo: “la
ley del eterno es perfecta que
convierte el alma...Los mandamientos
del Eterno son sectos que alegran el
corazón... tu siervo es además
amonestado con ellos; en guardarlos
hay grande galardón” (salmo
19;7-11).
Guardar la ley de Dios producirá y
causaría grandes recompensas, <pero
la humanidad en general ha hecho
someterse a la autoridad de Dios
muchos sencillamente hacen caso
omiso de Dios: otros dicen adorarlo,
pero se niegan a obedecerle,
diciendo que su ley fue abolida.
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