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Publicaciones de Estudiantes
Autor:
Mynor Dario Corzo
Santiago
Titulo:
UN ENFOQUE DE JUSTICIA EN
PROGRAMAS DE CRÉDITO ANTIPOBREZA PARA
AMERICA LATINA
Area:
Pais:
Perfil:
Programa: Administración de Negocios
Available for Download:
Yes
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RESUMEN EJECUTIVO
"Cuando alguien sueña, es un
sueno. Cuando muchos tienen el mismo
sueño,
estamos en los albores de una
nueva realidad. "
Helder Camara
Para muchas instituciones de
desarrollo y especialmente para
algunas
instituciones de Microfinanzas, la
promoción de la justicia significa
buscar una
"nueva realidad" para los y las
participantes en los programas de
Microfinanzas
puede ser más que un sueño.
Para la Institución de Micro
Finanzas (IMF) que enfrentan la
oportunidad para
cambiar significativamente las
condiciones que han producido
sufrimiento para un
sin número de seres humanos y han
impedido que las personas logren su
desarrollar en todo su potencial
humano.
Para los programas y las IMF que
están trabajando para el desarrollo
de la
microempresa y finanzas, o "crédito
anti-pobreza", el llamado a la
acción es
particularmente relevante. Como
técnicos/as especialistas en un
campo que
recientemente ha visto un
crecimiento y un cambio, en el
sector en general, nos
enfrentamos a una oportunidad y unos
retos únicos.
La competencia técnica que se ha
logrado generar, conjuntamente al
incremento
significativos en recursos humanos y
financieros, ha permiten a una pocas
instituciones a percibir un
verdadero impacto en las vidas de la
población que ha
participado en los programas, sus
comunidades y en general, en el
ámbito social y
político en el que se trabaja. Lo
importante de todo esto es que
actualmente se
ven cambios significativos. Sin
embargo, debemos aprovechar la
oportunidad
para que, utilizando el mismo tipo
de recurso humano y financieros
podamos
producir otro tipo de cambio: un
cambio más profundo que aumentar al
corto plazo
el valor de los activos de una
persona, o aumentar el acceso a
servicios
financieros. Lo que debemos buscar
es un cambio verdaderamente
significativo
en las relaciones de justicia para
nuestra población meta, las mujeres
pobres de la
economía de "supervivencia" del
mundo.
EI reto evidente es el de encontrar
una forma práctica para hacerlo. ¿Cómo
podemos, al mismo tiempo, buscar ser
líder en proporcionar servicios
financieros
sostenibles y de alta calidad,
adherirnos alas mejores prácticas
sectoriales,
innovar, aumentar escala, mejorar
responsabilidad y al mismo tiempo
perseguir
una estrategia de justicia? Aunque
no hay una respuesta fácil a esta
pregunta, el
hecho de haber planteado la
inquietud es un paso positivo. Este
documento
representa una propuesta sobre como
los programas de crédito anti-pobreza
de
América Latina pueden responder a la
pregunta. Uno de los propósitos es
de
compartir éste modelo con
instituciones locales, los logros
obtenidos en el intento
2
que durante el último año hemos
hecho para responder en forma
reflexiva a la
oportunidad y reto que la nueva
estrategia de justicia que se
presenta.
EI documento se divide en seis
breves secciones:
La primer sección define el contexto
en que el programas institucionales
de
microfinanzas y la comisión Técnica
para el Desarrollo de la
Microempresa,
ha trabajado en los últimos años.
La segunda parte brinda un resumen
de los principios guías, inspirados
por
la Enseñanza Social Católica, que
nos han proporcionado la "brújula
moral"
necesaria para guiarnos en nuestro
pensar y en la definición de nuevas
estrategias.
La sección tres, basada en el
desarrollo de una imagen objetiva
del futuro,
proporciona una nueva manera de
conceptualizar el papel de los
bancos
comunales y sus miembros, dentro de
una cultura de justicia y paz.
La parte cuatro proporciona un
análisis crítico de las
circunstancias y
situación de nuestros programas
actuales en relación con las
consideraciones de justicia.
La parte cinco ofrece una
descripción del uso de la "Lente de
justicia" para
definir los obstáculos que nos
previenen sobre la realización de
nuestra
nueva visión.
La sección seis proporciona una
descripción de nuevas áreas de
enfoque
como puntas focales para la
promoción de la justicia en nuestra
programación, incluyendo iniciativas
específicas para cerrar la brecha
entre
nuestra imagen del futuro y las
situaciones problemáticas que nos
enfrentan
hoy mismo.
Conclusión
La primera conclusión que obtenemos
en este proceso de reflexión es que
los
programas de crédito anti-pobreza
son, de hecho capaces de promover y
efectuar
cambio en los niveles más
sustanciales de la sociedad. La
comprensión y
aceptación de los principios
universales básicos es de
profunda importancia. En
este sentido, la enseñanza social de
la Iglesia Católica nos ha
proporcionado
elementos importantes en la
definición de estos principios y una
comprensión de
su naturaleza universal, tal como
están reflejados en casi todas las
religiones
importantes del mundo.
Dicho de manera sencilla, una
cultura de justicia y paz es una
consecuencia
3
directa del grado en que
nosotros, como sociedad, vivimos en
armonía con
los principios básicos, sin
importar nuestra cultura o religión.
Así que el
grado en que promovemos la justicia
y la paz mediante nuestros programas
de
crédito anti-pobreza será
consecuencia de nuestra capacidad
para encontrar
expresiones prácticas y consistentes
de estos mismos principios. Para los
programas de crédito anti-pobreza,
los principios identificados como
más relevante
incluyen la Opción para los
Pobres y Vulnerables, Solidaridad,
Subsidiaridad
y la Llamada a la
Participación.
Una segunda conclusión importante de
este proceso de reflexión es lograr
una
comprensión de la relevancia de las
relaciones en la sociedad
para asegurar
armonía con los principios básicos.
En ese sentido, debemos concebir
estos
ideales no solo como conceptos
morales abstractos, sino como formas
apropiadas
para estructurar relaciones con
individuos, con instituciones en la
sociedad, y con
la economía en general. AI hacer
esto, podemos visualizar mejor la
cultura de
justicia y paz que buscamos promover
y, al mismo tiempo, desarrollar una
comprensión más profunda de la
injusticia sufrida por los
individuos en nuestros
grupos meta a cuyos intereses
buscamos servir.
Finalmente, los programas de crédito
anti-pobreza han redefinido el papel
de los
bancos comunales (Se usa el término
bancos comunales, conocidos,
también,
como bancos comunitarios, aquí
porque representa a la metodología
más común
en los programas de crédito
anti-pobreza en América Latina. Sin
embargo, los
mismos conceptos pueden aplicarse
alas organizaciones populares de
ahorro y
préstamo organizadas al nivel
comunitario). Contrario a servir
solamente como
vehículos para la intermediación
financiera en pequeña escala, el
potencial de
estas organizaciones comunitarias se
redefine como apoyo al desarrollo de
instituciones populares
permanentes capaces de apoyar la
construcción de
una cultura de justicia y paz
mediante la existencia de relaciones
justas con
actores económicos, sociales y
políticos importantes.
Para lograr eso, se han identificado
áreas de enfoque principales, como
las
centrales a la promoción de justicia
dentro de nuestros programas de
crédito
anti-pobreza. Estos incluyen:
1) Integración con servicios de
desarrollo humano, tales como
educación,
desarrollo de líderes y
resolución de conflictos, para poder
construir confianza y
aumentar la efectividad de los
individuos como participantes dentro
de la
sociedad.
2) Desarrollo institucional al
nivel de organizaciones de base, por
ejemplo, los
bancos comunales, para
incrementar la autonomía y
participación de los
grupos dentro del contexto social
y económico general.
4
3) Promoción de la solidaridad
económica mediante el desarrollo de
alianzas
estratégicas, redes y
relaciones que apoyan el incremento
de la participación y
cooperación entre subsistencia
y las estructuras económicas
mayores.
Como un nuevo enfoque para la
implementación de estas estrategias
tendrá el
éxito mediante la aplicaci6n de las
mismas formas que nos ha dado éxito
en la
promoción de los criterios técnicos.
Requieren de planes prácticos de
implementación, el desarrollo de
mayores habilidades y competencia
por parte del
personal de las IMF y sus
instituciones socias, y una
disposición definida para
compartir la experiencia aprendida.
Sin embargo, lo más importante será
el
compromiso sostenido de los
individuos en varios niveles y
capacidades
dispuestas a mirar más allá de las
que nuestras ganancias al corto
plazo.
Para los programas de crédito
anti-pobreza, un enfoque de justicia
significa,
realmente, que visualicemos con
claridad la distinción entre los
medios que utilizan
nuestros programas y el fin
más profundo y duradero que
esperamos lograr. Los
medios se refieren a facilitar por
ejemplo el acceso a servicios
financieros,
reformas legislativas, el desarrollo
de nuevas instituciones bancarias o
medidas
mejoradas de productividad. Por su
parte, el fin deseado de todo
nuestro trabajo
debe ser, nada menos, que una
sociedad que permita a cada persona
participar
significativamente, en la
realización de su plena dignidad y
potencial humanos. En
este fin esta la "nueva realidad"
que no debemos perder de vista.
5
INTRODUCION
I. EI Contexto
La Comisión Técnica para el
Desarrollo de la Microempresa para
América Latina
desarrolló un nuevo plan estratégico
para los programas de crédito
anti-pobreza.
EI nuevo plan fue diseñado para
reflejar los mejores temas
programáticos del plan
estratégico de la institución,
incluyendo la aplicación del Lente
de Justicia.
Como parte de la sesión de
planificación. la comisión creó una
nueva declaración
de la misión, con énfasis en la
promoción de la justicia como un
principio operativo
central. La declaración de misión
dice:
"Contribuir al logro de mayores
niveles de justicia y paz
para la mayoría de la
población más pobre mediante la
aplicación de prácticas y
sistemas efectivos de
desarrollo de la microempresa de
la más alta calidad que aseguren el
desarrollo
sostenible en las IMF. "
Para poder lograr mayores niveles de
justicia y paz en el campo, se
seleccionó la
promoción de la justicia y la paz
como una de las tres áreas
estratégicas del plan.
Se definió esta área particular
como:
"Justicia y Paz
trascienden a la vida de
participantes en los programas."
El área fue definida en tal forma
que permite enfocar los esfuerzos a
nivel de
relaciones en la sociedad en las que
creemos que los programas de las
instituciones pueden tener el mayor
impacto estratégico. Por
consiguiente, los
programas de crédito anti-pobreza en
América Latina han identificado la
entidad
de los bancos comunales, y más
específicamente a miembros de los
bancos
comunales, como la principal fuerza
promotora y protagonista de los
principios de
la justicia.
La meta definida es:
"Promover las prácticas y
principios de la justicia en los
bancos comunales,
transformándolos en promotores y
protagonistas de una cultura de
justicia y paz."
II. Desarrollo de una Propuesta
Borrador.
EI nuevo plan habla del desarrollo
de un marco de referencia conceptual
común
para comprender la justicia en el
campo de la microempresa como un
primer paso
para avanzar a la nueva estrategia.
Se elaboró una propuesta borrador,
denominada "Aplicación del Lente
de Justicia a los Programas
de Crédito Anti-
6
pobreza". Esta propuesta se
preparó mediante la revisión de los
principios
centrales de la Enseñanza Social
Católica, el análisis de su
aplicación a las
circunstancias particulares de
clientes de crédito anti-pobreza y
la identificación de
catorce posibles "iniciativas de
justicia" para la consideración de
programas de
crédito anti-pobreza.
EI propósito primario de la
propuesta borrador fue el de iniciar
un nuevo diálogo
sobre la aplicación del lente de
justicia a las circunstancias
particulares del crédito
anti-pobreza y proporcionar una base
de reflexión en el desarrollo de un
nuevo
abordaje conceptual.
Sección I
I.
DECLARACION DE PRINCIPIOS
Una cultura de justicia y paz es la
consecuencia directa del grado en
que nosotros
como sociedad, vivamos en armonía
con los principios básicos. Se cree
que solo
mediante la implementación de medios
prácticos y consistentes para
expresar
estos ideales en nuestra
programación podamos tener un
verdadero éxito en
contribuir a la promoción de una
cultura de justicia y paz en
beneficio de nuestra
población meta. Es necesario un
nuevo marco conceptual para:
1) Ayudar a definir una imagen
concreta, o visión, del futuro.
2) Analizar con más conciencia las
circunstancias e importancia de
nuestro
trabajo.
3) Apoyar en la definición de nuevas
estrategias.
Los principios siguientes, aplicados
en el contexto de crédito
anti-pobreza,
proveen una base de esta nueva
estrategia.
I.
Llamado a la Comunidad y a la
Participación
Dada nuestra naturaleza social de
la institución, todo ser humano
tiene el derecho
y responsabilidad de participar
en la sociedad y en las
instituciones que conforman
nuestras comunidades. Una prueba
moral central de las instituciones
políticas,
sociales y económicas es
lo que les hacen a las
personas, lo que hacen para las
personas, y cómo las
personas puedan participar en ellas.
Se debe promover y
proteger el derecho a
participar.
Para las mujeres pobres que luchan
en lo que se conoce como la
"economía de
supervivencia" del mundo,
participantes en programas de bancos
comunales, el
enlazarse con las estructuras
sociales y económicas mayores en la
comunidad es
una medida crítica. Sin embargo,
solo se pueden considerar estas
relaciones
cuando estas estructuras sirven a
individuos y no cuando los explotan.
La
7
participación de nuestras clientes,
como microempresarias compitiendo en
la
economía local, nacional y, en
cierto grado, internacional, debe
extenderse más
allá de actuar cómo simples factores
individuales de producción y
consumo.
Deben tener la oportunidad para
participar en tal forma que influyan
en el contexto
económico, social y político en que
viven y trabajan.
II.
Opción por los Pobres y
Vulnerables
La Iglesia hace un llamado a
todo el mundo para reconocer
una obligación
especial por los pobres y
vulnerables para defender y
promover su dignidad
y
asegurar que puedan participar
plenamente en la sociedad. Una
prueba moral
básica de una sociedad es cómo lo
están pasando sus miembros más
vulnerables.
EI grado de su sufrimiento
es una medida de qué tan
lejos estamos de ser una
comunidad verdadera de personas.
Los programas de crédito
anti-pobreza deben reconocer su
deber para servir a las
necesidades de la comunidad entera,
especialmente los más vulnerables y
desposeídos. Se deben juzgar las
políticas y prácticas según su
impacto en los
grupos más pobres de la comunidad y,
de mucha importancia, según el grado
en
que promuevan la dignidad de estos
individuos. Aunque reconocemos que
las
personas que viven en las
condiciones de pobreza más extrema
necesitan,
muchas veces, servicios más básicos
de ayuda, tenemos un obligación de
construir sistemas que sean
verdaderamente incluidos. Es
particularmente
importante que los programas
reconozcan y busquen superar los
obstáculos a la
participación impuestos por la
pobreza extrema. Estos incluyen una
aversión
extrema al riesgo, falta de
educación básica, pobre estado de
salud, falta de
experiencia con servicios
financieros y/o actividad
empresarial y discriminación
social por género, raza, religión o
condiciones sociales.
III.
Subsidiaridad
Igual como es muy
equivocado tomar de individuos lo
que pueden lograr por sus
propias iniciativas e
industria y regalarlo a
la comunidad, así dejar que una
asociación mayor haga lo
que organizaciones más pequeñas
y subordinadas
pueden hacer es una
injusticia y perturbación de
la orden.
La subsidiaridad es esencial para el
desarrollo y autosuficiencia
eventual de
clientes de crédito anti-pobreza y
de las organizaciones comunitarias
de que son
miembros. EI respeto a los derechos
y responsabilidades de individuos en
relación
a su participación en el programa
son de suma importancia. Se entiende
que
cuando se violan o niegan los
derechos, la dignidad de la persona
o el grupo están
en riesgo. Las oportunidades para
tomar decisiones junto con consultas
significativas con y entre
participantes del programa son
esenciales. No se debe
dar a individuos y grupos solo la
responsabilidad de recibir
servicios, como el
8
reembolso oportuno o depósitos de
ahorros puntuales, sino, y de mayor
importancia, proporcionarles la
oportunidad para influir en la
definición de esos
servicios y el papel que jugarán en
sus propias vidas. Este proceso
conduce a
una definición más completa de
subsidiaridad en programas de
crédito anti-
pobreza: "a delegar la iniciativa y
responsabilidad a los pobres para su
propio
desarrollo al ayudarles a entender
las causas de su pobreza y facilitar
la
adquisición de confianza,
conocimiento y habilidades de tal
forma que respeta y
construye en base de su inteligencia
y habilidades innatas.
IV.
Solidaridad
La solidaridad expresa la imagen
del Cuerpo Místico, que somos una
sola familia
humana, sin importar
nuestras diferencias nacionales,
raciales, económicas e
ideológicas. La privación y
impotencia de los pobres hiere
a toda la comunidad.
Esto se cura solo con
mayor solidaridad con los
pobres y entre los pobres.
Las virtudes de la solidaridad
expresan la interdependencia e
interconexión de
toda la humanidad y son engendradas
por un proceso que permite
responsabilidad
compartida, aprendizaje compartido,
servicio mutuo y cooperación. Los
sistemas
de solidaridad en programas de
bancos comunales son indispensables.
Estos
procesos no deben gobernar solo las
dinámicas grupales, en la forma de
garantía
mutua y apoyo a miembros, sino
también deben extenderse a afectar
relaciones
tras fronteras económicas,
regionales o sociales. AI realizar
el principio de
solidaridad, los pobres, quienes
tanto sufren de aislamiento y
marginación, pueden
experimentar los beneficios
importantes de la cooperación con
otros en la
búsqueda del bienestar común.
LA CREACION DE UNA NUEVA VISION
"Cuando alguien sueña, es
un sueño. Cuando muchos
tienen el mismo sueño,
estamos en los albores de una
nueva realidad."
La promoción de la justicia
significa buscar una "nueva
realidad" para los
participantes de nuestros programas.
Sin embargo, comprender el carácter
de
esta nueva realidad cobra una
importancia especial para la
creación de un marco
de referencia conceptual efectivo y
la adopción de una estrategia para
la
promoción de la justicia dentro de
nuestra programación. Sencillamente,
necesitamos visualizar claramente lo
que juntos buscamos promocionar.
Necesitamos definir precisamente lo
que queríamos decir por una cultura
de
justicia y paz desde el punto de
vista de los bancos comunales y
sus miembros.
Durante el proceso de reflexión, un
medio usado para construir una
visión de esta
realidad fue la creación de una
imagen objetiva del futuro. AI
hacerlo, buscamos
describir con detalles, mediante
palabras e imágenes gráficas, una
sociedad en
que un banco comunal y sus miembros
funcionarían según los principios
claves de
9
la Enseñanza Social Católica (ver
anexo). AI analizar las relaciones
claves dentro
del grupo y la relación del grupo y
sus miembros con la sociedad en
general,
pudimos crear una imagen más
tangible del futuro.
Un factor esencial para precisar
esta nueva imagen fue la
redefinición del papel
del banco comunal como actor en
procesos sociales mayores en que
potencialmente podría
interactuar. Contrario
al
servir
solamente
como vehículos para la
intermediación financiera en pequeña
escala, el potencial
de estas organizaciones comunitarias
se redefine como apoyo al desarrollo
de
instituciones populares
permanentes capaces de apoyar en la
construcción
de una cultura de justicia y paz
mediante la existencia de relaciones
justas
con actores económicos, sociales
y políticos importantes.
Tal como la imagen lo demuestra,
desde la perspectiva del banco
comunal y sus
miembros, las relaciones de
importancia inmediata incluyen
relaciones entre
miembros del grupo, con las familias
de miembros, relaciones con la
comunidad
en general y relaciones con el
mercado, o sea, con la economía.
Las relaciones entre miembros del
grupo incluyen las relaciones
entre individuos
en el grupo y el grupo en general
con el comité gerencial del grupo.
Las relaciones
justas en estas circunstancias se
basan en respeto por la dignidad
humana,
participación activa especialmente
entre los grupos más pobres y
marginados,
tomas de decisión compartidas, y
cooperación para la búsqueda del
bien común.
Las relaciones justas dentro de la
familia reflejan en mucho los
ideales promovidos
dentro del ámbito del grupo,
incluyendo un énfasis especial en la
promoción de
equidad de género y el
fortalecimiento de lazos familiares.
Estas relaciones
pueden incluir parientes y/o
familia extendida.
Las relaciones con la comunidad
incluyen aquellas que involucran
entidades
locales, regionales y nacionales.
Pueden ser instituciones públicas u
otros grupos
comunitarios menos formales
relacionados con la identidad
cultural o religiosa.
Para que estas relaciones sean
consideradas justas, deben
caracterizarse por el
respeto por la dignidad humana y la
equidad, cooperación, participación
responsable, acceso y control
compartido en la toma de decisiones.
EI mercado incluye los
actores que impactan directa o
indirectamente la realidad
económica del banco comunal y sus
miembros. En forma más inmediata,
esto
incluye el banco comunal y a la
microempresa, así como compradores y
vendedores de servicios y productos
que impactan las empresas económicas
de
los bancos comunales y sus miembros.
En una sociedad justa las relaciones
con
el mercado deben basarse en los
principios de cooperación, intereses
compartidos
y mayor consideración del bien común
que resulta en mayor oportunidad aun
para
la empresa más pequeña.
De nuevo, esencial para la nueva
visión es un banco comunitario
revitalizado,
capaz de contribuir en la
construcción de una cultura de
justicia y paz. A través de
10
relaciones basadas en principios de
solidaridad, subsidiaridad,
participación y la
opción por los más pobres, los
participantes en los programas serán
capaces de
utilizar su experiencia en el grupo
comunitario de manera que asegure
mayor
dignidad humana y una realización
mucho más amplia de su potencial
como
personas y empresarios en la
sociedad.
III.-
IMAGENES EN CONTRASTE
I.
Realidad Actual
AI perseguir una estrategia de
justicia, una perspectiva precisa y
penetrante de la
realidad actual puede ser tan
importante como una visión clara. Es
quizás en este
tipo de análisis que el "Lente de
Justicia" encuentra su uso más
práctico. En este
caso, identificar la falta de
armonía que existe con los
principios básicos a varios
niveles de la sociedad es un paso
importante para desarrollar una
estrategia y
tratar significativamente las
condiciones de injusticia que
afectan a la mayoría de
los participantes en nuestros
programas.
Para poder facilitar este tipo de
análisis, el proceso de reflexión se
enfocó en el
análisis de un programa "típico" de
la institución y las circunstancias
actuales de
un banco comunal típico y sus
miembros. La imagen que definimos de
la realidad
actual incluía un papel muy
minimalista para el banco comunal en
el contexto
social y económico general. La
presencia del grupo afectó muy poco
las
relaciones claves fuera del grupo
con estructuras familiares,
comunitarias o del
mercado. En su mayoría, estas
relaciones se basan en posiciones de
fuerza e
intereses sobre los cuales el grupo
y sus miembros tienen poca
influencia. Así
mismo, la reflexión reveló que las
relaciones entre miembros dentro del
grupo se
basaron frecuentemente en eficiencia
en relación al recibir y pagar
préstamos.
Tras el tiempo, la asociación de
miembros se volvió más y más
transitoria. La
asistencia a reuniones y
participación en la toma de
decisiones se limitaron y se
convirtieron en una función
principalmente de los requisitos del
programa.
Frecuentemente, entre los individuos
hay poco reconocimiento de derechos
y
responsabilidades en relación al
grupo en general ni una conciencia
legítima del
potencial del grupo para interactuar
efectivamente con la sociedad en
representación de intereses de los
miembros y de la comunidad.
En resumen, la imagen de la realidad
actual que definíamos divergió,
significativamente, de nuestra
visión de la justicia.
Afortunadamente, la mayoría
de nosotros hemos visto excepciones
importantes a esta descripción. En
muchos
de nuestros programas, hemos visto
la formación de relaciones entre
miembros de
bancos comunales que van más allá de
las garantías crediticias al apoyo y
solidaridad genuinos. Hemos sido
testigos, también, a casos
excepcionales de
iniciativas comunitarias, logros
importantes para la independencia
financiera e
incrementos importantes en la
auto-estima de individuos que han
impactado otros
aspectos de las vidas de los
miembros, incluyendo a sus familias
y comunidades.
Ejemplos como estos, así como otros,
sin duda han influido nuestra
creencia en el
potencial de la nueva visión. Sin
embargo, a pesar de esta
experiencia, las
11
circunstancias de nuestra realidad
actual deben ser reconocidas. Más
importante
aún, debemos reconocer la verdadera
amenaza de que los casos que
describimos
como "típicos" se vuelvan no
solamente más comunes, sino
aceptados.
II.
Tensión Creativa
El concepto de tensión creativa esta
basada de un discurso en el libro
The Fifth
Discipline: The Art & Practice of
the Learning Organización, P. M.
Senge.
La creación de imágenes de la visión
presente y futuro es un elemento
importante
de nuestro proceso de reflexión y
puede provocar un análisis
importante para idear
nuevas estrategias. Por ejemplo, si
uno imagina la distancia entre
nuestra
situación actual y la visión del
futuro, podemos ver que, bajo
ciertas
circunstancias, puede parecer
sumamente larga y llena de
obstáculos
aparentemente insuperables. EI
reconocimiento de la brecha entre
nuestra visión
y la realidad actual puede ser
fuente de una "tensión" a la que
podemos responder
de distintas formas.
Por ejemplo, podemos optar por
aliviar la tensión de la manera más
fácil posible al
minimizar, simplemente, nuestros
ideales sobre el futuro. Por
ejemplo, en el caso
del crédito anti-pobreza, podríamos
optar por aceptar una perspectiva
más
convencional de un programa de
crédito preocupado solamente por
escala o
rentabilidad, sin importar las
consideraciones referentes a la
justicia.
AI hacer
eso, podríamos, fácilmente, llevar
nuestra visión a coincidir más con
la realidad
actual. En segundo lugar, podríamos
optar por evaluar la situación
actual con
criterios menos críticos y evitar el
tipo de comprensión que nuestro
enfoque en
justicia nos provee. Esto sería, en
cierto grado, engañarnos a nosotros
mismos
sobre la realidad actual. Sin
embargo, el reconocimiento del
contraste que existe
entre nuestra visión de justicia y
los casos típicos de muchos de
nuestros
programas sirve para motivarnos para
encontrar medios para cerrar la
brecha que
ahora percibimos. Esta "tensión"
puede, en su lugar, ser fuente de
energía que
nos impulsa a encontrar respuestas
creativas y prácticas.
Resumen del Proceso de Reflexión
La grafica en el parte pertenece a
la ilustración del proceso descrito
e indica, a su
vez, el significado de cada uno de
los pasos los que pueden contribuir
a un mejor
análisis del problema y a la
formulación de nuevas estrategias
para la siguiente
sección.
12
Sección III
IDEANDO UNA RESPUESTA
I. Dimensiones de la Justicia
AI final de todo, nuestra aceptación
de los principios básicos de la
justicia a que
nos referimos no será determinada
por el grado de nuestra comprensión
de su
filosofía o de su contexto
histórico, sino simplemente por lo
que nos motivan
hacer. Un primer paso
importante en la identificación de
acciones es una
comprensión de la naturaleza de los
obstáculos que inhiben la
realización de estos
ideales en nuestro trabajo.
¿Por qué hay tanto contraste
entre las imágenes de la realidad y
la nueva visión?
¿Por qué los grupos no forman una
parte más activa de la comunidad?
¿Por qué
se limita tanto la productividad
a pesar de obtener acceso a
servicios financieros?
¿Por qué no hay más cooperación
entre pobres y no hay una clara
sensación del
bien común dentro de la economía?
Estas preguntas y muchas más, pueden
incitar a una serie de respuestas
relevantes a situaciones en casi
cada país y comunidad en la región.
Cuestiones
como la violencia extrema,
estructuras monopolísticas del
mercado, discriminación
de género forman la base para una
justificación. Sin embargo, de nuevo
orientamos el proceso de reflexión
al nivel de relaciones, en lugar de
idear lo que
podría parecer una lista desordenada
de problemas sociales. En base de
una
reflexión en lo que se definió como
de importancia inmediata para los
participantes
en nuestros programas - familia,
membresía, mercado y comunidad - se
agruparon
los distintos obstáculos, según la
categoría general de relaciones que
afectó. En
este caso, utilizamos los conceptos
de la Justicia Comunicativa, Social
y
Distributiva de la Enseñanza Social
Católica.
La justicia comunicativa se
refiere a las relaciones
interpersonales y define los
derechos y responsabilidades entre
individuos. Algunos bienes y valores
que son
necesarios para la realización plena
dignidad humana se proporcionan
solamente
mediante la interacción y el
contrato privado. En el caso de
nuestras imágenes del
banco comunal y sus miembros, las
relaciones que influyen en la
justicia
comunicativa son aquellas entre
miembros del grupo e individuos, sus
familias y
otros individuos en la comunidad.
Muchos obstáculos significativos
fueron identificados como
inhibidores del
desarrollo de las relaciones más
justas en estas circunstancias.
Estos incluyen la
intolerancia de diferencias raciales
o culturales, la discriminación
sexual, las
tendencias hacia la violencia entre
individuos y la desconfianza hacia
otros.
Aunque,
sin
duda, estas situaciones son
resultado de factores en
diferentes niveles de la sociedad,
las relaciones más inmediatas entre
individuos
13
juegan un papel importante en la
determinación de la justicia.
Debemos reconocer
que los rompimientos de relaciones
entre individuos pueden tener
consecuencias
importantes, en el contexto de una
economía de supervivencia
caracterizada por
aislamiento e ignorancia y un modelo
de crédito anti-pobreza basado en la
cooperación y toma de decisión
colectiva.
La justicia social se refiere
a las relaciones con instituciones y
organizaciones
sociales dentro de la sociedad.
Estas incluyen entidades
gubernamentales y no
gubernamentales, así como
estructuras menos formales, como son
los grupos
comunitarios relacionados con la
identidad social, cultural o
religiosa. Examina al
individuo en relación al contexto
social general y se centra en el
concepto orgánico
de la sociedad en que cada individuo
es una parte interdependiente de la
totalidad.
En este marco, la justicia hace un
llamado por mayor cooperación y
organización
entre individuos y exige el
desarrollo de un sentido del bien
común para
determinar el enfoque de estas
actividades.
En el caso de las imágenes en
relación al banco comunal y sus
miembros, se
identificaron varias amenazas u
obstáculos para la realización de la
justicia social.
Hay dos elementos claves presentes:
incluyen la falta de una fuerte
identidad con
el grupo comunitario y una visión
limitada del papel del grupo que no
va más allá
de ser administradores de ahorros y
de operaciones crediticias.
Específicamente,
los obstáculos más importantes
incluyen la ausencia de liderazgo
comunitario,
ignorancia de o falta de interés en
los problemas e iniciativas
comunitarias, y
distorsiones de la metodología
programática que minimiza el control
y
oportunidades para tomar decisiones
de miembros del grupo. Juntos, estos
sirven
para limitar gravemente el acceso a
los recursos y poder, necesarios
para
asegurar la justicia social dentro
del grupo y la comunidad.
La justicia distributiva se
refiere al derecho al acceso y la
distribución justa de
ingresos, riqueza y poder. En la
sociedad, cada individuo, grupo,
comunidad,
institución y nación deben contar
con los medios para participar en la
posesión y
control de los recursos económicos,
así como los medios para influir la
definición
del bien común. Se entiende que la
plena realización de la dignidad y
el potencial
humano depende de este tipo de
participación y que hacerla una
obligación
especial de los sistemas económicos
funcionando bajo los principios de
justicia,
asegura el respeto a este derecho.
Las relaciones económicas son de
suma importancia para el banco
comunal y sus
miembros. Aunque el acceso a capital
alcanzable mediante crédito
anti-pobreza
puede ser una expresión importante
de la justicia distributiva,
nuestras imágenes
en contraste revelan que hay muchas
dimensiones de relaciones económicas
que
no salen afectadas. Las limitaciones
conocidas en el impacto económica de
los
programas micro-financieros son
evidencia de esto; más claramente,
aun existen
obstáculos importantes que inhiben
la realización de un acceso y una
distribución
más equitativa y justa en la
economía en que interactúan
clientes. EI proceso de
14
reflexión identificó los obstáculos
más notables. Ellos incluyen la
información
inadecuada, falta de protección
legal contra casos de abuso o
estructuras
monopolistas, aislamiento físico y
social, acceso limitado a mercados,
y lazos
económicos y sociales
subdesarrollados entre los
microempresarios de
subsistencia. Dentro de márgenes de
supervivencia tan pequeños,
obstáculos
como éstos impactan no solamente la
actividad empresarial, sino puede
determinar, virtualmente, la
satisfacción de necesidades básicas
para una familia
pobre. Así como la justicia
distributiva se convierte en una
cuestión central para
pobres y crédito anti-pobreza.
II.
NUEVAS ESTRATEGIAS
La creación de una sociedad más
justa será producto de una
transformación
importante de la conversión personal
de actitudes y creencias internas y
la
transformación de estructuras
injustas que gobiernan economías y
estructuras
políticas. Las dimensiones de una
sociedad justa, expresada mediante
los
conceptos de la justicia
comunicativa, social y distributiva,
revelan la naturaleza
multifacética de la transformación
social. Señalan la necesidad para un
abordaje
similarmente diverso para confrontar
exitosamente los obstáculos que
hemos
identificado como tan importantes en
la inhibición de la realización
general de
nuestra visión de justicia para
bancos comunales y sus miembros.
En respuesta a esta situación, se
han identificado tres áreas de
enfoque
principales como puntos centrales
para promover la justicia en
nuestros
programas de crédito anti-pobreza.
Estas incluyen:
1) Integración con servicios de
desarrollo humano, como son
educación,
desarrollo de líderes y resolución
de conflictos, para poder construir
confianza
e incrementar efectividad de los
individuos como participantes dentro
de la
sociedad.
2) Desarrollo institucional al nivel
de organizaciones de base, por
ejemplo los
bancos comunales, para aumentar la
autonomía y participación de los
grupos
dentro del contexto social y
económico general.
3) Promoción de la solidaridad
económica, mediante el desarrollo de
alianzas
estratégicas, redes y relaciones que
apoyan mayor participación y
cooperación
entre subsistencia y las estructuras
económicas mayores.
I.
Servicios de Desarrollo Humano
Tal como el concepto de la justicia
comunicativa expresa, las relaciones
entre
individuos juegan un papel
particularmente importante en la
determinación de
justicia en la sociedad. EI grado a
que individuos buscan comprender y
respetarse
como reconocimiento de la dignidad
básica de cada persona es
fundamental.
15
Nuestra respuesta a situaciones de
injusticia es la de buscar los
medios para
afectar la consciencia de
individuos, especialmente la forma
en que se relaciona a
la valoración de su propio
auto-valor y el de en su familia y
comunidad. En este
caso, la integración de programas de
crédito anti-pobreza con servicios
de
desarrollo humano, como consciencia
de género, desarrollo de líderes y
la
resolución de conflictos, puede ser
muy útil.
Los programas pueden intentar
integrar estos servicios en su
programación
normal o pueden, de igual
efectividad, proveer acceso mediante
alianzas con otras
organizaciones especializadas. No
obstante, un mayor enfoque en el
desarrollo
humano y en el papel potencial de la
educación básica y el compartir
información
en estas áreas es de suma
importancia para construir la
confianza de individuos e
incrementar su efectividad general
como participantes dentro de la
sociedad.
I.
Desarrollo Institucional de
Organizaciones de Base
De suma importancia para la nueva
visión de justicia es la
redefinición del papel
potencial de los bancos comunales en
la sociedad. EI concepto de apoyar
instituciones populares
permanentes capaces de apoyar una
cultura de justicia y
paz hace implícita la
necesidad para mayor autonomía y
capacidad al nivel de
estas organizaciones de base. Bajo
estas circunstancias, el desarrollo
institucional puede tomar varias
formas, incluyendo el uso de
técnicas
participativas de planificación y
evaluación, la formulación y uso de
nuevos
indicadores de desarrollo
institucional apropiados para
organizaciones basadas en
la comunidad, fortalecimiento de
capacidades básicas, mayores
oportunidades
para intercambio entre grupos,
desarrollo de estructuras populares
de toma de
decisión y el desarrollo de lazos
más formales con otras instituciones
y
organizaciones en la comunidad. EI
propósito de tales actividades es de
transferir
efectivamente la iniciativa junto
con el conocimiento y las
habilidades necesarias
para asegurar que estos grupos
puedan alcanzar su potencial.
II.
Promoción de la Economía
Solidaria
EI concepto de la solidaridad
económica, o la economía solidaria
como se conoce
en América Latina, se base en los
principios de la solidaridad, el
bien común y la
participación. Enfatiza acciones
colectivas, alianzas estratégicas y
cooperación
entre individuos. EI modelo es de
particular importancia para de
subsistencia,
especialmente para mujeres, quienes,
según ciertos informes, se
consideran
invisibles desde una perspectiva
tradicional de la economía. Los
obstáculos
definidos como más relevantes en las
vidas de participantes en nuestros
programas exigen que examinemos los
modelos alternativos de estructurar
acceso
y distribución dentro del mercado.
Iniciativas específicas pueden
incluir el
desarrollo de redes, asociaciones,
intercambios informativos, abogacía
organizada, y el desarrollo
de lazos directos con el mercado. Se
entiende que
16
sólo mediante una mayor
organización se puede afectar,
verdaderamente, la
naturaleza marginal de la economía
de supervivencia en beneficio de
quienes
luchan por sobrevivir.
CONCLUSION
La oportunidad y el reto que la
nueva estrategia de justicia
de la agencia nos
presenta son profundos. Nuestro
propio proceso de reflexión nos ha
revelado
esto. EI próximo paso obvio en el
proceso será de incrementar nuestro
conocimiento y pericia en la
implementación de estos nuevos tipos
de iniciativas.
Podemos ver que, como con cualquier
nueva estrategia, el éxito dependerá
del
nivel de compromiso e ingeniosidad
sostenida de las personas
involucradas. A
través de nuestras oficinas
nacionales y programas con
contrapartes, debemos
alentar la adquisición de nuevas
habilidades, el desarrollo de planes
prácticos de
implementación y, como siempre,
oportunidades para compartir
aprendizaje.
Sin embargo, de mayor importancia
será la comprensión y distinción
continua
entre los medios que
persiguen nuestros programas y el
fin profundo y duradero
que esperamos lograr. En otras
palabras, debemos reconocer la
relación entre
nuestra competencia técnica y el
impacto potencial en cuestiones de
justicia
importantes como base de nuestro
enfoque de justicia. Como programas
de
crédito anti-pobreza, necesitamos
aceptar la responsabilidad de
demostrar en el
sector micro-financiero, y de mayor
importancia, a participantes en
nuestros
programas que perseguir la justicia
no es una agenda exclusiva que deja
afuera
las consideraciones de programación
de alta calidad. Sino, un enfoque de
justicia
en crédito anti-pobreza de la
institución es una visión
inclusive de todo. Pone la
dignidad de las personas al centro
de todo, así como la realización del
potencial
humano mientras enfatiza en los
mismos medios que tenemos para
contribuir a
este fin.
En el futuro, cuando reflexionemos
de nuevo en nuestro trabajo para los
próximos
años, esperamos ver una agencia que
ha asumido un liderazgo importante.
Esperamos que este reconocimiento
vendrá no solo de nuestra
disposición
permanente para aceptar y promover
nuevas normas técnicas, sino del
reconocimiento de un hilo común que
distinguirá cada una de nuestras
invenciones. Ese hilo será la
búsqueda para algo más: una "nueva
realidad" para
nuestro sector y para las sociedades
en que vivimos y trabajamos.
17
ANEXOS
ANEXO 1
PROCESO DE REFLEXION
PASO 1
IMAGEN DEL FUTURO
VISIÓN:
CULTURA DE JUSTICIA
Definido según
Y PAZ
principios de
justicia
PASO 4
(TENSIÓN CREATIVA)
ESTRATEGIAS NUEVAS
PASO 3
Servicios de desarrollo humano
OBSTÁCULOS
Analizado según
dimensiones de
justicia
Desarrollo institucional a nivel
de
organización de base
PASO 2
Promoción de la economía
Solidaria
SITUACIÓN ACTUAL
ANÁLISIS
CRITICO:
Según principios
de justicia
IMAGEN DE REALIDAD
ANEXO 2
BANCO COMUNITARIO
SOCIO
LA FAMILIA
EL
MERCADO
LA COMUNIDAD
Una institución comunitaria
permanente que aporta a la
existencia de
relaciones justas.
18
ANEXO 3
Visión de una
Análisis de la Realidad
Respuestas Oportunas
Cultura de Justicia y Paz
BANCO COMUNAL
JUSTICIA COMUNITARIA
Una institución permanente que
aporta la
Obstáculos
exisitencia de relaciones
Liderazgo corrompido
INTEGRACION DE DESARROLLO
Entre Socios:
Cultura individualista
HUMANO
Prejuicios religiosos
Solidaridad
Intolerancia
Respeto de la dignidad humana
Triple rol de la mujer
Reconocimiento de derechos y deberes
Indiferencia o no apoyo del hombre
Cooperación en la búsqueda del bien
común
Falta de consiciencia de derechos
Subsidiaridad
Violencia
Opción para los pobres
falta de auto-estima
Entre Familia:
JUSTICIA SOCIAL
Relación equitativa
Obstáculos
Fortalecimiento de los lazos
familiares
Modelos poco participativos
DESARROLLO INSTITUCIONAL A
Con la Comunidad:
Bancos sin fin común bien definido
más
NIVEL DE BASE
Participación responsable
allá del crédito.
Cooperación en la búsqueda del bien
común
Falta de participación e interés en
Dignidad e igualdad
problemas comunitarios.
Subsidiaridad
Falta de liderazgo.
Con el Mercado:
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
En armonía con los principios de la
Obstáculos:
Economía solidaria
Aislamiento
PROMOCION DE LA ECONOMIA
Falta de información
SOLIDARIA
Modelos pocos participativos
Monopolíos
Falta de vínculos
BIBLIOGRAFIA
Sharon D'Onofrio, UN ENFOQUE DE
JUSTICIA EN PROGRAMAS DE CRÉDITO
ANTIPOBREZA PARA AMERICA LATINA.,
Catholic Relief Services, programa
Latinoamérica y el caribe, 1999.
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