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Han pasado poco más
de veinte años desde
que Kaplan y Norton (1996)
publicaron su libro sobre
Balanced Scorecard, en el que
proponían que los indicadores
de desempeño no debían
ser solo basados en el efecto
deseado en las organizaciones
y que en su lugar debían tener
un balance entre la causa y el
efecto, y para ello se proponía
manejar cuatro perspectivas
básicas que eran: Perspectiva
Financiera, Perspectiva de
Clientes, Perspectiva de Procesos
Internos, Perspectiva de
Aprendizaje y Crecimiento.
Posteriormente, conforme
esta teoría evolucionaba se
descubrió que era necesario
que para llegar a tener una correcta
definición de indicadores,
previamente era necesario
desarrollar la habilidad de
diseñar un mapa conceptual
que relacione los objetivos
causa-efecto y con esto la teoría
fue nombrada como Mapas
Estratégicos (2002). Más tarde
se encuentra la necesidad
de alinear la organización y
esto se debe a que para una
pequeña empresa con 10 o 20
empleados y con posiblemente
solo tres áreas principales de trabajo la alineación no
es tan complicada, pero para
una empresa de más de 50
empleados y que cuenta con
diferentes departamentos funcionales
sí, y por ello Kaplan
y Norton publican su nueva
investigación sobre alineación
en las organizaciones (2006).
Con estas tres investigaciones
se pudo observar que de
un concepto que implicaba
tener indicadores más equilibrados
se evolucionó a un
mapa que permitiera definir
el rumbo correcto y luego que
toda la organización pudiera
estar alineada.
Posteriormente, la evolución
fue el Execution Premium
(2008), en donde se proponía
que el concepto de los KPIs no
era algo estático y que necesitaba
de un ciclo que permitiera
la adaptación continua para
siempre mantener los indicadores
correctos. Sin embargo
en años posteriores se ha
evidenciado que una complicación
para las empresas es el
manejo de los datos ya que en
plena era de la información,
en donde el acceso a Internet
ha liberado la información
para que exista mucha
información en la nube, pone
una nueva problemática que
se basa en que, por un lado
existen los datos, y por otro
lado está la necesidad de crear
indicadores que nos permitan
medir el logro de los objetivos
estratégicos. Pero surgen
preguntas: ¿Cómo medir algo
que nunca hemos medido?
¿Cómo genero la información?
¿En dónde se encuentra la
información? ¿Estos datos son
confiables?, ¿Tengo las capacidades
técnicas para manejar
los datos? entre otras, y que sin
esta definición es muy difícil
hacer uso correcto de los datos.
Para comenzar es importante
describir que Big Data son
datos no ordenados de alto
volumen que son difíciles
de procesar con la tecnología
estándar (Fundación
Innovación Bankinter, 2019),
también es conveniente resaltar
que hay cuatro elementos
básicos, que son:
• Velocidad
• Veracidad
• Variedad
• Volumen
Siendo estos elementos los
que, según diferentes autores,
tienen mayor relevancia o
recurrencia cuando se habla
de Big Data, y adicional para
la ciencia de datos hay tres
grandes elementos que giran
en su entorno y son la programación,
la estadística y el conocimiento
de campo, y estos
tres elementos son los que en
su unión forman la ciencia de
los datos. Sin embargo, según
un estudio de la firma de consultores
Gartner, se encuentra
que en una muestra de 4,591 personas solo el 38% indica
que utilizan la información
efectivamente y el otro 62% no
la utiliza efectivamente y esto
refleja la problemática de que
los datos aún no están siendo
utilizados de tal manera que se
obtenga su mayor beneficio.
Por otro lado, cabe indicar
que en el Big Data existen tres
roles o funciones importantes;
el Data Scientist o Científico
de datos, el Data Strategist o
Estratega de datos y el Data
Analyst o Analista de datos. El
Analista de datos es una función
que conoce plenamente
el negocio y que posiblemente
en las empresas es la posición
más tradicional de las tres
mencionadas y de manera
concreta está como Analista
de datos de ventas, en donde
con datos totalmente estructurados
se llevan a cabo controles
y análisis de datos preestablecidos
que comúnmente se
vinculan con el control de los
indicadores (KPIs) de la empresa.
Adicionalmente, un estudio
refleja que con la Inteligencia
Artificial, el rol del Analista de
datos está cambiando y, por
ejemplo, del 36.5% de su tiempo
es dedicado al análisis de
datos, y luego de implementar
IA se reduce a un 27.5%; por lo
que se observa que solo en esta
actividad le brinda de beneficio
un 9% de su tiempo, lo que
permite reflexionar que esta
posición en el futuro cercano estará teniendo un cambio en
las funciones realizadas a tal
punto que la IA pueda ayudar
incluso a tomar decisiones
más agiles.
El Estratega de datos es
quien tiene un conocimiento
del negocio y de la estrategia
de la empresa, pero también
conoce de las posibilidades
que la tecnología ofrece para
así determinar necesidades
de nuevos datos y es acá en
donde se vincula con el diseño
de la estrategia que comúnmente
se lleva a cabo en la fase
de definición de indicadores ya
que generalmente serán datos
que no existen en la empresa.
Por último está el Científico
de datos, cuya función es la
de comprender las necesidades
de datos que el estratega
le establece, y debido a que
tiene mayores habilidades en
el conocimiento de herramientas
para extracción de
datos y de estructuración de datos, adicional a que tiene
pleno conocimiento de programación,
es quien tendrá
la capacidad de conseguir los
datos requeridos por el estratega
de datos.
Por tal motivo se puede
establecer que el rol del que
formula la estrategia, concretamente
en la fase de definición
de objetivos e indicadores,
debe ser el Estratega de datos,
pero también debe tener un
conocimiento de las posibilidades
tecnológicas y tener relación
con el Científico de datos,
ya que son los que podrán
encontrar como hacer uso del
Big Data para transformarlos a
KPIs que le permitan tener las
mediciones que agreguen valor
al negocio.
Los retos que se presentarán
cada vez más a los estrategas
girarán en torno de Big Data y
sobre como interactuar con el
Científico de datos para lograr
los objetivos deseados.
El coronavirus, es decir,
el síndrome respiratorio
agudo severo, coronavirus 2
(SARS-CoV-2) es responsable de
la enfermedad por coronavirus
(COVID-19). Este virus surgió en
la ciudad de Wuhan, China, en
2019 y desde entonces ha causado
una epidemia de COVID-19
a gran escala, y su propagación
a más de 184 países es producto
de la evolución natural.
Existe un controvertido
debate sobre el origen de este
virus. Algunos condenaron
al Instituto de Virología de
Wuhan en Wuhan, China, por
propagarlo al exterior. Pero no
hay evidencia científica de esta
culpa. La estructura genómica
(secuencia genética) reveló que
este virus es 96% similar a uno
que porta el murciélago. Por lo
tanto, se puede suponer que el
virus SARS-CoV-2 se originó en
los murciélagos y luego saltó a
los humanos, tal vez a través
de otros animales.
Si dejamos atrás el debate,
veremos un brote severo de
esta enfermedad inducida por
virus (COVID-19) desde diciembre
de 2019. A partir del 19 de
marzo de 2020 en todo el mundo,
234,073 personas fueron
infectadas. De éstas, murieron
9,840 (OMS). Se identificaron
peores escenarios en Italia con
41,035 casos confirmados y
3,407 muertes. Después de eso,
las muertes en China fueron
altas con 81,300 casos confirmados
y 3,253 muertes.
Aunque estas bajas se originaron
en China, se extendieron
más allá de esa nación.
Debido a la rápida comunicación
modernizada y la necesidad
de movilidad humana,
esta enfermedad viral se
transmitió a más de 185 países
del mundo en 60 días.
Inicialmente, esta enfermedad
viral era problema
ambiental local en la ciudad
de Wuhan, China. El virus se
transmitió a través del contacto
ambiental: tos, estornudos,
roces con personas infectadas.
Algunas personas se infectaron
a través de partículas
virales nacidas en el aire en el
medio ambiente local.
El resultado de estas infecciones
causó graves problemas
sociales. Los grupos de riesgo
vulnerables junto con las personas
infectadas se vieron obligados
a permanecer en cuarentena
institucional y domiciliaria
durante mucho tiempo. Estas
personas ni siquiera vivieron
con las necesidades vitales adecuadas.
Esto causó más problemas
fisiológicos y psicológicos a
las clases vulnerables.
Los resultados obvios de
estos problemas ambientales
y sociales por la epidemia de
COVID-19 causaron un impacto
negativo en la economía. Para
reducir el brote de esta epidemia,
la comunicación mundial
se paralizó. Los países vulnerables
bloquean sus límites
geográficos, suspenden las comunicaciones
por tierra, agua
y aire y aconsejan a su gente
que no se comunique dentro y
fuera del país en cuestión. Esto
causó un colapso completo de
la cadena de suministro local,
regional y global. Si esto continúa
durante mucho tiempo,
habrá escasez de productos
necesarios. El efecto de esto se
revelará en el aumento del precio
de los productos básicos.
Tarde o temprano, las personas
vulnerables necesitarán
gastar más dinero para comprar
los productos necesarios.
En última instancia, esto
afectará a la economía local,
regional y global. No será
improbable ver otra recesión
global similar a la de finales
de la década del 2000. Esto
tendrá un amplio impacto en
los niveles individual, colectivo,
nacional, regional y global.
Más personas perderán sus
empleos, los precios aumentarán,
el comercio individual,
colectivo, nacional, regional
y global se reducirá. Si esto
sucede, habrá una grave crisis
económica individual, colectiva,
nacional, regional y global.
Esto alterará tres pilares de
la sostenibilidad ambiental:
• Ecología (ambiente)
• Economía
• Sociedad
No queremos que esto suceda
debido a la crisis epidémica
de COVID-19. Queremos mantener
la sostenibilidad ambiental
global contemporánea
actuando de manera proactiva
y resistiendo los impactos
negativos de la epidemia de
COVID-19.
Con la última globalización
parece ser que está patente
el concepto que traemos desde
el desarrollo del Renacimiento:
los seres humanos somos
lo máximo de la creación.
Comienza el desarrollo de las
artes, de las ciencias y en los
tiempos que vivimos la tecnología
y con ella todo lo que
cualquier ser humano pueda
imaginar. Vamos viviendo tantas
cosas que muchas veces no
sabemos de qué se trata.
Como dice Morin, “Recordemos
una vez más que cada uno
vive una pluralidad de vidas,
su vida propia, la vida de los
suyos, la vida de su sociedad, la
vida de la humanidad, la vida
de la vida”. (Morin, 2011, p. 87)
Vivimos tantas vidas que falta
saber si en verdad tenemos espacio
para nuestra propia vida
La sociedad a todos los niveles
está detrás del progreso.
Las personas no tienen tiempo
más que para el trabajo porque
le llaman ser feliz a alcanzar
cuanto bien se venda.
La gran mayoría de seres humanos,
si no es que casi todos,
esperan tener una vida con
todo lo que se pueda comprar
y dicen que en ella alcanzaron
el ansiado progreso. Una vida
en donde se alcanzó el progreso
es porque se estaba en un lugar
en cuanto a bienes materiales
y ahora se está en otro de más
bienes. Esta carrera sin fin ha
encontrado respuestas para
algunos, que en la angustia de
los bienes sin límites, vieron que
ese progreso entendido de esa
forma es una carrera que nunca
termina. Por eso dice Morin:
“Hemos perdido la promesa del
progreso, pero es un progreso
muy grande, finalmente, el descubrir
que el progreso era un
mito”. (Morin, 2011, p. 71).
Es un mito porque nunca
se llega a lo que se busca. Una
cosa es no tener los bienes
necesarios para una vida digna
y desear superar esa etapa y
otra es no encontrar límite en
este mundo.
La ciencia avanza y avanza
pero la gran paradoja es que
hacemos y hacemos ciencia
y tenemos muchos bienes,
trabajamos y trabajamos y el
mundo en que estamos viviendo
parece que va en sentido contrario al bienestar. Nuestro
planeta, el único lugar donde
nos es posible la vida, protesta
y protesta por todos los
recursos que le sacamos para
hacer productos y productos
que muchas veces no nos son
necesarios. Estamos sobre si
son recursos renovables o no.
Estamos en que hay que eliminar
aquí y allí para construir
vida y más vida artificial.
Los que se benefician de
esta carrera loca dicen que no
hay tal cambio climático, que
los recursos tomados de esa
forma son necesarios. Así está
el bello pálido punto azul de
Carl Sagan.
Ahora vamos a ver la vida
de los seres que viven en ese
planeta: corren para acá y para
allá y cada día aumenta la
tensión en la que viven porque
hay que trabajar más y más
para decir que son triunfadores.
¿Hacia dónde va la vida
humana? Si no se compra todo
lo que existe las personas dicen
que son pobres. “La globalización
de nuestros días, al igual que las globalizaciones
anteriores, han sido testigo de
prosperidad creciente al mismo
tiempo que de desigualdad creciente”.
(Deaton, 2015, p. 21).
La carrea loca en la que vive
la sociedad actual debe detenerse
por la salud de cada ser
humano. Las globalizaciones
traen pobreza junto a la riqueza
de otros porque todos los países
no pueden cambiar el proceso
de producción y distribución de
los bienes con la facilidad que lo
hacen los países que se consideran
ricos. “Casi mil millones viven
en la indigencia material,
millones de niños mueren por
el accidente de haber nacido
en un país pobre…” (Deaton,
2015, p. 297)
La infraestructura que se
necesita construir, para generar
un cambio global, otra globalización,
cuesta dinero y todos los
gobiernos no lo tienen; también
hay que capacitar a todos los
empleados para que puedan
ejecutar las innovaciones que se
esperan. Los verdaderos pobres
son los que describe Deaton: “Es
fácil pensar en el escape de la
pobreza como algo relacionado
con el dinero: con la posibilidad
de tener más y no tener que vivir
con la tormentosa ansiedad
de no saber si mañana habrá
suficiente...” (Deaton, 2015, p. 15)
Para Deaton la pobreza es
además la falta de servicios
de salud, la falta de alimentos,
de un espacio adecuado para vivir, la libertad y la educación.
“...cuando hablo de libertad me
refiero a la libertad para vivir
una nueva vida y para realizar
las cosas que hacen que valga la
pena vivir”. (Deaton, 2015, p. 18)
La pobreza es más que el
dinero pero una cosa es vivir
como dice Deaton y otra cosa
es vivir en la superabundancia.
Es urgente el cambio del trato
que damos a nuestro planeta
como también es urgente el
cambio en la forma en que vivimos.
Tenemos que aprender
a gozar la vida que tenemos y
dejar de vivir en el después.
Tenemos que pensar en lo
que dice Morin: “Hay que saber
gozar del presente para amar
el porvenir”. (Morin, 2011, p. 88)
¿Cómo hacerle para salir de la
forma en que tratamos al único
lugar donde nos es posible
la vida para disfrutar lo que
hacemos? Por eso dice Deaton:
“Las claves del progreso son el
nuevo conocimiento, las nuevas
invenciones y las maneras
nuevas de hacer las cosas”.
(Deaton, 2015, p. 26)
El conocimiento está en la
encrucijada: se hace para el
bien y se hace para generar
daño. El nuevo conocimiento
tiene que ser para generar soluciones
a la vida del planeta y a
la vida de los seres humanos.
Siempre se busca en toda
investigación un fin para el
beneficio de una comunidad,
de una nación o de la sociedad mundial. Las nuevas invenciones
deben ser para lo mismo:
calidad de vida del planeta y
de los seres humanos. Dejar de
crear armas y más armas para
decir que vivimos en la paz.
Parece que la carrera en la producción
de armas es para tener
dos guerras mundiales más:
nos armamos para la guerra
pero vivimos en la paz.
Las nuevas formas de hacer
las cosas implica el tiempo
para solucionar los problemas
que tenemos como humanidad.
También producir para
solucionar nuestros problemas
en lugar de producir para ganar
dinero. Podemos cambiar el
trato que damos a nuestro
hogar, a nuestro amado planeta
y a la carrera loca que llevamos como humanidad. Ahora hay
que agregarle la angustia de
la propagación de un virus:
hacemos mucha ciencia, fabricamos
muchos productos pero
estamos sujetos a lo que quiera
hacer un pequeñísimo ser; un
virus que trae a todos dependiendo
de su propagación.
Ante tanta ciencia y tanto
dinero estamos dependiendo
de ese pequeño ser que nos
puede hacer mucho daño. Ahí
está la fragilidad de la especie
humana.
Busquemos el verdadero progreso;
el de crear una sociedad
incluyente.
Busquemos el progreso en
una vida que signifique oportunidades
y riqueza espiritual
para todos.
Busquemos el progreso en
una forma de vivir la vida
donde tengamos tiempo de ser
seres humanos y no seres para
la producción.
Busquemos el progreso en
tener tiempo para disfrutar
cada cosa que hagamos en lugar
de ver el trabajo como una
forma de ganar dinero.
Como humanidad podemos
tener una vida de calidad que
sea para ser felices porque
hacemos los que nos gusta y
lo que nos gusta nos permite
tener una vida digna con la
inmensa satisfacción de lograr
ser seres humanos que construyen
el mundo que como
especie necesitamos.
Manos a la obra que sí
podemos.
BIBLIOGRAFÍA. Deaton, A. (2015). El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad.
México: FCE. | Morin, E. (2011). ¿Hacia dónde va el mundo? Barcelona: Paidós | Sagan, Carl.
(2003). El Punto azul Pálido, una visión del futuro humano en el espacio. México: Planeta.
En AIU buscamos romper paradigmas
con innovación creativa.
Durante mis estudios de doctorado en
AIU, investigué la demanda efectiva en
economía. Desarrollé varias ecuaciones
únicas y nuevas. Una de esas ecuaciones
era calcular la brecha del producto
para una economía.
La brecha del producto se define
como la diferencia entre el producto
real y el producto potencial. La brecha
(diferencia) entre el producto potencial
y el producto real es importante, porque
le dirá cuánto más espacio tiene
la economía para crecer. La ecuación
es restar el producto potencial del
producto real.
Si la diferencia es negativa, esto
significa que la producción real sigue
siendo mucho más baja que la potencial.
La economía todavía tiene espacio para crecer y esto da razones
para que un banco central mantenga
las tasas de interés más bajas. Si la
diferencia es positiva, esto significa
que el producto real está alcanzando
su potencial y las tasas de interés
pueden subir.
Ahora es fácil calcular la producción
real porque es solo el Producto Nacional
Bruto de un país. Sin embargo, es
más difícil determinar la producción
potencial de una economía.
Desde la crisis de 2008, la CBO
(Oficina de Presupuesto del Congreso)
de los Estados Unidos ha tenido problemas
para calcular la producción
potencial. Han tenido que revisar su
estimación muchas, muchas veces.
Los economistas los criticaron
por tantos ajustes a un número tan
importante.
Desarrollé una ecuación para la brecha
de producción durante mi doctorado
en AIU.
= 2800 * ((Utilización de la capacidad)/(participación
laboral * 0.742) – 1)
Mi ecuación se basó en una relación
simple entre la utilización de la capacidad
y la participación laboral. Aquí
hay un gráfico desde 1967 de cómo mi
ecuación se compara con el cálculo
oficial de CBO a lo largo del
tiempo. Mi ecuación es la
línea verde. El cálculo de
CBO es la línea roja.
Puede ver en este gráfico
que después de la recesión
de 2008, la CBO mostró
una enorme brecha de
producción negativa. Se mantuvo negativo hasta 2018 (10 años
después). Esta gran brecha de producción
negativa le dio a la Reserva
Federal (Banco Central) de los Estados
Unidos razones para mantener bajas
las tasas de interés.
También puede ver que mi número
fue negativo en un nivel estándar. Entonces,
en realidad, mi número alcanzó
una brecha de producción positiva 2
años después y se ha mantenido moderadamente
positiva desde entonces.
Yo declaré desde 2014 que la CBO
estaba equivocada. Declaré que con
tiempo regresarían a mi cálculo, lo que
hicieron a principios de 2019. Luego,
durante los 4 trimestres de 2019 hasta
ahora, el número CBO ha coincidido
exactamente con mi número ya que las
dos líneas ahora se mueven al unísono.
Nunca cambié mi ecuación, mientras
que la CBO ajustó su cálculo
muchas veces tratando de averiguar
dónde estaba la producción potencial.
Al final su numero se estabilizó con
mi número.
Mi trabajo aquí muestra que incluso
los conceptos más complejos en economía
pueden explicarse
mejor con simples ecuaciones
correctas.
Así es como rompemos
paradigmas
en AIU.
En AIU tienes la libertad
de descubrir e innovar con
ideas originales.
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Dr. José Mercado Presidente Ejecutivo Presidente del Consejo Administrativo |
Ricardo González, PhD Rector |
Dr. Ricardo Gonzalez Jefe de Operaciones y Director de Marketing |
Rosie Perez Coordinadora de Finanzas |
Dra. Silvia Restorff Consejera Académica |
Dra. Miriam Garibaldi Vice-Rectora de Investigación |
Linda Collazo Coordinadora de Logística |
Dr. Prakash Menon Consejero Académico |
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