Mi aventura en AIU, inicio el 8 de enero 2018 por luche por pagar la matricula, pero luego no pude continuar pagando por inconvenientes familiares. Mi papa se enfermó en el vecino país de Venezuela y había que enviarle dinero para los medicamentos. Después viaje a traerlo pues su estado era muy grave.
De la universidad me estuvieron mensajes, hasta que un dia en el año 2020, me llamo Alonso Méndez, un ser humano maravilloso, me impulsaba cada dia a seguir luchando por mis sueños y finalmente conseguí el dinero y volví a creer en mi sueño, logré completar la primera fase, eso fue para mí una gran bendición; en el año 2021 que fue la pandemia, me dio alopecia, lo cual me afecto mucho, pero nuevamente Alonso Méndez, me llamo y me dio ánimo y me impulso nuevamente a luchar por mis sueños.
Ahí comencé nuevamente a realizar mis cursos y a preguntarle a mi tutor todo lo que no entendía, luego no pude seguir pagando, porque me quedé sin ingresos suficientes para pagar la mensualidad.
Me gustó mucho haber pasado por esta experiencia pues fue muy grata, motivadora, me impulso a vencer mis miedos, a investigar, a tener más conciencia, a poner en práctica lo que aprendía con mis niños del CDI, lo cual me impulsaba a seguir aprendiendo para tener una mejor calidad en la enseñanza.
Gracias AIU.
Att: Lucy Sánchez Anchico