¿Te has preguntado cómo las empresas logran una integración completa entre sus departamentos? ¿Cómo todos los empleados parecen conocer cada detalle de la empresa, aunque pertenezcan a posiciones diferentes? ¿Sabes si las empresas exitosas enfocan sus estrategias sólo en marketing y publicidad externa?
Si te has hecho estas preguntas, quizás deberías evaluar en qué lugar de prioridad tienes el marketing interno o “endomarketing” de tu empresa. Dicha herramienta es utilizada por compañías a nivel global para fidelizar a sus empleados y que se sientan parte de ésta, haciendo suyos los valores y la identidad corporativa. Los empleados son una pieza esencial en el engranaje laboral, y mantenerlos motivados es vital para que el motor (la empresa) corra como debe ser.
Al igual que las estrategias y campañas de marketing externo, el marketing interno debe estar presente en todo momento en tus planes de comunicaciones, ya que el posicionamiento y la gestión saludable comienzan desde la casa.
Piensa: ¿De qué sirve una campaña externa en la que todos tus clientes la conozcan, pero tus empleados (clientes internos) no? ¿Cómo esperas posicionarte como líder en tu industria si no tienes en orden tu casa?
Este tipo de estrategias va orientado ante todo a los procesos empresariales internos y cómo tu equipo de trabajo se siente reflejado y posicionado en su lugar de trabajo. El objetivo es conseguir un impacto positivo en el personal y que esto se proyecte en las ventas y en el nivel de eficiencia operacional.
Cuando un cliente recibe un trato de calidad por parte de un empleado, se nota. Si el cliente percibe que el personal transmite desconfianza o falta de interés, no va a importar que tengas el mejor servicio o producto del mundo; posiblemente tarde o temprano pierdas al cliente.
Sin embargo, los empleados que saben comunicar los objetivos y estrategias de forma clara y precisa demuestran el buen funcionamiento de la empresa; y eso… también se nota.
A continuación, te dejo algunos consejos sencillos para que comiences a darle valor interno a tu empresa, y para que los integres en tus próximos planes de trabajo:
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Empleados Saludables: Cuando tu empleado está en bienestar es un empleado productivo.
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Ejecutivos posicionados: Es imperante que los puestos de alto mando estén accesibles a los empleados, pero que también sepan cuándo hay que “enrollarse las mangas”, para trabajar e interactuar directamente con el resto del equipo.
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Equipo Motivado: establece retos y nuevas tareas que estén acompañadas de oportunidades y recompensas.
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Comparte los logros y también los fracasos. Eso crea empatía del personal hacia la empresa.
Recuerda: Si cuidas a tus empleados, ellos cuidarán a tus clientes.
