La electrificación del transporte y la industria es un componente clave para reducir las emisiones de carbono. Los vehículos eléctricos (VE) están convirtiéndose en cada vez más comunes, y la tecnología detrás de ellos está mejorando rápidamente. Los avances en tecnología de baterías están haciendo que los VE sean más asequibles, con rangos más largos y tiempos de carga más rápidos. Las baterías de estado sólido, que reemplazan el electrolito líquido en las baterías tradicionales por un material sólido, prometen una densidad de energía y seguridad aún mayores.

Más allá del transporte, la electrificación está transformando industrias como la producción de acero y cemento, que tradicionalmente han sido grandes fuentes de emisiones de CO2. Los investigadores están desarrollando procesos que utilizan electricidad de fuentes renovables para producir estos materiales con poco o ningún tipo de emisión de carbono. Por ejemplo, la producción de acero basada en hidrógeno, que utiliza electricidad renovable para producir hidrógeno a partir del agua, puede reducir significativamente la huella de carbono de la producción de acero.

Agricultura Sostenible y Sistemas Alimentarios

Según el informe sobre los objetivos de desarrollo sostenible 2024, solo se ha alcanzado el 17 por ciento de la meta. La agricultura es tanto una contribuyente como una víctima del cambio climático, representando una porción significativa de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Las innovaciones en la agricultura sostenible son esenciales para reducir estas emisiones mientras se asegura la seguridad alimentaria.

La agricultura de precisión, que utiliza tecnología para monitorear y optimizar las prácticas agrícolas, es una de estas innovaciones. Al analizar datos de satélites, drones y sensores, los agricultores pueden aplicar agua, fertilizantes y pesticidas de manera más eficiente, reduciendo el desperdicio y las emisiones. Además, los avances en el mejoramiento de plantas y la ingeniería genética están llevando al desarrollo de cultivos más resilientes al cambio climático y que requieren menos insumos.

Otra área prometedora de investigación es la carne cultivada en laboratorio. La carne cultivada se produce cultivando células animales en un laboratorio, ofreciendo una alternativa más sostenible y ética a la producción tradicional de carne. Esta tecnología tiene el potencial de reducir drásticamente el impacto ambiental de la industria cárnica, que es una fuente importante de emisiones de metano y deforestación.

Soluciones Basadas en la Naturaleza

Aunque la tecnología juega un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, la naturaleza misma ofrece algunas de las soluciones más efectivas. Las soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación, la restauración de humedales y la agricultura regenerativa, trabajan con procesos naturales para secuestrar carbono y construir resiliencia frente a los impactos climáticos.

Los esfuerzos de reforestación y aforestación tienen como objetivo restaurar y expandir los bosques, que actúan como sumideros de carbono al absorber CO2 de la atmósfera. La restauración de manglares es otra estrategia efectiva, ya que los manglares secuestran carbono a una tasa mucho mayor que los bosques terrestres y proporcionan protección contra la erosión costera y las tormentas. Según investigaciones secundarias, la reducción electroquímica ofrece una alternativa rentable donde se generan productos de múltiples carbonos mientras se utilizan fuentes de energía renovables.

La agricultura regenerativa, que se centra en restaurar la salud del suelo y mejorar la biodiversidad, también tiene un gran potencial. Los suelos saludables almacenan más carbono y requieren menos insumos químicos, reduciendo las emisiones derivadas del uso de fertilizantes y la degradación del suelo. Prácticas como la siembra de cultivos de cobertura, la rotación de cultivos y la agricultura sin labranza están siendo cada vez más adoptadas por agricultores en todo el mundo.

Economía Circular y Reducción de Residuos

La transición hacia una economía circular, donde los productos y materiales se reutilizan, reparan y reciclan, puede reducir significativamente el impacto ambiental de la producción y el consumo. Este enfoque minimiza los residuos, conserva recursos y reduce las emisiones de carbono asociadas con la fabricación de nuevos productos.

Las empresas innovadoras están desarrollando productos diseñados para una larga duración y fácil reciclaje. Por ejemplo, los teléfonos inteligentes y electrónicos modulares permiten a los consumidores reemplazar componentes individuales en lugar de comprar dispositivos completamente nuevos. En la industria de la moda, las empresas están adoptando prácticas sostenibles como el uso de materiales reciclados, el diseño para la durabilidad y la implementación de programas de devolución para reducir los residuos textiles.