Jorge José Luis Grass Compte Doctorado en Edu cación Educación Argentina |
Christopher Ramogaladi Licenciatura en Ciencias Sociales Gerencia de Emp resas Botswana |
Johnson Sambitla Tita Fangmbung Doctorado en Ciencias Solución de Conflictos y Construcción de Paz Camerún |
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Mathew Uwaigbe Oyourane Maestría en Ciencias Ciencias de la Salud Suecia |
Shane Anthony Mohammed Doctorado en Filosofía Liderazgo y Gobernanza Trinidad y Tobago |
Minyoi Ilishebo Licenciatura en Ciencias Ingeniería Civil Zambia |
Margaret Maulana Doctorado en Gestión de Negocios Administración de la Salud Zimbabwe |
Resumen:
El artículo presenta, en un
marco teórico y con ejemplos
fácticos, el efecto del proceso
de debilitamiento del Estado,
como un objetivo planificado
que aprovechó la articulación
de nuevos mecanismos
de participación política y
el desgaste de las estructuras
partidistas tradicionales,
lograr este objetivo.
En este sentido, se puede
ver cómo esa vieja aspiración,
que en el pasado
logró especificar estructuras
comerciales como la British
East India Company o la
Dutch East India Company,
actualmente busca formas de
control político del Estado.
Control que edita el comportamiento
articulado por las
llamadas “Siete Hermanas”
que, antes de la aparición de
la Organización de Países
Exportadores de Petróleo
(OPEP), monopolizaron el
mercado de los hidrocarburos
en todo el mundo, por encima
de los intereses de los pueblos
y controlando el Estado.
En esta ocasión, el debilitamiento
del Estado puede
verse en la falta de capacidad
de influencia social que tenía al organizar el confinamiento
de sus poblaciones frente a la
pandemia de COVID-19. Además,
en una visión más puntual,
en el caso de Ecuador,
los eventos que en octubre
de 2019 obligaron al Estado a
retirar un Decreto Ejecutivo
que intentaba ajustar el
gasto público a través de una
redefinición de los costos de
combustible y subsidios.
Una realidad que enfrentamos
hoy por hoy, es la
evidente debilidad estatal para
imponer sus decisiones, la
ley y el orden en sus sociedades;
debilidad que se puede
evidenciar en los escenarios
devenidos del SARS-CoV-2,
COVID-19 o Coronavirus, y el
comportamiento social frente
a las medidas adoptadas; escenario
que ha debido enfrentar
no sólo el Estado ecuatoriano,
sino todos los Estados urbi-etorbe,
siendo la excepción que
confirma la regla: la República
Popular China.
La debilidad estatal tiene,
definitivamente, causas cuyos
orígenes van más allá de los
procesos de búsqueda de mayor
participación social —legitimidad
que no se cuestiona—,
como aquellos que buscaron
una mayor interlocución de
la denominada “sociedad
civil”, “movimientos sociales”,
u otros de igual género,
y en cuya agenda existe un
objetivo: el empoderamiento y
mayor interacción del individuo
frente al Estado.
Este ejercicio, se debió al
agotamiento de las capacidades
de interlocución y la falta
de dinamia de las estructuras
políticas tradicionales —partidos
políticos, esencialmente,
que son los llamados a
traducir la voluntad popular
en una gestión que se articula
de modo ideológico y con
base a una filosofía política—,
anquilosadas y que no permitieron,
por un lado, el traspaso
generacional, ni por otro el
debate y discrepancia conceptual,
declarando a todo aquel
que no profesase el mismo
pensar, como revisionista o in
extremis, traidor.1 Este proceso de empoderamiento
y mayor interacción,
no viene solo; está acompañado
de un deseo antiguo, pero
no por eso menos presente,
que ha utilizado la globalización
para concretar sus intereses
y afincar su agenda a nivel
planetario, y ésta radica en
consolidar el poder económico
con el político.
La “necesidad” de empoderamiento
e interacción de la
sociedad civil fue el conducto
eficiente para que las estructuras
económicas mundiales
puedan consolidarse, replicando
los estándares de finales del
siglo XVIII y principios del siglo
XIX, por los cuales ciertos actores,
aprovechando la innovación
tecnológica, el crecimiento
económico y el expansionismo
militar, adquirieron altos grados
de hegemonía y control de
gran parte del mundo. (Gómez
Sánchez, 2020)
Vemos así que a inicios
del siglo XXI, una serie de fenómenos ligados tanto a la
globalización económica como
a las exigencias identitarias
de muy diversos grupos están
cuestionando la forma de hacer
política (Cuñarro Conde,
2006): mirar al Ecuador2, puede
resultar un ejemplo de lo afirmado.
Así, en el transcurso de
una década, entre finales del
siglo XX y primeros años del
2000, se produjo, en lo formal,
un cambio sucesivo de Jefes
de Estado —siete Presidentes
de la República entre 1996 y
el 2006— y en lo de fondo,
un cambio significativo en el
comportamiento individual
y social frente a la política, y
primeros pasos de empoderamiento
e interacción política.
(Narváez Ricaurte & Narváez
Rivadeneira, 2019).
Aquellos diez años de
inestabilidad política ecuatoriana,
constituyeron el
“caldo de cultivo” de algunos
fenómenos, entre los cuales
podemos destacar la aparición
de outsiders —que siempre han
existido, pero nunca con una
probabilidad tan real de alcanzar
el poder—, la conformación
de estructuras para-partidistas
como lo son los movimientos3
—manifestación de una
cultura antipolítica con nueva
tendencia de hacer política—,
discursos tecnocráticos que
extremaron la despolitización
de las expectativas y demandas
ciudadanas —deviene como
fenómeno contestatario disfrazado
de objetividad—, reencauche
de “viejos caudillos” y
aparición de “nuevos caudillos”
—como parte de la transformación
de la cultura política
y de los propios procesos de
participación— y, un ejercicio
de movilidad político social, del
resultado de la exacerbación
del derecho político individual
—olvidándose en el discurso,
incluso académico, de que todo
derecho tiene su concomitante
obligación—.
Para entender el fenómeno,
resulta obvio, por un lado, que
parte de esta situación de cambio,
no la calificaremos de evolución
o involución, sino sólo
de cambio, se debe a una crisis
de representación de los partidos
políticos, como organismos
autoreferenciados4; y por otro,
colofón de lo dicho, la pérdida
de confianza de la población en
los partidos políticos, dejando
de ser éstos la forma predominante
de participación de
las masas y permitiendo el
surgimiento de otras formas
de representación.5
En esta realidad, los partidos
políticos dejaron de cumplir su
función de servir como canal
de representación; promoción
de la participación; y, determinación
de la política estatal y
la organización del gobierno.
(Narváez Ricaurte, 2009) Funciones
que no logran desarrollar
adecuadamente ni en el
espacio ejecutivo/gubernativo,
ni en el legislativo, transformando
a los partidos políticos
únicamente en maquinariasempresariales
electorales.
A esta pérdida funcional
debe sumarse el corroído
criterio que pesa sobre la
clase política, devenida de la
corrupción, el clientelismo, la
inoperancia, la demagogia, la
impunidad y el resto de vicios
conocido y por conocer, de
esta actividad secuestrada por
“Ali Babá y los 40 Ladrones”.
Esto genera un proceso de
desafección, que se manifiesta
en la pérdida de la identidad
partidista, el declinar de la
concurrencia electoral y de la
membresía y la desconfianza
en los partidos como instituciones.
(Duque Daza, 2006)
Este espacio vacío en el
ámbito político son asumidos
por actores de reparto, como
movimientos sociales, que
denostando cualquier criterio
de alternancia democrática,
dentro de su estructura, son
las élites de dichos operadores
políticos los que designan a la
dirigencia; élites que suelen
estar vinculadas con las estructuras
del poder económico
local y/o nacional que a través
de un ejercicio de ajustado del
discurso rousseauniano de la
llamada teoría de la soberanía popular o de la soberanía
fraccionada. (Ruiz de Azúa &
Vanaclocha Bellver, 2009).
Este mismo fenómeno tiene
un efecto estructural, al reducir
la capacidad de los partidos
políticos para proponer las políticas
públicas; dejando dicha
tarea, a instituciones que han
adquirido un peso específico
como agentes paraestatales,
en la determinación de dichas
políticas públicas. Así, la multiplicación
de estructuras de
representación de intereses,
como grupos y tipo de asociaciones
con reivindicaciones,
particulares fracturan y restan
eficacia al Estado (Panebianco,
1990; Garretón, 2004).
Bajo esta lógica, podemos
entender que las nuevas formas
de participación política
fueron construidas bajo liderazgos
que pueden describirse,
en el marco de las expresiones
del político francés Alexandre-
Auguste Ledru-Rollin:
“Hacia allá va el pueblo. Debo
seguirlo, porque yo soy su
líder” (Qvortrup, 2016).
El Estado, en ese sentido, se
encuentra seriamente disminuido
en su capacidad de
gestión y respuesta, por la atomización
de su capacidad de
traducir los intereses sociales
a través de la articulación de
políticas públicas adecuadas,
y la delegación implícita de su
formulación a título de amplia
discusión con grupos específicos
de interés, mismos que no
responden a lo colectivo. Esa
mecánica hace que prevalezca
el interés particular, dinamitan
la política pública a favor de las
agendas privadas, y, discursivamente,
reduce cualquier
reacción del Estado por recuperar
espacios, como actitudes
intervencionistas o, en caso
de imponerlos —incluso por
la Ley— descalificar al Estado
como autoritario.
Huelga señalar que el
debilitamiento de los partidos
políticos, la presencia de
los movimientos sociales, la
intervención de viejos y nuevos
líderes, son el resultado de un
ejercicio de reduccionismo
conceptual, no sólo del rol
del Estado, como esa entelequia
jurídico-política, sino la
exacerbación de los derechos
basados en un anárquico
ejercicio de la soberanía, como
modos discursivos de legitimar
las actuaciones que, desde todo
punto de vista, atentan contra
el concepto del Estado mismo,
como la institución llamada
a velar a favor de lo colectivo
sobre lo particular.
Ejemplificativamente podemos
evidenciar esa situación
transicional, por efecto del
debilitamiento, en dos hechos
suscitados: el primero, en octubre
del 2019 que tuvo como
actores a las organizaciones
indígenas, quienes ejerciendo
su derecho a la protesta
en contra de las medidas
económicas dictadas por el
Gobierno, desencadenaron
enfrentamientos violentos en
la sociedad ecuatoriana; y, el
segundo, sin lugar a dudas, el
incumplimiento de la medias
establecidas por el Gobierno
a inicios de la declaratoria de
emergencia por la pandemia
en Ecuador, generando el caos,
que incluso llegó hasta el bloqueo
del acceso de aeronaves
en el aeropuerto de Guayaquil,
por parte de la alcaldesa del
Puerto principal, dejando en
evidencia la poca gobernabilidad
y el conflicto entre la
autoridad nacional y local.
Por el otro lado, la eficiencia
estatal, demostrada por
la República Popular China
—aunque muchos sostienen
que se debe a una naturaleza
autoritaria—, permitió ver
como un Estado consolidado
pudo cerrar un “pueblo” de más
de 12 millones de habitantes y
limite la libre movilidad —sin
que se presenten manifestaciones
de ningún índole—, que
permitió que en un mes y medio
declararan a Wuhan zona
libre de contagio del COVID-19,
y registrando tasas de mortalidad
que han sido superadas
en otros Estados, en los cuales
esta falta de autoridad Estatal
se evidenció en la indisciplina
social y por tanto un mayor
nivel de contagio.
BIBLIOGRAFÍA. Asamblea Nacional. (2018). Ley Orgánica Electoral, Código de
la Democracia. Registro Oficial Suplemento 578, 27/04/2009: Corte Constitucional.
• Cuñarro Conde, Edith Mabel. (2006). Agotamiento de los partidos políticos
y ciudadanía activa en Venezuela. Cuestiones Políticas, 37, 55-73. • Duque
Daza, Javier. (2006). Los partidos políticos contemporáneos ¿Crisis, adaptación
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análisis Sitio web: http://www.revistafolios.mx/dossier/los-partidos-politicos-contemporaneos-crisisadaptacion-
o-transformaciones • Garretón, Manuel Antonio. (2004). La indispensable
y problemática relación entre partidos y democracia en América Latina. PNUD,
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. La democracia en América
Latina. Hacia una democracia de ciudadanos y ciudadanas. • Gómez Sánchez,
Luis Esteban. (2020). El poder tras el poder: las empresas del Imperialismo. Marzo
24, 2020, de Foreign Affairs Latinoamerica Sitio web: https://www.facebook.com/
ForeignAffairsLatinoamerica/ • Narváez Ricaurte, Luis Jaime & Narváez Rivadeneira,
Luis Alberto. (2019). Visión Política de los 69 mil Días Republicanos. Bloomington,
IN 47403, Estados Unidos: Palibrio. • Narváez Ricaurte, Luis Jaime. (2009).
Writing Autobiographies of Nations A Comparative Analysis of Constitutional
Reform Processes. Países Bajos: NIMD Knowledge Centre. • Panebianco, Ángelo.
(1990) Modelos de partidos: Alianza, Madrid. • Qvortrup, Matt. (2016). Los
peligros de darle la palabra al hombre común. Revista Gestión, IV, 26-27. • Ruiz
de Azúa, Miguel Ángel & Vanaclocha Bellver, Francisco. (2009) Los actores
políticos y sociales. Universidad Complutense de Madrid, Tema VII, 300-355
En un cosmos ferozmente
competitivo, sin importar
nuestros oficios, es imprescindible
practicar una cultura
financiera, para afrontar con
éxito la incertidumbre de la
globalización.
A pesar de los esfuerzos
mundiales, el planeta exhibe
una creciente inequidad, a
consecuencia de un sistema
excluyente. Ante nuestra impotencia,
cada cuatro segundos
una persona muere de hambre,
alerta la ONU.
Como réplica a estos desafíos,
urge la praxis de la educación
financiera. Ella abre la mente
de las niñas, niños y adolescentes,
hacia el emprendimiento
creativo, libertad personal y
desarrollo sostenido a partir de
una idea dentro de su contexto
socioeconómico. Por lo que es
un imperativo categórico kantiano,
incorporar como asignatura
obligatoria, en los planes
curriculares de la educación
básica, como lo hace, el Reino
Unido desde 2014.
Esta alfabetización, beneficia
a las ciudadanas y ciudadanos,
optimizando su condición de
vida, para lograr un Desarrollo
humano y equidad colectiva,
transformando los conocimientos
en un producto de
marketing, apoyado por la
ciencia digital, desde una política
financiera de estado.
En esta línea, para comprender
el valor de la educación financiera, la OCDE define
como un proceso de adquisición
de habilidades y conocimientos
financieros para la
toma de decisiones correctas y
el logro de bienestar personal.
Asimismo, recomienda previo
estudio por especialistas de
cada estado, integrar en los
currículos escolares como parte
de una estrategia nacional
que involucre a la comunidad,
para mejorar la capacidad
financiera de las niñas, niños
y adolescentes.
Dado el impacto global de
las finanzas. La prueba PISA,
promovida por la OCDE dirigido
a estudiantes de 15 años,
evalúa cada tres años, áreas
de: matemática, lectura y ciencia.
A partir del 2012, acertadamente
ha incluido, educación
financiera, comprometiendo a
todos los estados, trabajar esta
competencia.
Según el Informe PISA 2018,
sobre competencia financiera,
estudiantes de muchos países
están por debajo de la media
exigible por la OCDE. En
Europa, tristemente se lleva la
peor parte, la vieja España. En
América Latina sin llegar a la
media, lidera Chile, seguido del
gigante aletargado, Brasil y en
la retaguardia, aparece Perú.
El caso peruano es curioso,
el Ministerio de Educación
fomenta educación
financiera pilotos, desde 2015,
con programas, “Finanzas en
mi colegio” y “Contigo en tus
finanzas en aula” limitado a
temas transversales en alianza
con la SBS, el BID entre otros,
además del Plan Nacional de
Educación Financiera. Apenas
ha beneficiado al 5 por ciento
del bolsón estudiantil.
Además, aparece solo como
temas a trabajar en el Currículo
Nacional Básico peruano,
porque no existe una política
financiera para la educación
básica. Como corolario, el
sensacional PEN al 2036, liderado
por preclaros pedagogos,
desatendiendo las recomendaciones
de la Comisión
Europea, consideran a la educación
financiera, como tópico
transversal o logro de alguna
competencia, cercenando
las alas de oportunidades a
millones de estudiantes potencialmente
emprendedores y
emprendedoras.
En este sentido, analicemos
el contexto peruano cuya
economía general, es sostenida
desde la informalidad
con más del 70% y apenas
el 30% es formal, generando
inequidad debido al desconocimiento
financiero formal. El
mismo que da pie, debatir a la
luz de los avances científicos
y contextuales, la necesidad
de incluir el curso de finanzas
en el Diseño Curricular
Nacional.
De tal manera, acceder a la
educación financiera, hace al
ser humano más independiente
y menos vulnerable deja
entrever Ana Cabirta. En ese
sentido, Perú y los países en vías de desarrollo con un fuerte
bono demográfico, superior
a países desarrollados, deben
aprovechar esta coyuntura,
alfabetizando financieramente
a todos los niños, niñas y
adolescentes de la educación
básica para vigorizar su capital
humano.
Naturalmente, este adoctrinamiento
de la destreza
financiera desde la niñez, ancla
ideas positivas y solidarias
en el pensamiento de NNA y
familias, emergiendo talentos
innovadores e innovadoras,
viendo en la vida, un manojo
de oportunidades para la autorrealización
personal.
Finalmente, la educación
financiera es una herramienta
fundamental en la vida de las
personas. Asumiendo desde la
escuela, como asignatura troncal
a lo largo de la educación
básica, empodera a la ciudadanía,
en su lucha frontal contra
la desigualdad y la pobrez
BIBLIOGRAFÍA. Ana Cabirta. ¿Por qué la educación financiera no
es una asignatura en los colegios? Recuperado de: https://www.bbva.
com/es/es/por-que-la-educacion-financiera-no-es-una-asignaturaen-
el-colegio/ (30/10/2020) | Educación financiera en América Latina
y el Caribe. Recuperado de: https://www.oecd.org/daf/fin/financialeducation/
OECD_CAF_Financial_Education_Latin_AmericaES.pdf
(30/10/2020) | https://www.sbs.gob.pe/inclusion-financiera/Politica-
Nacional/PLANEF (30/10/2020) | Resultados PISA 2018. Disponible en:
http://umc.minedu.gob.pe/wp-content/uploads/2020/07/PPT-PISAFinanciera-
2018_FINAL-13.07.pdf (30/10/2020).
Estamos todavía en las
fiestas de un año que se
va y otro que inicia. Nunca
imaginamos que el 2020 iba a
ser como lo hemos vivido: una
pandemia que no termina.
Iniciamos este 2021 muy
diferente a lo que podíamos
pensar. No sabemos qué
proponer como metas porque
todo dependerá de lo que pase
con la pandemia.
Sabemos que en todos los
países hay muchas personas
enfermas, muchas personas
muertas a consecuencia de la
pandemia, muchas personas
sin trabajo y las economías
hacia la recesión.
Nos dicen que las vacunas
ya estarán a inicio de año,
pero tardarán mucho. Es
posible un año o más para
que toda la población esté
vacunada.
Nos quedamos pensando:
qué fue lo que pasó para que
lo que vivimos esté ocurriendo.
Mucha ciencia y mucha
tecnología y estamos en esta
situación. Nos falta pensar en
lo que somos y hacemos como
seres humanos.
¿Cuál ha sido el desarrollo
de la humanidad para
que hayamos llegado a esta
situación?
a) Vamos a ver el desarrollo
de las relaciones
socio-políticas.
b) Veamos el desarrollo de las
ciencias.
Si comenzamos por los primeros
grupos humanos, por allá
por los inventos de la escritura,
tenemos poca información
por los vestigios encontrados
y por la conservación de los
mismos.
Pensemos en los grupos
humanos a partir de la
transición de recolectores
a productores. Con la producción
podemos pensar en
asentamientos humanos. Esta
etapa la podemos considerar
por el cuarto milenio a. de C.
Aquí hablamos de la propiedad
comunal. Las personas
vencidas en las guerras pasan
a ser esclavos y son los que
hacen el trabajo pesado.
Es de nuestro conocimiento
la división de la Historia por
edades, división que se hace, de acuerdo a grandes acontecimientos.
En la Edad Antigua
se desarrollan grandes culturas
como China, India, Grecia,
Persia y otras más. La Edad
Antigua se la considera desde
la aparición de la Escritura
hasta la caída del Imperio
Romano de Occidente, unos
4,000 años.
La Edad Media se caracteriza
por el régimen feudal:
los que no tienen nada son
los siervos de la gleba y los
Señores. Feudales. Hablamos
en la Edad Media de una gran
guerra, de las Cruzadas, por
allá por el siglo XI d. de C.
El interés de la Cruzadas fue
comercial. En la Edad Media
surgen las ciudades como el
grupo de seres humanos no
dependientes del feudo y con
una visión mayor del mundo.
Desde el siglo XII comienza
la decadencia del sistema
feudal y surgen Los Estados
Nacionales. Comienzan las rebeliones.
El estado ruso surge
con la liquidación del dominio
mogol en 1440. Todavía hablamos
como base del sistema
social: la servidumbre.
Con el fin de la monarquía
absoluta y la caída del Imperio
Romano de Oriente se da
inicio a la Edad Moderna. Con
el desarrollo de las ciudades
y los gobiernos centrales
tenemos el desarrollo del
comercio.
El renacer de la cultura
grecorromana, en los siglos
XV y XVI, origina el renacer de
esa cultura, el Renacimiento.
El renacimiento significó:
desarrollo de la ciencia y el
arte, y la consideración de los
seres humanos como el centro
de la vida.
Aquí hablamos de: Leonardo
da Vinci (1452-1519)
· Michelangelo Buonarroti
(1475-1564) · Rafael Sanzio
(1483-1520) · Tiziano (1477)-
1576) · Maquiavelo (1469-1527)
· Miguel de Cervantes Saavedra
(1547-1616) · Miguel de
Montaigne (1533-1592) · William
Shakespeare (1564-1616).
Junto con las artes y las
letras están las expediciones,
que se hicieron a partir del
desarrollo del conocimiento
científico. Viene el contacto
de Europa con América. El
desarrollo de las relaciones
con oriente surge mediante la
navegación.
La culminación del Renacimiento
nos trae La Ilustración
en el siglo XVIII.
Se edita una obra con todo
el conocimiento denominada
la enciclopedia; se publicó
en 28 tomos. Dentro de los
principales colaboradores tenemos
a Diderot, D’Alembert,
Holbach, Helvecio, Voltaire,
Montesquieu y Rousseau.
La Revolución Francesa,
la inglesa y la Independencia
Norteamericana se consideran
como los eventos que marcan el inicio de la Edad
Contemporánea.
Estamos ya ante hechos
que marcarán el desarrollo de
los Estados y la disminución
del poder de las monarquías
pasando a ser monarquías
constitucionales.
El mundo de inicio de la
Edad Contemporánea se desarrolla
entre el dominio de las
nuevas tierras conquistadas
y el desmembramiento de las
monarquías absolutas.
También desarrollo de las
ciencias con la experimentación
y las matemáticas para
cualquier conocimiento. Hoy
en día se trabaja también con
método cualitativo y cuantitativo:
el modelo holista.
Con un mundo nuevo, con
la ciencia y un mayor comercio,
viene el dominio de los
bienes y las ideas de propiedad
de los bienes: que si el
Estado o los particulares.
Entre los grandes científicos
podemos mencionar a los
siguientes: Einstein- Conceptos
de espacio y tiempo
· Heisenberg – Principio de
incertidumbre · Pauli – Principio
de exclusión · Niels
Bohr - Principio de complementariedad
· Planck y
Sochrödinger – Relaciones del
mundo subatómico · Dilthey –
Psicología e Historia · Wundt,
Brentano, James y Piaget –
Psicología · Weber – Sociología
· Wittgenstein – Filosofía
de la ciencia · Bertalanffy
– Biología · Bertrand Russell
–Matemáticas · Habermas- El
interés · Morin - La traducción
del mundo · Bunge – Física -
representación simbólica de
los objetos · Prigogine – Las
estructuras disipativas –
sistemas abiertos · J. S. Bell
– Estructura de la materia ·
Bohm – Orden implicado ·
Thom – Morfogénesis · Lazslo
– Tensiones productivas ·
Stapp – Universo orgánico
· Sheldrake – La resonancia
mórfica · Dobbs – Teoría de
los positrones.
El mundo de hoy tiene un
gran desarrollo, pero qué
pasó para que con tanta
ciencia y tecnología un virus haya detenido a la sociedad
mundial.
Si nos ponemos a hacer
análisis de todo el desarrollo
que hemos alcanzado hay algo
que se nos queda en el tintero:
no hemos trabajado por el
entendimiento entre los seres
humanos.
Ampliamos el mundo físico,
desarrollamos el comercio
para tener bienes, desarrollamos
la ciencia para saber en
dónde estamos, pero cómo vivir
para que cada ser humano
tenga un espacio digno no lo
hemos hecho.
Decimos que tenemos una
sociedad del conocimiento,
pero ese conocimiento es para
unos pocos porque el sistema
de posesión de la riqueza y de
beneficio de la ciencia es para
un 10% de la población mundial.
Además lo que tenemos
en abundancia es la desinformación
mediante las redes
sociales.
De la vida de los seres humanos
se ocupan los sistemas
políticos sólo para sacar
beneficios. La búsqueda del
bien para todo ser viviente no
existe.
¿Por qué la pandemia generada
por el Coronavirus no ha
podido ser controlada teniendo
tanta ciencia y tecnología?
Tan fácil como lo que sigue:
Significaba costo para los gobiernos
y descubrir la vacuna
no generaría tanto beneficio
como la carrera loca de la mercadotecnia
donde ya estaba
construida la infraestructura.
Además cada gobernante
está más ocupado en perpetuarse
en tener poder, por
todas las prebendas que alcanzan,
que ver que la población
tenga el bienestar necesario.
Ahora la economía está
detenida porque los trabajadores
están contagiados y
el beneficio que perseguían
los gobiernos no lo pueden
alcanzar. Hay una recesión en
puerta y ahora sí quieren una
vacuna rápido para que siga
la producción. El que piensen
en el bienestar de los seres
humanos es una utopía.
Es lo mismo con la educación;
los gobiernos tienen el
derecho a decir: esto sí es legal
y esto no. El asunto está en
que hacen los planes de estudio
orientados en los conocimientos
que puedan mantener
su poder. Es una educación
domesticadora.
El coronavirus va a desaparecer
porque ha detenido las
ganancias económicas de los
poderosos y ahora sí lloran por
el bienestar de los ciudadanos,
digo, de los trabajadores.
Los problemas surgen
porque todo el desarrollo es
para bienes y riqueza de unos
pocos.
Por lo que hemos visto a lo
largo de la Historia la convivencia
es algo en lo que no se
ha trabajado.
Ahora con las personas confinadas
en sus casas vemos mucha violencia. Tenemos que
aprender a vivir con los otros.
Los beneficios de la convivencia
son:
a) El cuidado de nuestro espacio
para la vida; el planeta
Tierra, porque ahí vivimos
todos.
b) La oportunidad de educación
para todos porque así
todos podemos ser responsables
de nuestro bienestar.
c) Menos conflictos porque
resolveríamos las diferencias
por el bien para todas
las partes.
d) La producción de acuerdo a
las necesidades de los seres
humanos y dejar de producir
sólo para lucrar.
e) Salud para todos porque
tendríamos menos gastos
para la misma al detener la
carrera loca de trabajar para
comprar y comprar
f) Los bienes alcanzarían para
todos al producir para lo que
efectivamente necesitamos.
Tenemos que educarnos
en la convivencia
porque sí genera
bienestar para todos.
BIBLIOGRAFÍA. Brom, J. (2017). Esbozo de Historia Universal: Grijalbo.
| UNESCO (2004) – Historia de la Humanidad- Planeta- Grandes Publicaciones.
| Prehistoria e inicios de la civilización- La aparición del
Hombre. Volumen I - Del año 3,000 a. C. al 700 a. C. Volumen 2. | Del
siglo VII a. C. al siglo VII d. C. Volumen 3. | Del siglo VII al siglo XVI. Del
nacimiento del islam al descubrimiento de América. Volumen 4. | Del
siglo XVI al siglo al siglo XVIII. Los grandes navegantes y los primeros
imperios coloniales. Volumen 5. | El siglo XIX. La revolución Industrial.
Volumen 6 | EL siglo XX. La globalización de la cultura. Volumen 7 | El
siglo XX. Evolución de la ciencia y la cultura en el mundo. Volumen 8.
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