Publicaciones de Estudiantes


Autor: Mynor Dario Corzo Santiago
Titulo: UN ENFOQUE DE JUSTICIA EN PROGRAMAS DE CRÉDITO ANTIPOBREZA PARA AMERICA LATINA
Area:
Pais:
Perfil:
Programa: Administración de Negocios
Disponible para descarga: Yes
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RESUMEN EJECUTIVO
"Cuando alguien sueña, es un sueno. Cuando muchos tienen el mismo sueño,
estamos en los albores de una nueva realidad. "
Helder Camara
Para muchas instituciones de desarrollo y especialmente para algunas
instituciones de Microfinanzas, la promoción de la justicia significa buscar una
"nueva realidad" para los y las participantes en los programas de Microfinanzas
puede ser más que un sueño.

Para la Institución de Micro Finanzas (IMF) que enfrentan la oportunidad para
cambiar significativamente las condiciones que han producido sufrimiento para un
sin número de seres humanos y han impedido que las personas logren su
desarrollar en todo su potencial humano.

Para los programas y las IMF que están trabajando para el desarrollo de la
microempresa y finanzas, o "crédito anti-pobreza", el llamado a la acción es
particularmente relevante. Como técnicos/as especialistas en un campo que
recientemente ha visto un crecimiento y un cambio, en el sector en general, nos
enfrentamos a una oportunidad y unos retos únicos.

La competencia técnica que se ha logrado generar, conjuntamente al incremento
significativos en recursos humanos y financieros, ha permiten a una pocas
instituciones a percibir un verdadero impacto en las vidas de la población que ha
participado en los programas, sus comunidades y en general, en el ámbito social y
político en el que se trabaja. Lo importante de todo esto es que actualmente se
ven cambios significativos. Sin embargo, debemos aprovechar la oportunidad
para que, utilizando el mismo tipo de recurso humano y financieros podamos
producir otro tipo de cambio: un cambio más profundo que aumentar al corto plazo
el valor de los activos de una persona, o aumentar el acceso a servicios
financieros. Lo que debemos buscar es un cambio verdaderamente significativo
en las relaciones de justicia para nuestra población meta, las mujeres pobres de la
economía de "supervivencia" del mundo.

EI reto evidente es el de encontrar una forma práctica para hacerlo. ¿Cómo
podemos, al mismo tiempo, buscar ser líder en proporcionar servicios financieros
sostenibles y de alta calidad, adherirnos alas mejores prácticas sectoriales,
innovar, aumentar escala, mejorar responsabilidad y al mismo tiempo perseguir
una estrategia de justicia? Aunque no hay una respuesta fácil a esta pregunta, el
hecho de haber planteado la inquietud es un paso positivo. Este documento
representa una propuesta sobre como los programas de crédito anti-pobreza de
América Latina pueden responder a la pregunta. Uno de los propósitos es de
compartir éste modelo con instituciones locales, los logros obtenidos en el intento

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que durante el último año hemos hecho para responder en forma reflexiva a la
oportunidad y reto que la nueva estrategia de justicia que se presenta.
EI documento se divide en seis breves secciones:
La primer sección define el contexto en que el programas institucionales de
microfinanzas y la comisión Técnica para el Desarrollo de la Microempresa,
ha trabajado en los últimos años.

La segunda parte brinda un resumen de los principios guías, inspirados por
la Enseñanza Social Católica, que nos han proporcionado la "brújula moral"
necesaria para guiarnos en nuestro pensar y en la definición de nuevas
estrategias.
La sección tres, basada en el desarrollo de una imagen objetiva del futuro,
proporciona una nueva manera de conceptualizar el papel de los bancos
comunales y sus miembros, dentro de una cultura de justicia y paz.

La parte cuatro proporciona un análisis crítico de las circunstancias y
situación de nuestros programas actuales en relación con las
consideraciones de justicia.

La parte cinco ofrece una descripción del uso de la "Lente de justicia" para
definir los obstáculos que nos previenen sobre la realización de nuestra
nueva visión.


La sección seis proporciona una descripción de nuevas áreas de enfoque
como puntas focales para la promoción de la justicia en nuestra
programación, incluyendo iniciativas específicas para cerrar la brecha entre
nuestra imagen del futuro y las situaciones problemáticas que nos enfrentan
hoy mismo.
Conclusión
La primera conclusión que obtenemos en este proceso de reflexión es que los
programas de crédito anti-pobreza son, de hecho capaces de promover y efectuar
cambio en los niveles más sustanciales de la sociedad. La comprensión y
aceptación de los principios universales básicos es de profunda importancia. En
este sentido, la enseñanza social de la Iglesia Católica nos ha proporcionado
elementos importantes en la definición de estos principios y una comprensión de
su naturaleza universal, tal como están reflejados en casi todas las religiones
importantes del mundo.
Dicho de manera sencilla, una cultura de justicia y paz es una consecuencia

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directa del grado en que nosotros, como sociedad, vivimos en armonía con
los principios básicos, sin importar nuestra cultura o religión. Así que el
grado en que promovemos la justicia y la paz mediante nuestros programas de
crédito anti-pobreza será consecuencia de nuestra capacidad para encontrar
expresiones prácticas y consistentes de estos mismos principios. Para los
programas de crédito anti-pobreza, los principios identificados como más relevante
incluyen la Opción para los Pobres y Vulnerables, Solidaridad, Subsidiaridad
y la Llamada a la Participación.


Una segunda conclusión importante de este proceso de reflexión es lograr una
comprensión de la relevancia de las relaciones en la sociedad para asegurar
armonía con los principios básicos. En ese sentido, debemos concebir estos
ideales no solo como conceptos morales abstractos, sino como formas apropiadas
para estructurar relaciones con individuos, con instituciones en la sociedad, y con
la economía en general. AI hacer esto, podemos visualizar mejor la cultura de
justicia y paz que buscamos promover y, al mismo tiempo, desarrollar una
comprensión más profunda de la injusticia sufrida por los individuos en nuestros
grupos meta a cuyos intereses buscamos servir.


Finalmente, los programas de crédito anti-pobreza han redefinido el papel de los
bancos comunales (Se usa el término bancos comunales, conocidos, también,
como bancos comunitarios, aquí porque representa a la metodología más común
en los programas de crédito anti-pobreza en América Latina. Sin embargo, los
mismos conceptos pueden aplicarse alas organizaciones populares de ahorro y
préstamo organizadas al nivel comunitario). Contrario a servir solamente como
vehículos para la intermediación financiera en pequeña escala, el potencial de
estas organizaciones comunitarias se redefine como apoyo al desarrollo de
instituciones populares permanentes capaces de apoyar la construcción de
una cultura de justicia y paz mediante la existencia de relaciones justas con
actores económicos, sociales y políticos importantes.


Para lograr eso, se han identificado áreas de enfoque principales, como las
centrales a la promoción de justicia dentro de nuestros programas de crédito
anti-pobreza. Estos incluyen:

1) Integración con servicios de desarrollo humano, tales como educación,
desarrollo de líderes y resolución de conflictos, para poder construir confianza y
aumentar la efectividad de los individuos como participantes dentro de la
sociedad.
2) Desarrollo institucional al nivel de organizaciones de base, por ejemplo, los
bancos comunales, para incrementar la autonomía y participación de los
grupos dentro del contexto social y económico general.

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3) Promoción de la solidaridad económica mediante el desarrollo de alianzas
estratégicas, redes y relaciones que apoyan el incremento de la participación y
cooperación entre subsistencia y las estructuras económicas mayores.
Como un nuevo enfoque para la implementación de estas estrategias tendrá el
éxito mediante la aplicaci6n de las mismas formas que nos ha dado éxito en la
promoción de los criterios técnicos. Requieren de planes prácticos de
implementación, el desarrollo de mayores habilidades y competencia por parte del
personal de las IMF y sus instituciones socias, y una disposición definida para
compartir la experiencia aprendida. Sin embargo, lo más importante será el
compromiso sostenido de los individuos en varios niveles y capacidades
dispuestas a mirar más allá de las que nuestras ganancias al corto plazo.


Para los programas de crédito anti-pobreza, un enfoque de justicia significa,
realmente, que visualicemos con claridad la distinción entre los medios que utilizan
nuestros programas y el fin más profundo y duradero que esperamos lograr. Los
medios se refieren a facilitar por ejemplo el acceso a servicios financieros,
reformas legislativas, el desarrollo de nuevas instituciones bancarias o medidas
mejoradas de productividad. Por su parte, el fin deseado de todo nuestro trabajo
debe ser, nada menos, que una sociedad que permita a cada persona participar
significativamente, en la realización de su plena dignidad y potencial humanos. En
este fin esta la "nueva realidad" que no debemos perder de vista.




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INTRODUCION


I. EI Contexto

La Comisión Técnica para el Desarrollo de la Microempresa para América Latina
desarrolló un nuevo plan estratégico para los programas de crédito anti-pobreza.
EI nuevo plan fue diseñado para reflejar los mejores temas programáticos del plan
estratégico de la institución, incluyendo la aplicación del Lente de Justicia.

Como parte de la sesión de planificación. la comisión creó una nueva declaración
de la misión, con énfasis en la promoción de la justicia como un principio operativo
central. La declaración de misión dice:

"Contribuir al logro de mayores niveles de justicia y paz para la mayoría de la
población más pobre mediante la aplicación de prácticas y sistemas efectivos de
desarrollo de la microempresa de la más alta calidad que aseguren el desarrollo
sostenible en las IMF. "

Para poder lograr mayores niveles de justicia y paz en el campo, se seleccionó la
promoción de la justicia y la paz como una de las tres áreas estratégicas del plan.
Se definió esta área particular como:

"Justicia y Paz trascienden a la vida de participantes en los programas."

El área fue definida en tal forma que permite enfocar los esfuerzos a nivel de
relaciones en la sociedad en las que creemos que los programas de las
instituciones pueden tener el mayor impacto estratégico. Por consiguiente, los
programas de crédito anti-pobreza en América Latina han identificado la entidad
de los bancos comunales, y más específicamente a miembros de los bancos
comunales, como la principal fuerza promotora y protagonista de los principios de
la justicia.

La meta definida es:

"Promover las prácticas y principios de la justicia en los bancos comunales,
transformándolos en promotores y protagonistas de una cultura de justicia y paz."

II. Desarrollo de una Propuesta Borrador.

EI nuevo plan habla del desarrollo de un marco de referencia conceptual común
para comprender la justicia en el campo de la microempresa como un primer paso
para avanzar a la nueva estrategia. Se elaboró una propuesta borrador,
denominada "Aplicación del Lente de Justicia a los Programas de Crédito Anti-

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pobreza". Esta propuesta se preparó mediante la revisión de los principios
centrales de la Enseñanza Social Católica, el análisis de su aplicación a las
circunstancias particulares de clientes de crédito anti-pobreza y la identificación de
catorce posibles "iniciativas de justicia" para la consideración de programas de
crédito anti-pobreza.

EI propósito primario de la propuesta borrador fue el de iniciar un nuevo diálogo
sobre la aplicación del lente de justicia a las circunstancias particulares del crédito
anti-pobreza y proporcionar una base de reflexión en el desarrollo de un nuevo
abordaje conceptual.


Sección I

I.
DECLARACION DE PRINCIPIOS

Una cultura de justicia y paz es la consecuencia directa del grado en que nosotros
como sociedad, vivamos en armonía con los principios básicos. Se cree que solo
mediante la implementación de medios prácticos y consistentes para expresar
estos ideales en nuestra programación podamos tener un verdadero éxito en
contribuir a la promoción de una cultura de justicia y paz en beneficio de nuestra
población meta. Es necesario un nuevo marco conceptual para:

1) Ayudar a definir una imagen concreta, o visión, del futuro.

2) Analizar con más conciencia las circunstancias e importancia de nuestro
trabajo.

3) Apoyar en la definición de nuevas estrategias.

Los principios siguientes, aplicados en el contexto de crédito anti-pobreza,
proveen una base de esta nueva estrategia.

I.
Llamado a la Comunidad y a la Participación

Dada nuestra naturaleza social de la institución, todo ser humano tiene el derecho
y responsabilidad de participar en la sociedad y en las instituciones que conforman
nuestras comunidades. Una prueba moral central de las instituciones políticas,
sociales y económicas es lo que les hacen a las personas, lo que hacen para las
personas, y cómo las personas puedan participar en ellas. Se debe promover y
proteger el derecho a participar.

Para las mujeres pobres que luchan en lo que se conoce como la "economía de
supervivencia" del mundo, participantes en programas de bancos comunales, el
enlazarse con las estructuras sociales y económicas mayores en la comunidad es
una medida crítica. Sin embargo, solo se pueden considerar estas relaciones
cuando estas estructuras sirven a individuos y no cuando los explotan. La

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participación de nuestras clientes, como microempresarias compitiendo en la
economía local, nacional y, en cierto grado, internacional, debe extenderse más
allá de actuar cómo simples factores individuales de producción y consumo.
Deben tener la oportunidad para participar en tal forma que influyan en el contexto
económico, social y político en que viven y trabajan.


II.
Opción por los Pobres y Vulnerables

La Iglesia hace un llamado a todo el mundo para reconocer una obligación
especial por los pobres y vulnerables para defender y promover su dignidad y
asegurar que puedan participar plenamente en la sociedad. Una prueba moral
básica de una sociedad es cómo lo están pasando sus miembros más vulnerables.
EI grado de su sufrimiento es una medida de qué tan lejos estamos de ser una
comunidad verdadera de personas.
Los programas de crédito anti-pobreza deben reconocer su deber para servir a las
necesidades de la comunidad entera, especialmente los más vulnerables y
desposeídos. Se deben juzgar las políticas y prácticas según su impacto en los
grupos más pobres de la comunidad y, de mucha importancia, según el grado en
que promuevan la dignidad de estos individuos. Aunque reconocemos que las
personas que viven en las condiciones de pobreza más extrema necesitan,
muchas veces, servicios más básicos de ayuda, tenemos un obligación de
construir sistemas que sean verdaderamente incluidos. Es
particularmente
importante que los programas reconozcan y busquen superar los obstáculos a la
participación impuestos por la pobreza extrema. Estos incluyen una aversión
extrema al riesgo, falta de educación básica, pobre estado de salud, falta de
experiencia con servicios financieros y/o actividad empresarial y discriminación
social por género, raza, religión o condiciones sociales.

III.
Subsidiaridad

Igual como es muy equivocado tomar de individuos lo que pueden lograr por sus
propias iniciativas e industria y regalarlo a la comunidad, así dejar que una
asociación mayor haga lo que organizaciones más pequeñas y subordinadas
pueden hacer es una injusticia y perturbación de la orden.

La subsidiaridad es esencial para el desarrollo y autosuficiencia eventual de
clientes de crédito anti-pobreza y de las organizaciones comunitarias de que son
miembros. EI respeto a los derechos y responsabilidades de individuos en relación
a su participación en el programa son de suma importancia. Se entiende que
cuando se violan o niegan los derechos, la dignidad de la persona o el grupo están
en riesgo. Las oportunidades para tomar decisiones junto con consultas
significativas con y entre participantes del programa son esenciales. No se debe
dar a individuos y grupos solo la responsabilidad de recibir servicios, como el

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reembolso oportuno o depósitos de ahorros puntuales, sino, y de mayor
importancia, proporcionarles la oportunidad para influir en la definición de esos
servicios y el papel que jugarán en sus propias vidas. Este proceso conduce a
una definición más completa de subsidiaridad en programas de crédito anti-
pobreza: "a delegar la iniciativa y responsabilidad a los pobres para su propio
desarrollo al ayudarles a entender las causas de su pobreza y facilitar la
adquisición de confianza, conocimiento y habilidades de tal forma que respeta y
construye en base de su inteligencia y habilidades innatas.


IV.
Solidaridad

La solidaridad expresa la imagen del Cuerpo Místico, que somos una sola familia
humana, sin importar nuestras diferencias nacionales, raciales, económicas e
ideológicas. La privación y impotencia de los pobres hiere a toda la comunidad.
Esto se cura solo con mayor solidaridad con los pobres y entre los pobres.

Las virtudes de la solidaridad expresan la interdependencia e interconexión de
toda la humanidad y son engendradas por un proceso que permite responsabilidad
compartida, aprendizaje compartido, servicio mutuo y cooperación. Los sistemas
de solidaridad en programas de bancos comunales son indispensables. Estos
procesos no deben gobernar solo las dinámicas grupales, en la forma de garantía
mutua y apoyo a miembros, sino también deben extenderse a afectar relaciones
tras fronteras económicas, regionales o sociales. AI realizar el principio de
solidaridad, los pobres, quienes tanto sufren de aislamiento y marginación, pueden
experimentar los beneficios importantes de la cooperación con otros en la
búsqueda del bienestar común.


LA CREACION DE UNA NUEVA VISION

"Cuando alguien sueña, es un sueño. Cuando muchos tienen el mismo sueño,
estamos en los albores de una nueva realidad."

La promoción de la justicia significa buscar una "nueva realidad" para los
participantes de nuestros programas. Sin embargo, comprender el carácter de
esta nueva realidad cobra una importancia especial para la creación de un marco
de referencia conceptual efectivo y la adopción de una estrategia para la
promoción de la justicia dentro de nuestra programación. Sencillamente,
necesitamos visualizar claramente lo que juntos buscamos promocionar.
Necesitamos definir precisamente lo que queríamos decir por una cultura de
justicia y paz desde el punto de vista de los bancos comunales y sus miembros.

Durante el proceso de reflexión, un medio usado para construir una visión de esta
realidad fue la creación de una imagen objetiva del futuro. AI hacerlo, buscamos
describir con detalles, mediante palabras e imágenes gráficas, una sociedad en
que un banco comunal y sus miembros funcionarían según los principios claves de

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la Enseñanza Social Católica (ver anexo). AI analizar las relaciones claves dentro
del grupo y la relación del grupo y sus miembros con la sociedad en general,
pudimos crear una imagen más tangible del futuro.

Un factor esencial para precisar esta nueva imagen fue la redefinición del papel
del banco comunal como actor en procesos sociales mayores en que
potencialmente podría
interactuar. Contrario
al
servir
solamente
como vehículos para la intermediación financiera en pequeña escala, el potencial
de estas organizaciones comunitarias se redefine como apoyo al desarrollo de
instituciones populares permanentes capaces de apoyar en la construcción
de una cultura de justicia y paz mediante la existencia de relaciones justas
con actores económicos, sociales y políticos importantes.

Tal como la imagen lo demuestra, desde la perspectiva del banco comunal y sus
miembros, las relaciones de importancia inmediata incluyen relaciones entre
miembros del grupo, con las familias de miembros, relaciones con la comunidad
en general y relaciones con el mercado, o sea, con la economía.

Las relaciones entre miembros del grupo incluyen las relaciones entre individuos
en el grupo y el grupo en general con el comité gerencial del grupo. Las relaciones
justas en estas circunstancias se basan en respeto por la dignidad humana,
participación activa especialmente entre los grupos más pobres y marginados,
tomas de decisión compartidas, y cooperación para la búsqueda del bien común.

Las relaciones justas dentro de la familia reflejan en mucho los ideales promovidos
dentro del ámbito del grupo, incluyendo un énfasis especial en la promoción de
equidad de género y el fortalecimiento de lazos familiares. Estas relaciones
pueden incluir parientes y/o familia extendida.

Las relaciones con la comunidad incluyen aquellas que involucran entidades
locales, regionales y nacionales. Pueden ser instituciones públicas u otros grupos
comunitarios menos formales relacionados con la identidad cultural o religiosa.
Para que estas relaciones sean consideradas justas, deben caracterizarse por el
respeto por la dignidad humana y la equidad, cooperación, participación
responsable, acceso y control compartido en la toma de decisiones.

EI mercado incluye los actores que impactan directa o indirectamente la realidad
económica del banco comunal y sus miembros. En forma más inmediata, esto
incluye el banco comunal y a la microempresa, así como compradores y
vendedores de servicios y productos que impactan las empresas económicas de
los bancos comunales y sus miembros. En una sociedad justa las relaciones con
el mercado deben basarse en los principios de cooperación, intereses compartidos
y mayor consideración del bien común que resulta en mayor oportunidad aun para
la empresa más pequeña.

De nuevo, esencial para la nueva visión es un banco comunitario revitalizado,
capaz de contribuir en la construcción de una cultura de justicia y paz. A través de

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relaciones basadas en principios de solidaridad, subsidiaridad, participación y la
opción por los más pobres, los participantes en los programas serán capaces de
utilizar su experiencia en el grupo comunitario de manera que asegure mayor
dignidad humana y una realización mucho más amplia de su potencial como
personas y empresarios en la sociedad.

III.-
IMAGENES EN CONTRASTE

I.
Realidad Actual

AI perseguir una estrategia de justicia, una perspectiva precisa y penetrante de la
realidad actual puede ser tan importante como una visión clara. Es quizás en este
tipo de análisis que el "Lente de Justicia" encuentra su uso más práctico. En este
caso, identificar la falta de armonía que existe con los principios básicos a varios
niveles de la sociedad es un paso importante para desarrollar una estrategia y
tratar significativamente las condiciones de injusticia que afectan a la mayoría de
los participantes en nuestros programas.

Para poder facilitar este tipo de análisis, el proceso de reflexión se enfocó en el
análisis de un programa "típico" de la institución y las circunstancias actuales de
un banco comunal típico y sus miembros. La imagen que definimos de la realidad
actual incluía un papel muy minimalista para el banco comunal en el contexto
social y económico general. La presencia del grupo afectó muy poco las
relaciones claves fuera del grupo con estructuras familiares, comunitarias o del
mercado. En su mayoría, estas relaciones se basan en posiciones de fuerza e
intereses sobre los cuales el grupo y sus miembros tienen poca influencia. Así
mismo, la reflexión reveló que las relaciones entre miembros dentro del grupo se
basaron frecuentemente en eficiencia en relación al recibir y pagar préstamos.
Tras el tiempo, la asociación de miembros se volvió más y más transitoria. La
asistencia a reuniones y participación en la toma de decisiones se limitaron y se
convirtieron en una función principalmente de los requisitos del programa.
Frecuentemente, entre los individuos hay poco reconocimiento de derechos y
responsabilidades en relación al grupo en general ni una conciencia legítima del
potencial del grupo para interactuar efectivamente con la sociedad en
representación de intereses de los miembros y de la comunidad.

En resumen, la imagen de la realidad actual que definíamos divergió,
significativamente, de nuestra visión de la justicia. Afortunadamente, la mayoría
de nosotros hemos visto excepciones importantes a esta descripción. En muchos
de nuestros programas, hemos visto la formación de relaciones entre miembros de
bancos comunales que van más allá de las garantías crediticias al apoyo y
solidaridad genuinos. Hemos sido testigos, también, a casos excepcionales de
iniciativas comunitarias, logros importantes para la independencia financiera e
incrementos importantes en la auto-estima de individuos que han impactado otros
aspectos de las vidas de los miembros, incluyendo a sus familias y comunidades.
Ejemplos como estos, así como otros, sin duda han influido nuestra creencia en el
potencial de la nueva visión. Sin embargo, a pesar de esta experiencia, las

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circunstancias de nuestra realidad actual deben ser reconocidas. Más importante
aún, debemos reconocer la verdadera amenaza de que los casos que describimos
como "típicos" se vuelvan no solamente más comunes, sino aceptados.


II.
Tensión Creativa

El concepto de tensión creativa esta basada de un discurso en el libro The Fifth
Discipline: The Art & Practice of the Learning Organización, P. M. Senge.

La creación de imágenes de la visión presente y futuro es un elemento importante
de nuestro proceso de reflexión y puede provocar un análisis importante para idear
nuevas estrategias. Por ejemplo, si uno imagina la distancia entre nuestra
situación actual y la visión del futuro, podemos ver que, bajo ciertas
circunstancias, puede parecer sumamente larga y llena de obstáculos
aparentemente insuperables. EI reconocimiento de la brecha entre nuestra visión
y la realidad actual puede ser fuente de una "tensión" a la que podemos responder
de distintas formas.

Por ejemplo, podemos optar por aliviar la tensión de la manera más fácil posible al
minimizar, simplemente, nuestros ideales sobre el futuro. Por ejemplo, en el caso
del crédito anti-pobreza, podríamos optar por aceptar una perspectiva más
convencional de un programa de crédito preocupado solamente por escala o
rentabilidad, sin importar las consideraciones referentes a la justicia.
AI hacer
eso, podríamos, fácilmente, llevar nuestra visión a coincidir más con la realidad
actual. En segundo lugar, podríamos optar por evaluar la situación actual con
criterios menos críticos y evitar el tipo de comprensión que nuestro enfoque en
justicia nos provee. Esto sería, en cierto grado, engañarnos a nosotros mismos
sobre la realidad actual. Sin embargo, el reconocimiento del contraste que existe
entre nuestra visión de justicia y los casos típicos de muchos de nuestros
programas sirve para motivarnos para encontrar medios para cerrar la brecha que
ahora percibimos. Esta "tensión" puede, en su lugar, ser fuente de energía que
nos impulsa a encontrar respuestas creativas y prácticas.

Resumen del Proceso de Reflexión

La grafica en el parte pertenece a la ilustración del proceso descrito e indica, a su
vez, el significado de cada uno de los pasos los que pueden contribuir a un mejor
análisis del problema y a la formulación de nuevas estrategias para la siguiente
sección.








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Sección III
IDEANDO UNA RESPUESTA
I. Dimensiones de la Justicia

AI final de todo, nuestra aceptación de los principios básicos de la justicia a que
nos referimos no será determinada por el grado de nuestra comprensión de su
filosofía o de su contexto histórico, sino simplemente por lo que nos motivan
hacer. Un primer paso importante en la identificación de acciones es una
comprensión de la naturaleza de los obstáculos que inhiben la realización de estos
ideales en nuestro trabajo.

¿Por qué hay tanto contraste entre las imágenes de la realidad y la nueva visión?
¿Por qué los grupos no forman una parte más activa de la comunidad? ¿Por qué
se limita tanto la productividad a pesar de obtener acceso a servicios financieros?
¿Por qué no hay más cooperación entre pobres y no hay una clara sensación del
bien común dentro de la economía?

Estas preguntas y muchas más, pueden incitar a una serie de respuestas
relevantes a situaciones en casi cada país y comunidad en la región. Cuestiones
como la violencia extrema, estructuras monopolísticas del mercado, discriminación
de género forman la base para una justificación. Sin embargo, de nuevo
orientamos el proceso de reflexión al nivel de relaciones, en lugar de idear lo que
podría parecer una lista desordenada de problemas sociales. En base de una
reflexión en lo que se definió como de importancia inmediata para los participantes
en nuestros programas - familia, membresía, mercado y comunidad - se agruparon
los distintos obstáculos, según la categoría general de relaciones que afectó. En
este caso, utilizamos los conceptos de la Justicia Comunicativa, Social y
Distributiva de la Enseñanza Social Católica.

La justicia comunicativa se refiere a las relaciones interpersonales y define los
derechos y responsabilidades entre individuos. Algunos bienes y valores que son
necesarios para la realización plena dignidad humana se proporcionan solamente
mediante la interacción y el contrato privado. En el caso de nuestras imágenes del
banco comunal y sus miembros, las relaciones que influyen en la justicia
comunicativa son aquellas entre miembros del grupo e individuos, sus familias y
otros individuos en la comunidad.

Muchos obstáculos significativos fueron identificados como inhibidores del
desarrollo de las relaciones más justas en estas circunstancias. Estos incluyen la
intolerancia de diferencias raciales o culturales, la discriminación sexual, las
tendencias hacia la violencia entre individuos y la desconfianza hacia otros.
Aunque,
sin
duda, estas situaciones son resultado de factores en
diferentes niveles de la sociedad, las relaciones más inmediatas entre individuos

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juegan un papel importante en la determinación de la justicia. Debemos reconocer
que los rompimientos de relaciones entre individuos pueden tener consecuencias
importantes, en el contexto de una economía de supervivencia caracterizada por
aislamiento e ignorancia y un modelo de crédito anti-pobreza basado en la
cooperación y toma de decisión colectiva.

La justicia social se refiere a las relaciones con instituciones y organizaciones
sociales dentro de la sociedad. Estas incluyen entidades gubernamentales y no
gubernamentales, así como estructuras menos formales, como son los grupos
comunitarios relacionados con la identidad social, cultural o religiosa. Examina al
individuo en relación al contexto social general y se centra en el concepto orgánico
de la sociedad en que cada individuo es una parte interdependiente de la totalidad.
En este marco, la justicia hace un llamado por mayor cooperación y organización
entre individuos y exige el desarrollo de un sentido del bien común para
determinar el enfoque de estas actividades.

En el caso de las imágenes en relación al banco comunal y sus miembros, se
identificaron varias amenazas u obstáculos para la realización de la justicia social.
Hay dos elementos claves presentes: incluyen la falta de una fuerte identidad con
el grupo comunitario y una visión limitada del papel del grupo que no va más allá
de ser administradores de ahorros y de operaciones crediticias. Específicamente,
los obstáculos más importantes incluyen la ausencia de liderazgo comunitario,
ignorancia de o falta de interés en los problemas e iniciativas comunitarias, y
distorsiones de la metodología programática que minimiza el control y
oportunidades para tomar decisiones de miembros del grupo. Juntos, estos sirven
para limitar gravemente el acceso a los recursos y poder, necesarios para
asegurar la justicia social dentro del grupo y la comunidad.

La justicia distributiva se refiere al derecho al acceso y la distribución justa de
ingresos, riqueza y poder. En la sociedad, cada individuo, grupo, comunidad,
institución y nación deben contar con los medios para participar en la posesión y
control de los recursos económicos, así como los medios para influir la definición
del bien común. Se entiende que la plena realización de la dignidad y el potencial
humano depende de este tipo de participación y que hacerla una obligación
especial de los sistemas económicos funcionando bajo los principios de justicia,
asegura el respeto a este derecho.


Las relaciones económicas son de suma importancia para el banco comunal y sus
miembros. Aunque el acceso a capital alcanzable mediante crédito anti-pobreza
puede ser una expresión importante de la justicia distributiva, nuestras imágenes
en contraste revelan que hay muchas dimensiones de relaciones económicas que
no salen afectadas. Las limitaciones conocidas en el impacto económica de los
programas micro-financieros son evidencia de esto; más claramente, aun existen
obstáculos importantes que inhiben la realización de un acceso y una distribución
más equitativa y justa en la economía en que interactúan clientes. EI proceso de

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reflexión identificó los obstáculos más notables. Ellos incluyen la información
inadecuada, falta de protección legal contra casos de abuso o estructuras
monopolistas, aislamiento físico y social, acceso limitado a mercados, y lazos
económicos y sociales subdesarrollados entre los microempresarios de
subsistencia. Dentro de márgenes de supervivencia tan pequeños, obstáculos
como éstos impactan no solamente la actividad empresarial, sino puede
determinar, virtualmente, la satisfacción de necesidades básicas para una familia
pobre. Así como la justicia distributiva se convierte en una cuestión central para
pobres y crédito anti-pobreza.


II.
NUEVAS ESTRATEGIAS

La creación de una sociedad más justa será producto de una transformación
importante de la conversión personal de actitudes y creencias internas y la
transformación de estructuras injustas que gobiernan economías y estructuras
políticas. Las dimensiones de una sociedad justa, expresada mediante los
conceptos de la justicia comunicativa, social y distributiva, revelan la naturaleza
multifacética de la transformación social. Señalan la necesidad para un abordaje
similarmente diverso para confrontar exitosamente los obstáculos que hemos
identificado como tan importantes en la inhibición de la realización general de
nuestra visión de justicia para bancos comunales y sus miembros.

En respuesta a esta situación, se han identificado tres áreas de enfoque
principales como puntos centrales para promover la justicia en nuestros
programas de crédito anti-pobreza. Estas incluyen:

1) Integración con servicios de desarrollo humano, como son educación,
desarrollo de líderes y resolución de conflictos, para poder construir confianza
e incrementar efectividad de los individuos como participantes dentro de la
sociedad.
2) Desarrollo institucional al nivel de organizaciones de base, por ejemplo los
bancos comunales, para aumentar la autonomía y participación de los grupos
dentro del contexto social y económico general.

3) Promoción de la solidaridad económica, mediante el desarrollo de alianzas
estratégicas, redes y relaciones que apoyan mayor participación y cooperación
entre subsistencia y las estructuras económicas mayores.

I.
Servicios de Desarrollo Humano

Tal como el concepto de la justicia comunicativa expresa, las relaciones entre
individuos juegan un papel particularmente importante en la determinación de
justicia en la sociedad. EI grado a que individuos buscan comprender y respetarse
como reconocimiento de la dignidad básica de cada persona es fundamental.

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Nuestra respuesta a situaciones de injusticia es la de buscar los medios para
afectar la consciencia de individuos, especialmente la forma en que se relaciona a
la valoración de su propio auto-valor y el de en su familia y comunidad. En este
caso, la integración de programas de crédito anti-pobreza con servicios de
desarrollo humano, como consciencia de género, desarrollo de líderes y la
resolución de conflictos, puede ser muy útil.

Los programas pueden intentar integrar estos servicios en su programación
normal o pueden, de igual efectividad, proveer acceso mediante alianzas con otras
organizaciones especializadas. No obstante, un mayor enfoque en el desarrollo
humano y en el papel potencial de la educación básica y el compartir información
en estas áreas es de suma importancia para construir la confianza de individuos e
incrementar su efectividad general como participantes dentro de la sociedad.


I.
Desarrollo Institucional de Organizaciones de Base

De suma importancia para la nueva visión de justicia es la redefinición del papel
potencial de los bancos comunales en la sociedad. EI concepto de apoyar
instituciones populares permanentes capaces de apoyar una cultura de justicia y
paz hace implícita la necesidad para mayor autonomía y capacidad al nivel de
estas organizaciones de base. Bajo estas circunstancias, el desarrollo
institucional puede tomar varias formas, incluyendo el uso de técnicas
participativas de planificación y evaluación, la formulación y uso de nuevos
indicadores de desarrollo institucional apropiados para organizaciones basadas en
la comunidad, fortalecimiento de capacidades básicas, mayores oportunidades
para intercambio entre grupos, desarrollo de estructuras populares de toma de
decisión y el desarrollo de lazos más formales con otras instituciones y
organizaciones en la comunidad. EI propósito de tales actividades es de transferir
efectivamente la iniciativa junto con el conocimiento y las habilidades necesarias
para asegurar que estos grupos puedan alcanzar su potencial.


II.
Promoción de la Economía Solidaria


EI concepto de la solidaridad económica, o la economía solidaria como se conoce
en América Latina, se base en los principios de la solidaridad, el bien común y la
participación. Enfatiza acciones colectivas, alianzas estratégicas y cooperación
entre individuos. EI modelo es de particular importancia para de subsistencia,
especialmente para mujeres, quienes, según ciertos informes, se consideran
invisibles desde una perspectiva tradicional de la economía. Los obstáculos
definidos como más relevantes en las vidas de participantes en nuestros
programas exigen que examinemos los modelos alternativos de estructurar acceso
y distribución dentro del mercado. Iniciativas específicas pueden incluir el
desarrollo de redes, asociaciones, intercambios informativos, abogacía
organizada, y el desarrollo de lazos directos con el mercado. Se entiende que

16
 

sólo mediante una mayor organización se puede afectar, verdaderamente, la
naturaleza marginal de la economía de supervivencia en beneficio de quienes
luchan por sobrevivir.


CONCLUSION

La oportunidad y el reto que la nueva estrategia de justicia de la agencia nos
presenta son profundos. Nuestro propio proceso de reflexión nos ha revelado
esto. EI próximo paso obvio en el proceso será de incrementar nuestro
conocimiento y pericia en la implementación de estos nuevos tipos de iniciativas.
Podemos ver que, como con cualquier nueva estrategia, el éxito dependerá del
nivel de compromiso e ingeniosidad sostenida de las personas involucradas. A
través de nuestras oficinas nacionales y programas con contrapartes, debemos
alentar la adquisición de nuevas habilidades, el desarrollo de planes prácticos de
implementación y, como siempre, oportunidades para compartir aprendizaje.


Sin embargo, de mayor importancia será la comprensión y distinción continua
entre los medios que persiguen nuestros programas y el fin profundo y duradero
que esperamos lograr. En otras palabras, debemos reconocer la relación entre
nuestra competencia técnica y el impacto potencial en cuestiones de justicia
importantes como base de nuestro enfoque de justicia. Como programas de
crédito anti-pobreza, necesitamos aceptar la responsabilidad de demostrar en el
sector micro-financiero, y de mayor importancia, a participantes en nuestros
programas que perseguir la justicia no es una agenda exclusiva que deja afuera
las consideraciones de programación de alta calidad. Sino, un enfoque de justicia
en crédito anti-pobreza de la institución es una visión inclusive de todo. Pone la
dignidad de las personas al centro de todo, así como la realización del potencial
humano mientras enfatiza en los mismos medios que tenemos para contribuir a
este fin.

En el futuro, cuando reflexionemos de nuevo en nuestro trabajo para los próximos
años, esperamos ver una agencia que ha asumido un liderazgo importante.
Esperamos que este reconocimiento vendrá no solo de nuestra disposición
permanente para aceptar y promover nuevas normas técnicas, sino del
reconocimiento de un hilo común que distinguirá cada una de nuestras
invenciones. Ese hilo será la búsqueda para algo más: una "nueva realidad" para
nuestro sector y para las sociedades en que vivimos y trabajamos.









17
 

ANEXOS

ANEXO 1
PROCESO DE REFLEXION

PASO 1
IMAGEN DEL FUTURO
VISIÓN:
CULTURA DE JUSTICIA
Definido según
Y PAZ
principios de
justicia
PASO 4
(TENSIÓN CREATIVA)
ESTRATEGIAS NUEVAS
PASO 3
Servicios de desarrollo humano
OBSTÁCULOS
Analizado según
dimensiones de
justicia
Desarrollo institucional a nivel de
organización de base
PASO 2
Promoción de la economía Solidaria
SITUACIÓN ACTUAL
ANÁLISIS
CRITICO:
Según principios
de justicia
IMAGEN DE REALIDAD


ANEXO 2


BANCO COMUNITARIO
SOCIO
LA FAMILIA
EL
MERCADO
LA COMUNIDAD


Una institución comunitaria permanente que aporta a la existencia de
relaciones justas.

18
 


ANEXO 3



Visión de una
Análisis de la Realidad
Respuestas Oportunas
Cultura de Justicia y Paz
BANCO COMUNAL
JUSTICIA COMUNITARIA
Una institución permanente que aporta la
Obstáculos
exisitencia de relaciones
Liderazgo corrompido
INTEGRACION DE DESARROLLO
Entre Socios:
Cultura individualista
HUMANO
Prejuicios religiosos
Solidaridad
Intolerancia
Respeto de la dignidad humana
Triple rol de la mujer
Reconocimiento de derechos y deberes
Indiferencia o no apoyo del hombre
Cooperación en la búsqueda del bien común
Falta de consiciencia de derechos
Subsidiaridad
Violencia
Opción para los pobres
falta de auto-estima
Entre Familia:
JUSTICIA SOCIAL
Relación equitativa
Obstáculos
Fortalecimiento de los lazos familiares
Modelos poco participativos
DESARROLLO INSTITUCIONAL A
Con la Comunidad:
Bancos sin fin común bien definido más
NIVEL DE BASE
Participación responsable
allá del crédito.
Cooperación en la búsqueda del bien común
Falta de participación e interés en
Dignidad e igualdad
problemas comunitarios.
Subsidiaridad
Falta de liderazgo.
Con el Mercado:
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
En armonía con los principios de la
Obstáculos:
Economía solidaria
Aislamiento
PROMOCION DE LA ECONOMIA
Falta de información
SOLIDARIA
Modelos pocos participativos
Monopolíos
Falta de vínculos





BIBLIOGRAFIA


Sharon D'Onofrio, UN ENFOQUE DE JUSTICIA EN PROGRAMAS DE CRÉDITO
ANTIPOBREZA PARA AMERICA LATINA., Catholic Relief Services, programa
Latinoamérica y el caribe, 1999.


19

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