Autor: Maria Eugenia Huelga
Titulo: The Excepcional Presenter
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TABLE OF CONTENT
INTRODUCCIÓN
DESCRIPCIÓN
ORGANIZACIÓN
PASIÓN
ATRACTIVO
NATURALIDAD
CONOCER LA AUDIENCIA
PRÁCTICA
CONCLUSIÓN

INTRODUCCIÓN
Desde tiempos ancestrales el hombre ha tenido la necesidad de comunicar sus ideas o mensajes a grupos de personas, y ha existido el mito que solo algunas personas tienen el don de hablar en público.

Hoy vemos que hablar en público es una exigencia que puede presentarse en cualquier momento en los círculos en los que nos desarrollamos, como puede ser la familia, la iglesia, el trabajo.

Debemos tener una expresión clara en el terreno personal, comercial y profesional para vender nuestras ideas, convencer a otros en lo que creemos, desarrollarnos profesionalmente, y comunicar una situación importante, entre otros.

Para hacer una presentación exitosa tenemos que desarrollar varias características, las cuales iremos analizando en el transcurso de estos comentarios.

Para hacer una presentación excepcional debemos preparar cuidadosamente todo lo que se va a decir, dado que el tener una buena estructura permite llamar la atención, tocar todos los puntos relevantes y finalizar de forma memorable.



Las características que debemos observar para una presentación organizada son:

1. Brevedad y concentración en los puntos más relevantes
2. La presentación debe tener apertura, cuerpo y cierre.
3. Incluye ilustraciones, ejemplos y estadísticas que demuestran preparación y veracidad de la información.
4. Empieza y termina en el tiempo establecido.
5. La presentación debe empezar y finalizar vigorosamente. Iniciar con una cita y finalizar con un llamado a la acción.
6. El orador debe ser muy conciso.



La presentación debe mostrar sinceridad, entusiasmo y una profunda fe en lo que se está exponiendo. Hay que ponerle el corazón a lo que se está diciendo, ya que esto provocará que se hable espontáneamente y que se avive el fuego del entusiasmo sobre el asunto y no se tendrá ninguna dificultad en sostener el interés del auditorio. Un disertador eficaz es el que desea con sinceridad que su audiencia experimente y concuerde con sus puntos de vista.

Exponer con pasión implica que se practiquen ciertas destrezas como:

Postura
La postura muestra el nivel de comodidad, confianza y experiencia y es la primera impresión que se le da a la audiencia. Para reflejar una buena imagen se deben seguir los siguientes pasos:

Cuando esté parado se debe cuadrar los hombros y no tambalear.
Mantener siempre la cabeza y ojos en alto. Hacer contacto visual con todo el auditorio.
Sonreir. Una sonrisa genuina y sincera hará sentir un ambiente amigable.
Gesticular con las manos.
Moverse con energía.

Gestos
Los gestos son parte de nuestra personalidad cuando nos comunicamos, pero no es bueno abusar de ellos, ya que una exageración de movimientos distrae a la audiencia. La gesticulación moderada dará vigor a lo que se está diciendo. Consejos para gestos efectivos:
Evitar que las manos se balanceen nerviosamente en frente.
Relajarse. Alejar los codos de la caja toráxica.
Usar gestos específicos de ciertas maneras. Mantener las manos debajo de los hombros y encima de las caderas.
Usar ambas manos para gesticular con movimientos tranquilos.
Usar gestos para apoyar lo que se está diciendo.

Voz
La comunicación se debe expresar con energía e intensidad. Se debe tener cuidado con respecto al volumen, variaciones de tono y ritmo de la pronunciación.

Discurso
El discurso debe presentarse con naturalidad, lo cual no significa que sea con pobreza de lenguaje o monotonía de expresión. Todo buen orador debe enriquecer su vocabulario y su imaginación, el vigor y la diversidad de sus expresiones. Para enriquecer su vocabulario puede ayudarse de lectura de periódicos, revistas, libros o asistir a otras presentaciones.



Para que una presentación sea atractiva al auditorio debe tener presente:
Ejemplos y alusiones locales
Historias, anécdotas y ejemplos que le den vida a lo que se está diciendo.
Contacto visual con todo el auditorio.
Sonreir
Aprender los nombres de las personas a las que se dirige la presentación y dar la bienvenida por nombre.
Hacer la presentación de pie.
Usar humor apropiado. Dependiendo del tipo de presentación se podrá hacer una dinámica al inicio para romper el hielo.
Conocer el auditorio y adaptar el discurso al mismo.
Hacer participativa la presentación formulando preguntas, solicitando opinión, encuestando, formando pequeños grupos de discusión, etc.



Aunque todas las personas son iguales, todos tienen dos ojos, una nariz y una boca, ninguna de ellas es idéntica a otra, ninguna posee los mismos rasgos, ni las mismas actitudes, ni la misma forma de pensar, por lo tanto muy pocas hablarán y se expresarán como otra lo hace cuando está hablando naturalmente. En otras palabras, cada persona posee una individualidad. Como orador, es su más preciada posesión. Hay que aferrarse a ella, fomentarla y desarrollarla. Esta es la chispa que pondrá fuerza y sinceridad en las palabras.

El orador para ser natural deberá expresarse tan directamente como lo haría en una charla, y de la misma manera en que conversaría con uno de ellos en particular, de la misma manera, pero con mayor fuerza y energía.

La práctica es el único medio de adquirir destreza para acentuar la naturalidad.



Para conocer a la audiencia será preciso conseguir previamente información del auditorio: preferencias, intereses, listado de los asistentes, sus cargos y responsabilidades. Se debe investigar si el auditorio es experto en el tema a exponer, todo esto ayudará a preparar una presentación dirigida al auditorio.



Siempre que se haga una presentación se está expuesto a experimentar algún temor fugaz, cierta ansiedad nerviosa en los primeros momentos en que se enfrenta un auditorio, sin embargo si se persevera, y se practican las destrezas necesarias para hacer buenas presentaciones, estos temores desaparecerán rápidamente, incluso ese temor inicial.



Después de leer el Resumen Ejecutivo “El presentador excepcional" y haber asistido al entrenamiento de “Presentaciones Efectivas" mi conclusión es que para tener una presentación exitosa, el primer secreto es una fuerte preparación sobre el tema, investigando, preparando uno mismo su presentación. Aunque tengamos que dar muchas veces una presentación tenemos que conocer a nuestro auditorio, ya que ellos son quienes determinan la forma y el énfasis de la presentación. La presentación debe estar enfocada a las necesidades de la audiencia y debe contener datos, ejemplos, estadísticas para que la audiencia se convenza y se interese sobre el tema.

Es importante que el expositor conozca los intereses, costumbres, nombres de su audiencia, esto hará tener una mejor conexión con el público.

El expositor debe tener seguridad sobre el tema que ha preparado, presentando con pasión y gesticulando apropiadamente, así como también modulando la voz, y manteniendo contacto visual con todo el auditorio para mantener su atención.

Por último, para llegar a ser experto en presentaciones habrá que aprovechar todas las oportunidades para practicar, y llegar a ser un presentador excepcional.

El cuadro para monitorear los avances en mejora de las destrezas de presentaciones es una herramienta excelente que me ayudará a mejorar en mis exposiciones personales y profesionales.