Carta de Experiencia

El método de Educación Andragógica aporta muchos  beneficios para quienes saben beneficiarse de
ellos y son aptos para organizar su tiempo y su forma de estudio con disciplina.

Dada la experiencia que me dejó mi plan académico en Atlantic International University, reconozco que este método de aprendizaje es mucho más complejo y quizás complicado que un sistema de educación tradicional, pues te forja, desde un inicio, a investigar todo aquello que te alimentará para ser un profesional en el área de tu elección.

Este mecanismo nos obliga a leer, a indagar, a preguntar, a comparar, a interpretar y a organizar, ya que no contamos con un profesor que nos libere de alguno de estos aspectos y nos facilite las cosas. Ahí es donde entra el papel de la actitud, la disciplina y la constancia.  Sin embargo, no demerito los sistemas de
educación tradicionales, pues cada persona se identifica con un método de aprendizaje distinto.

Durante todo el programa, me sentí libre de organizar mis espacios para estudiar de tal manera que se acoplaran a mi ritmo de vida, esta es una ventaja que no se adquiere en todos lados.

Aunado a esto, la escuela ofrece planes de pagos muy accesibles y adecuados al presupuesto de cada uno de nosotros, sin embargo, aquí es donde debo emitir un comentario poco positivo debido a mi experiencia con la universidad, pues de este modo, me atrevo a comentar que entre más accesible sea el plan de pagos, más tardarán en emitir el título,  porque si uno concluye con el programa asignado antes de lo previsto, pero no con los pagos, no pueden expedir la documentación, y en este caso no sirve de mucho haber  terminado antes o después, si los documentos serán entregados hasta que se liquide el adeudo completo, o en su defecto, se tendría que saldar en ese momento todo lo que resta, pero por lógica, si uno tiene un plan de pagos accesible, es porque consideramos imposible hacer pagos fuertes y
no podremos liquidar en un mes lo que teníamos contemplado pagar en un año (por poner un ejemplo), sin embargo, comprendo también que la institución debe protegerse de alguna forma. Además, si uno se esfuerza por entregar los mejores trabajos y poder graduarse antes del tiempo planeado, es obvio que
necesitaremos también la documentación, pues de nada vale llamarse Ingeniero si no contamos con nada, aparte de la satisfacción, que nos resguarde como tal durante  el tiempo que nos falte por pagar.  Esto puede ser en muchos casos desalentador, pues con dicha experiencia, segura estoy que muchos preferirán no dar su mejor esfuerzo y dejar que el plan de estudios vaya íntimamente ligado al plan de pagos hasta que ambos finalicen al mismo tiempo.

En este caso, me tomo la libertad de sugerir que en circunstancias como esta, el estudiante podría firmar una carta comprometiéndose a seguir pagando las mensualidades comprendidas en su plan de pagos, y así, la institución podría expedir los documentos de titulación, asegurándose que el estudiante liquidará el resto, pues muchos de nosotros dependemos de dicha documentación para conseguir un trabajo digno, sobre todo en países donde el empleo es muy mal pagado.

De cualquier manera, estoy contenta con el programa que construí, apoyada siempre por la gente que quiero y por supuesto de la escuela,  y me enorgullece haberlo concluído satisfactoriamente.

Atte.:

Christel Schubert Eguía-Lis